La asignatura pendiente de Calvo Sotelo
LA DECISION de volver a acumular la Presidencia del GQbierno y la presidencia de UCD en una misma persona ser¨¢ contemplada por muchos como el t¨¦rmino de un largo e in¨²til viaje circular, que concluye justo en el punto en el que comenz¨®.Hace aproximadamente un a?o, el sector cr¨ªtico de UCD, embri¨®n de la actual plat¨¢forma moderada, levant¨® como bander¨ªn de enganche un programa de democratizaci¨®n interna, que inclu¨ªa renglones tales como la direcci¨®n colegiada, la separaci¨®n entre la Presidencia del Gobierno y la del partido, la representatividad proporcional de las corrientes en los colectivos superiores, la intervenci¨®n de los ¨®rganos colegiados en las decisiones y una activa participaci¨®n de las bases en la elaboraci¨®n de los programas. Junto a estas loables reformas organizativas, los entonces cr¨ªticos exig¨ªan tambi¨¦n una alteraci¨®n de la l¨ªnea pol¨ªtica del Gobierno presidido por Adolfo Su¨¢rez, tanto en sus contenidos legislativos como en su estrategia de alianzas. Se trataba, en suma, de desplazar la pol¨ªtica gubernamental hacia posiciones todavia m¨¢s conservadoras en educaci¨®n, costumbres, pol¨ªtica econ¨®mica y legislaci¨®n laboral, y de uncir el carro de UCD, mediante un pacto de legislatura y un eventual acuerdo para las pr¨®ximas elecciones generales, a la oferta de Alianza Popular, a fin de fraguar la gran derecha.
Que las reivindicaciones de democratizaci¨®n intema de UCD se propon¨ªan exclusivamente condicionar, primero, y derribar, despu¨¦s, a Adolfo Su¨¢rez, a fin de imponer otra l¨ªnea pol¨ªtica, era un hecho tan palmario que s¨®lo la inocencia o la mala fe pod¨ªan negarlo. El gambito de Adolfo Su¨¢rez, sacrificando la Presidencia del Gobierno para atrincherarse en la presidencia de honor y en el con trol de UCD, sorprendi¨® a sus adversarios. Sin embargo, el golpe de Estado frustrado del 23 de febrero, que ha alterado dr¨¢sticamente las reglas de juego de nuestro sistema pol¨ªtico, limit¨® el espacio para la maniobra del dimitido jefe del Ejecutivo y conden¨® de antemano las posibilidades de ¨¦xito de su estrategia. S¨®lo las contradicciones y la falta de decisi¨®n explican que el decreto de reunificaci¨®n haya tardado tanto en promulgarse. Un decreto que devuelve la pol¨ªtica del partido gubernamental a la anterior etapa de cesarismo presidencialista.
En la vacilante estrategia llevada a cabo, el trabajo sucio ha corrido a cargo de una campa?a de Prensa destinada a quebrar la resistencia del presidente de UCD, oblig¨¢ndole a dimitir, y a inclinar la balanza de la mayor¨ªa del congreso de Palma -el martinvillismo- del lado del presidente del Gobierno. La operaci¨®n ha tenido ¨¦xito, pero tal vez el asesinato de car¨¢cter que se ha perpetrado contra Adolfo Su¨¢rez signifique, a la larga, un coste demasiado elevado para la derecha gobernante y para el sistema todo. La decisi¨®n de Adolfo Su¨¢rez de dimitir del Comit¨¦ Ejecutivo es, tal vez, el primer paso para una salida paulatina de UCD y la b¨²squeda de un nuevo lugar -o de ninguno- en el espacio pol¨ªtico. En el pasivo del ex presidente fi guran abundantes renglones, inventariados y analizados por este peri¨®dico a lo largo de sus casi cinco a?os de trabajo al frente del poder ejecutivo. Tambi¨¦n las hemerotecas pueden servir, en este caso, para comprobar qui¨¦nes, cu¨¢ndo y por qu¨¦ razones criticaron o alabaron a Adolfo Su¨¢rez en sus a?os de esplendor y poder. Pero en el activo de ese balance existen tambi¨¦n m¨¢s cosas de lo que hoy se?alan quienes le niegan el pan y la sal, y parecen olvidar que el actual presidente del Gobierno y su sanedr¨ªn ministerial compartieron el poder hasta febrero de 1981 con Su¨¢rez, chivo expiatorio de los errores de algunos de sus m¨¢s estrechos colaboradores.
El compromiso de mantener a UCD dentro del centrismo reformista, como una opci¨®n distinta a la derecha representada por Alianza Popular, parece descansar m¨¢s sobre los sondeos de opini¨®n, que siguen se?alando como principal caladero de votos populares el espacio electoral fronterizo entre UCD y PSOE, que sobre principios ideol¨®gicos. Dada esa fundamentaci¨®n de la opci¨®n centrista, y dado tambi¨¦n que la plataforma moderada seguir¨¢ trabajando incansablemente por hacer triunfar sus tesis favorables a la alianza con Fraga, a la formaci¨®n de la gran derecha y a la subordinaci¨®n del poder civil frente a la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, la CEOE y los poderes f¨¢cticos, el futuro de UCD depende tanto de las alteraciones en las muestras demosc¨®picas como de la voluntad pol¨ªtica de Calvo Sotelo.
La gran inc¨®gnita, que s¨®lo el transcurso del tiempo podr¨¢ desvelar, es saber qu¨¦ se propone hacer el presidente con ese poder reunificado que tiene ya en sus manos.
La asignatura pendiente del presidente del Gobierno, aprobada ya con la inestimable ayuda del PSOE, las disciplinas de la pol¨ªtica econ¨®mica y los pactos auton¨®micos, y con la colaboraci¨®n de Coalici¨®n Democr¨¢tica y las minor¨ªas nacionalistas, la entrada en la OTAN es, casi exclusivamente, la desactivaci¨®n de las tramas golpistas, la celebraci¨®n del juicio del 23 de febrero, la afirmaci¨®n del poder civil y democr¨¢tico frente a las presiones institucionales y extraparlamentarias y la convocatoria de las pr¨®ximas elecciones generales en un clima de tranquilidad y desprovista de chantajes. Ya han desaparecido los pretextos del Gobierno para no rendir examen en esa dif¨ªcil materia, sin resolver la cual nada se habr¨¢ resuelto.
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