Cosechas perdidas, pantanos agotados y restricciones de agua en gran parte de Espa?a
Gregorio S¨¢nchez, El Figura para sus convecinos, tiene trescientos olivos, 140 cabras y una carpinter¨ªa. Esto ¨²ltimo es lo ¨²nico que no le falla en estos meses. Su pueblo, Fuente del Fresno, es uno de tantos y tantos de Espa?a en los que la sequ¨ªa ha golpeado duramente: ?Esto se llama los Estados del Duque, y tenemos un viejo fuero que permite a los vecinos de este pueblo y de otros tres cazar libremente y llevar los ganados a beber y a pastar. La tierra es de todos para esas cosas. Por eso hay mucho peque?o propietario de ganado y mucha gente que vive de la caza?. Pero ahora no hay caza, ni agua, ni pasto: ?Muchos no tienen dinero para comprar cebada o avena con la que mantener a los animales, y ya no pueden resistir?. Vamos a un olivar que crece en un desolado pedregal, donde algunos llevan las reses o las cabras muertas en las ¨²ltimas semanas. Hay restos por cualquier lado: ?Los cuervos, las liebres, que tambi¨¦n son carro?eras, o las perdices los hacen desaparecer pronto. No todas han muerto de sed, pero s¨ª se han enfermado o se han debilitado por la mala alimentaci¨®n ?.Los olivos languidecen aqu¨ª, como en toda La Mancha: ?Yo voy a quitar los m¨ªos. Me cuesta m¨¢s recoger lo poco que van a dar que lo que saque por ello. Adem¨¢s est¨¢n tan secos por dentro que aunque este a?o lloviera fuerte, y no se le ve cara de ello, tampoco dar¨¢n buena oliva. Por lo menos en dos o tres a?os no se reponen. Si los quito, renuncio para siempre, porque hacen falta luego lo menos cincuenta a?os para que vuelvan a crecer, pero es que esto es ruina?. Como todos los vecinos del pueblo, ha excavado un pozo: ?Me ha costado 50.000 duros, pero he encontrado un agua bastante buena con la que dar de beber a las cabras. S¨®lo que cada vez que saco agua tarda en reponer. Espero que no se seque, o que llueva antes que eso ?.
El hombre del tiempo
M¨¢s al sur, en Pozuelo de Calatrava, un lugar de La Mancha, Mauro Mu?oz Cano se levanta cada ma?ana antes de que amanezca; se sienta en su seco vi?edo y busca en el sol signos de los que deducir cu¨¢ndo va a volver el agua. A la puesta del sol volver¨¢ a su observatorio, otra vez en busca de datos que despierten su optimismo. Entre una y otra cosa escuchar¨¢ los partes meteorol¨®gicos de la radio y anotar¨¢ todo cuidadosamente. Sus vecinos est¨¢n contentos porque Mauro, conocido all¨ª como el hombre del tiempo, ha predicho lluvias para la segunda quincena de noviembre.
?El Sol me lo dice todo, por c¨®mo sale y se pone yo s¨¦ si va a llover. Y tambi¨¦n por la Luna. Las lunas van a noventa d¨ªas, corno las letras de los camiones; as¨ª que ahora estamos en la Luna de agosto, y en agosto me dijo la Luna que ahora llover¨ªa. Claro, que si de verdad llega a llover es porque hace tiempo que no conectan el parato. El parato tiene toda la culpa de lo que est¨¢ pasando. Nos est¨¢n envenenando la m¨®sfera, corno nos han envenenado el aceite?.
El parato es la torreta de la lucha antigranizo. Hay cuatro torretas en la zona, repartidas entre Ciudad Real, Torralba, Almagro y Pozuelo. Lanzan yoduro de plata para disolver los nublados cuando ¨¦stos anuncian pedrisco y aseguran, seg¨²n quienes los instalaron, reducir a un quinto las posibilidades de granizo. A Ram¨®n Gallego, concejal socialista del pueblo, un hombre mucho m¨¢s reflexivo y pac¨ªfico que Mauro Mu?oz, que se calienta tremendamente cuando habla del parato, tampoco le convence el invento: ?La verdad es que cuando ha tenido que granizar ha granizado igual con ¨¦l que sin ¨¦l. Y ahora ha funcionado del 15 de abril al 15 de octubre. En abril tuvimos aqu¨ª 55 litros de agua por metro cuadrado, y luego, nada?. Mauro Mu?oz se siente feliz al ver respaldados sus argumentos: ?Claro que no quita el granizo. Los cuartos es lo ¨²nico que quita. Es un invento de cuatro espabilaos para sacarnos los cuartos?.
