Los sandinistas quieren evitar una confrontaci¨®n con EE UU

El Gobierno nicarag¨¹ense es consciente de que la URSS no acudir¨ªa militarmente en su ayuda ni pagar¨ªa el presupuesto diario del pa¨ªs como lo hace con Cuba. "No queremos una confrontaci¨®n con Estados Unidos", afirma Sergio Ram¨ªrez, miembro de la Junta de Gobierno. Para demostrarlo, el embajador nicarag¨¹ense en Washington, Arturo Cruz, un economista moderado, no marxista, que en su d¨ªa fue miembro de la Junta al lado de Violeta Chamorro y Alfonso Robelo, entreg¨® la semana pasada en el Departamento de Estado una carta en la que los sandinistas reiteraban su inter¨¦s en restablecer el di¨¢logo con Estados Unidos.Sin embargo, todos los datos juegan en contra de esta voluntad de entendimiento y a favor de la radicalizaci¨®n del proceso. La crisis econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs comienza a ser insoportable. La oposici¨®n interna, vertebrada en una comisi¨®n de coordinaci¨®n democr¨¢tica, que preside Alfonso Robelo, utiliza las dificultades interiores y la situaci¨®n internacional para presionar al Gobierno. La poblaci¨®n ya no est¨¢, como en 1979, un¨¢nimemente con los sandinistas detr¨¢s de la revoluci¨®n. La situaci¨®n del pa¨ªs recuerda un poco a la que se viv¨ªa en Cuba a principios de 1961, antes de que Fidel Castro, forzado en gran parte por Estados Unidos, se echara en brazos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Para el Gobierno, sandinismo y pueblo son dos t¨¦rminos equivalentes. Pero es evidente para los observadores que el Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN), aunque sea a¨²n la fuerza mayoritaria, ha perdido prestigio y apoyo en los dos a?os transcurridos desde que tom¨® el poder. Debido a que hered¨® un pa¨ªs arruina do por Somoza y los efectos de la guerra, el nuevo Gobierno no ha podido cumplir sus promesas de una elevaci¨®n del nivel de vida de los nicarag¨¹enses. Estos, a su vez a causa de su bajo nivel cultural y escasa conciencia pol¨ªtica, a veces no comprenden bien los gestos y la dial¨¦ctica de la revoluci¨®n.

El ejemplo cubano

La Prensa, el antiguo diario que dirigi¨® el asesinado Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, que ha pasado de ser un peri¨®dico liberal que contribuy¨® mucho a la ca¨ªda de la dictadura a una posici¨®n abiertamente beligerante contra el proceso revolucionario, afirm¨® recientemente con los datos de una encuesta, que s¨®lo el 30% de los nicarag¨¹enses apoya al sandinismo. La polarizaci¨®n pol¨ªtica que vive el pa¨ªs se refleja en los tres medios de comunicaci¨®n que se editan en Managua

Barricada, ¨®rgano oficial del FSLN, es una copia del Granma de La Habana, y El Nuevo Diario, que naci¨® de un sector disidente de La Prensa, sigue una l¨ªnea abiertamente revolucionaria sin matices. Ambos acusan a La Prensa de estar jugando el papel de El Mercurio chileno en los meses que precedieron a la ca¨ªda de Salvador Allende. Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, hijo, codirector, se defiende diciendo que "oponemos la objetividad americana a la cubana".

Cuba se ha convertido en el gran ejemplo de esta revoluci¨®n. Casi todo se copia mim¨¦ticamente de La Habana. No s¨®lo los anecd¨®ticos uniformes verde-olivo, sino tambi¨¦n las milicias, la organizaci¨®n del Ej¨¦rcito, de la seguridad, los comit¨¦s de barrio, las continuas consignas, el trabajo de intelectuales o funcionarios, un d¨ªa a la semana en la zafra o en la recolecci¨®n del caf¨¦, o la instituci¨®n del obrero ejemplar.

