La nave "Columbia" regresa hoy anticipadamente a la Tierra
Agobiada por problemas t¨¦cnicos y como medida de precauci¨®n, la Administracion de la Aeron¨¢utica y del Espacio norteamericana (NASA) decidi¨® ayer que la astronave Columbia regrese hoy a la Tierra, tres dias antes de lo previsto. La nave aterrizar¨¢ en la base californiana de Edwards pasadas las diez de la noche, hora de Madrid.
La decisi¨®n final fue tomada en el centro espacial de Houston a primera hora de la ma?ana, y, aunque no se han explicado oficialmente sus razones, parece evidente que obedece a fallos en las unidades generadoras de energ¨ªa el¨¦ctrica. Una de las tres con que va equipada la nave fue desconectada, y el centro de seguimiento de Houston inspecciona telem¨¦tricamente las dos restantes desde entonces.Los portavoces de la NASA han se?alado que los otros dos generadores funcionan correctamente y probablemente podr¨ªan aguantar el viaje de cinco d¨ªas inicialmente previsto, pero los severos reglamentos de las misiones espaciales obligan a reducir al m¨ªnimo el vuelo cuando falla alg¨²n componente esencial.
La noticia del acortamiento del vuelo fue anunciada a los astronautas Joe Engle y Richard Truly por su compa?era Sally Ride, encargada ayer de las comunicaciones con la nave.
Brazo mec¨¢nico
Una de las principales misiones de Columbia era la de experimentar un brazo mec¨¢nico articulado de 15 metros de largo, prueba que se cumpli¨® ayer satisfactoriamente. Las excelentes im¨¢genes de televisi¨®n procedentes de la nave han mostrado los movimientos de la articulaci¨®n al salir de la cabina de carga.Este brazo, fabricado en Canad¨¢, y cuyo coste asciende a unos cien millones de d¨®lares (10.000 millones de pesetas), era dirigido desde el puesto de mando por el astronauta Truly. Su colega Ride, especialista - en este aparato, daba desde tierra las instrucciones precisas a la tripulaci¨®n sobre las maniobras necesarias. En futuras misiones operacionales esta verdadera pr¨®tesis electromec¨¢nica de un brazo humano -espalda, codo, pu?o y mano, aunque sin dedos, incluidos- ser¨¢ tambi¨¦n ojo de los atronautas, gracias a la precisa c¨¢mara de televisi¨®n instalada en su extremo.
Los astronautas iniciaron el viernes desde bien temprano un apretado programa de actividades que les hab¨ªa sido telegrafiado desde la base.
nstrucciones precisas concern¨ªan al empleo de su tiempo, t¨¦cnico y cient¨ªfico, durante toda la jornada. Entre otros trabajos, Engle y Truly han hecho observaciones metereol¨®gicas en Australia, Africa del Sur y Suram¨¦rica.
El regreso
Un complicado y preciso dispositivo de seguridad ha sido previsto en la base de Edwards para recibir hoy a la astronave. La Columbia aterrizar¨¢ sobre una pista de nueve kil¨®metros, situada en un lago desecado de 25 kil¨®metros de longitud.En la ¨²ltima fase de su entrada en la atm¨®sfera, la nave deja de ser un cohete para comportarse como un planeador, que a la velocidad de 320 kil¨®metros por hora s¨®lo tendr¨¢ una oportunidad para aterrizar.
Escafandristas equipados para soportar gases t¨®xicos, gigantescos camiones-ventiladores, 21 veh¨ªculos en diversas misiones de apoyo y hasta helic¨®pteros militares y paracaidistas estar¨¢n listos para intervenir, unos rutinariamente, los dem¨¢s en caso de urgencia.
Veinte minutos antes del aterrizaje de la nave todo el dispositivo estar¨¢ a punto.
Las previsiones meteorol¨®gicas en la zona no pasan de regulares, y aunque la NASA confla en que todo se desarrolle con normalidad, no se descarta un aterrizaje imprevisto en alg¨²n lugar del desierto californiano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.