Ram¨®n explica que hay que pagar quince pesetas por hect¨¢rea, y que cuando Pozuelo pidi¨® a Mie,uelturra, que queda dentro del area de influencia, que repartiera su parte proporcional, los miguelturre?os respondieron que de eso nada, que si quer¨ªan que lo pararan, que ellos no cre¨ªan en eso. Y termina: ?La verdad es que lo mismo ¨¦ste tiene raz¨®n, porque me han contado que los rusos pusieron esto en Mosc¨² cuando las olimpiad as para que no lloviera?.
Cosecha hundida
M¨¢s all¨¢ de las preocupaciones de Mauro por el parato, contra el que ya ha recogido 150 firmas, est¨¢ la realidad de este pueblo. El a?o pasado se recogieron 800.000 kilos de aceituna, y este a?o no se esperan m¨¢s de 18.000. De doscientos pozos, 190 se han secado ya. La situaci¨®n no es diferente a la que sufre una enorme ¨¢rea de Espa?a, la Espa?a seca, hoy m¨¢s seca que nunca.
Maurolo sab¨ªa desde la noche de San Juan. Cada noche de San Juan va al vi?edo a medianoche y enciende una hoguera. Import¨® la costumbre de Catalu?a, cuando hizo la mili en los Pirineos,una mili de posguerra, de cuarenta meses de duraci¨®n: ?Por c¨®mo se levanta el humo yo s¨¦ lo que va a pasar. El humo delata al viento mejor que nadie y yo apunto todo, mido con el reloj cada tres minutos los mov¨ªmientos que hace, y este a?o vi que esperaban tiempos muy duros?.
Su menuda figura se agita cuando se?ala para un lado y para otro, explicando los vientos que recorren la zona y los presagios que traen. Maneja cuatro puntos cardinales propios: viento Estrecho, viento Solano o Levantino, viento Gallego y viento Pirineo. ?El viento trae la m¨®sfera, y la rn¨®sfera trae la lluvia o se la lleva ?. El peor es el viento Gallego, que tambi¨¦n se llama viento de Cuernacabra, y viento de Cuernacabra hace llorar a los ni?os con barba?. Aqu¨ª muchos se quejan del viento Solano, porque viene irregular, con remolinos y muchas fuerzas, pero viento rebelde, agua remueve, y hace tiempo que nos est¨¢ haciendo falta?.
Se queda all¨ª, sentado en su piedra de siempre, esperando para ver la puesta del Sol. La amanecida no le anunci¨® la lluvia que ya esperaba de un momento a otro, no vio el cielo aborregao, a los tres d¨ªas mojao, pero no perd¨ªa la esperanza de ver a la ca¨ªda del Sol signos que adelantasen las precipitaciones por ejemplo, sol en ventana, agua ma?ana o sol en barra, trae el agua. Despu¨¦s, cuando el Sol se haya puesto, bajar¨¢ a la taberna del pueblo para comunicar a sus convecinos lo que ha visto y despertar el optimismo o la decepci¨®n, y al propio tiempo buscar¨¢ nuevas firmas contra el parato, porque de nada sirve que los vientos traigan lluvias si el parato las ahuyenta.
Sembrar en seco
Otro personaje conocido en Calatrava es Domingo Triguero, que se present¨® a senador por Alianza Popular en las elecciones generales de 1977. Tiene convicciones conservadoras, pero su carrera pol¨ªtica se frustr¨® por culpa de su espontaneidad de hombre de campo.