Los observadores hablan en Managua de la presencia en el pa¨ªs de un m¨ªnimo de 4.000 cubanos. Los viajeros procedentes de La Habana no necesitan pasaporte para entrar en Nicaragua y pasan por la aduana del aeropuerto sin tr¨¢mite alguno, seg¨²n testigos presenciales. Los cubanos han enviado fundamentalmente maestros, m¨¦dicos, enfermeras, que han hecho posible la campa?a de alfabetizaci¨®n -uno de los mayores logros de la revoluci¨®n- y una elevaci¨®n notable del nivel sanitario. La semana pasada estaba en marcha una campa?a contra la malaria. Hay asesores cubanos en todos los ministerios y su presencia es especialmente relevante -seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas- en el Ej¨¦rcito, en la seguridad del Estado y en las comunicaciones. Seg¨²n la agencia norteamericana AP, hay en Nicaragua 1.500 cubanos como asesores de seguridad.

El armamento del Ej¨¦rcito procede fundamentalmente de pa¨ªses del Este, incluidos los carros de combate T-55, cuya presencia en el pa¨ªs (medio centenar), procedentes de Argelia, Libia y Cuba, es dada como segura en medios diplom¨¢ticos y no es desmentida por el Gobierno. Las Fuerzas Armadas cuentan tambi¨¦n con cohetes tierra-aire de fabricaci¨®n sovi¨¦tica. Lo m¨¢s preocupante para Estados Unidos ser¨ªa la eventual llegada a Nicaragua de aviones Mig sovi¨¦ticos, para los cuales ya han sido entrenados pilotos nicarag¨¹enses.

Cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica

La situaci¨®n econ¨®mica es cr¨ªtica. La revoluci¨®n recibi¨® un pa¨ªs devastado por la guerra civil. Los sandinistas se encontraron al entrar en Managua que Somoza s¨®lo hab¨ªa dejado en los bancos quince millones de d¨®lares (cerca de 1.500 millones de pesetas) en divisas y una deuda exterior de 150.000 millones de pesetas. En los primeros meses, una elevaci¨®n de los salarios y la creaci¨®n de nuevos empleos en la Administraci¨®n -los sandinistas, seg¨²n la oposici¨®n, han triplicado la burocracia de la dictadura- aumentaron la capacidad de consumo de ciertos sectores. Pero esta alegr¨ªa monetaria, no respaldada por la capacidad productiva, pronto dio paso a la realidad.

La industria nacional no era capaz de responder a la demanda interna y hubo que dar luz verde a las importaciones masivas. Aunque se lograron reestructurar casi 50.000 millones de pesetas de la deuda exterior, ha sido necesario contratar nuevos cr¨¦ditos, con lo que el endeudamiento externo asciende a 200.000 millones de pesetas.

La ca¨ªda de los precios internacionales del caf¨¦ y del az¨²car -tradicionales productos de exportaci¨®n de Nicaragua-, con la consiguiente p¨¦rdida de divisas, obliga al pa¨ªs -seg¨²n fuentes empresariales- a un endeudamiento exterior diario de 130 millones de pesetas. Este a?o puede cerrarse con un d¨¦ficit de la balanza por cuenta corriente superior a los 40.000 millones de pesetas.

La falta de productividad, la indisciplina laboral y la excesiva politizaci¨®n, que se traslada tambi¨¦n a las f¨¢bricas, y la ineficienc¨ªa del sector p¨²blico, son algunos de los factores que agravan el panorama econ¨®mico del pa¨ªs. Comienza a sentirse escasez de algunos productos, como az¨²car blanco, arroz, pasta de dientes. La falta de d¨®lares -"en la Junta de Gobierno discutimos hasta partidas de cincuenta d¨®lares", confiesa Sergio Ram¨ªrez- dificulta la obtenci¨®n de repuestos para la maquinaria.

Sin embargo, Nicaragua no es un pa¨ªs pobre y en circunstancias normales deber¨ªa ser capaz de alimentar a su escasa poblaci¨®n. Pero el futuro es muy negro y la revoluci¨®n tendr¨¢ que explicar al pueblo que los pr¨®ximos a?os ser¨¢n a¨²n m¨¢s duros: con los actuales niveles de actividad y recursos ser¨¢ muy dif¨ªcil la reconstrucci¨®n del pa¨ªs y la recuperaci¨®n de la actividad econ¨®mica. "Si en 1980 vivimos una econom¨ªa subsidiada, en 1981 viviremos una econorn¨ªa de subsistencia", ha sentenciado el dirigente empresarial Enrique Dreyfus.