Cuando el partido le dio una cena del homenaje en Ciudad Real a Fraga, ¨¦l se levant¨® a los postres para preguntar qu¨¦ hab¨ªa hecho Fraga por la provincia para que le dieran una medalla, aparte de ir a cazar a ella. Domingo Triguero ca va pozos cada vez m¨¢s hondos en sus tierras para regar la remolacha y para dar de beber al ganado, ha gastado mucho dinero en compen sar la falta de piensos naturales y considera muy sombr¨ªo el panorama. Incluso ha tenido que hacer algo que ning¨²n agricultor que se precie debe hacer nunca: sembrar en seco. ?He empezado a sembrar en seco porque no pod¨ªa esperar m¨¢s. Lo suyo es esperar las primeras lluvias, para que crezcan las malas hierbas, y entonces roturas la tierra, las matas y despu¨¦s siembras el cereal, que con la tierra h¨²meda, con tempero, agarra divinamente y sale bien. Pero no se pod¨ªa esperar m¨¢s y los que estarnos sembrando en seco nos jugarnos la cosecha. Si ahora llueve un poco, la simiente se remueve, pero el suelo est¨¢ en seco, que en seguida se quedar¨¢ sin nada y la simiente no podr¨¢ tirar hacia arriba, se pudrir¨¢. Hace falta que llueva bastante para evitar ese pe ligro, y, en cualquier caso, el cereal tendr¨¢ que competir con las malas hierbas?.
A ¨¦l tampoco le hace gracia la lucha antigranizo, pero porrazones distintas que a Mauro: ?Pagamos eso y adem¨¢s pagarnos el seguro para caso de granizo, que no nos lo han rebajado desde que est¨¢ este sistema que dicen que lo evita. As¨ª que pagamos por dos lados. Yo creo que o sobra la lucha antigranizo o sobra el aparato este. Mauro tiene raz¨®n al decir que a los agricultores vienen muchos a sacamos los cuartos. Incluso le voy a decir una cosa: los agricultores somos los que les pagarnos las vacaciones a los que trabajan en todos los dem¨¢s
Cosechas p¨¦rdidas, pantanos agotados y restricciones de agua en gran parte de Espa?a
sectores. Usted nunca ver¨¢ a un agricultor de veraneo?.Petici¨®n de cisternas
Ignacio Barco tiene treinta a?os. Estudi¨® Derecho en Sevilla, pero le gusta el campo y prefiri¨® volver a ¨¦l que encaminarse hacia otra profesi¨®n. Ahora es presidente de la Federaci¨®n Agraria de Ciudad Real: ?La situaci¨®n es realmente mala. El olivar se ha perdido pr¨¢cticamente entero. Hay que tener en cuenta que recoger la aceituna cuesta mucho, casi el 50% de lo que da una cosecha media, as¨ª que cuando la cosecha es mala, como es este caso, no es rentable recogerla. La vi?a est¨¢ a un 45%. La remolacha ha salido adelante cuando ha habido a mano pozos para regarla, y en los dem¨¢s casos se ha perdido. El girasol ha sido nefasto; el calor dejunio se lo llev¨® por delante. Los cereales han bajado much¨ªsimo. Y lo que m¨¢s sufre es el ganado, que es ruinoso. El ganado vive del pasto en pr¨ªmavera y oto?o, de los restos de la cosecha en verano y s¨®lo en invierno hay que darle piensos. Pero con ¨¦ste, ya van dos oto?os y dos primaveras secas, sin apenas pasto, y ya es mucho tiempo recumendo al pienso, lo que supone un 2asto fuerte. La cebada est¨¢ entre catorce y diecisiete pesetas el kilo. Y luego est¨¢ el agua. Yo mismo tengo que traer agua de donde puedo, y mover cualquier cosa cuesta a peseta el kilo, as¨ª que cada cisterna de 12.000 litros me sale por otras tantas pesetas. Y en verano una vaca se bebe cuarenta litros de agua diarios, y si no se los das, te la cargas. Aqu¨ª, en la provincia, hay 600.000 ovejas y 60.000 vacas y las cisternas andan de un lado para otro. Se utiliza todo lo que se puede, incluso hormigoneras, para transportar el agua?.
Han sido dos a?os muy secos, pero no s¨®lo eso: ?Aqu¨ª contamos el a?o de septiembre a septiembre. Ya van dos muy secos, pero estamos entrando en el tercero, nos estamos comiendo ya noviembre y sigue sin llover. Todos esper¨¢bamos este oto?o con Ilusi¨®n, y como sigue sin llover estamos al l¨ªmite. Al menos esta vez hay algo bueno: que ya el problema no es s¨®lo del campo. Ahora, cuando llueva, la gente de ciudad, que va bajo el paraguas, no comentar¨¢ eso de que en el campo estaremos contentos por la lluvia, que se dice siempre, sin saber que, a veces, la lluvia nos hace polvo. No; ahora, cuando llueva, las ciudades se sentir¨¢n aliviadas, porque ellas tambi¨¦n han tenido problema, lo mismo que nosotros?.
Almad¨¦n y Alamillo
Al sur de la provincia de Ciudad Real, Almad¨¦n es una de las muchas ciudades que pasan sed. Las minas de mercurio necesitan las ,tres cuartas partes del agua que consume la ciudad, y eso lo le parece mal a nadie, porque m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n vive de eso. Jes¨²s, un chico joven y despierto que atiende la cafeter¨ªa-restaurante de la plaza, lleva con resionaci¨®n las restricciones: ?Esto es muy dif¨ªcil de llevar sin agua, porque el restaurante lleva mucho fregoteo; pero en las cuatro horas que hay de agua por la ma?ana tratamos de acumular todo lo posible. Claro que no siempre es posible yhay que hacer milagros para tenerlo todo limpio?. El bar, como todos los de Almad¨¦n, es un continuo desfile de jubilados o de hombres que ese d¨ªa no trabajan. El mercurio no permite bromas, y los hombres que van a la mina s¨®lo pueden trabajar, dos d¨ªas por semana, seis horas diarias. Y aun as¨ª, los hay que tienen que retirarse pronto, a los cincuenta a?os, o incluso antes, porque la salud peligra. A veces se acogen despu¨¦s a otro trabajo, corroo Genaro, el conserje del hotel, situado tambi¨¦n en la plaza, cuya profesionalidad se duele por la situaci¨®n: ?Llegan los viajeros por la noche y no pueden ducharse?.
Muy cerca, en Alamillo, un d¨ªa de cada dos la cisterna del servicio de bomberos de Almad¨¦n deposita 12.000 litros en el dep¨®sito conectado a tres fuentes del pueblo. Esta ma?ana acaba de llegar y hay cola en las fuentes. Un carrito de mano por vecino, ocho o diez recipientes de pl¨¢stico por carrito y una madriguera que va de mano en mano.
Antonia G¨¢lvez, una mujer mayor y enjuta, habla con inmensa tristeza de la situaci¨®n. Por momentos parece que va a llorar: ?Ya ve usted c¨®mo estamos. De nunca recuerdo una sequ¨ªa as¨ª. Las cose chas no han dejado nada, hay que vender el ganado porque no se le puede dar agua y la tierra est¨¢ seca, sin miaja de jugo, y ya no sabernos si podr¨¢ recuperarse. Mi ¨²nico consuelo es que somos solos mi marido y yo y nos apa?amos con poco. Los chicos est¨¢n en Bilbao y all¨ª espero que agua no les falte?.
Santa Eufemia
Pero Antonia G¨¢lvez a¨²n puede sentirse satisfecha de no vivir en Santa Eufemia, pocos kil¨®metros m¨¢s abajo, ya en C¨®rdoba. A Paco Pe?a se le ha estropeado el tractor le recogemos al borde de la carretera y nos pone en antecedentes: ?Aqu¨ª tenemos agua cada seis d¨ªas?. ?Cada seis d¨ªas? ?S¨ª, queda tan poca que s¨®lo se conecta una parte del pueblo y nos toca una vez cada seis d¨ªas. Media hora m¨¢s o menos. A veces es hasta dos horas, seg¨²n venga el caudal, pero la ¨²ltima vez, en mi casa fue un cuarto de hora. Aparte de eso, hay alg¨²n pozo, pero en cuanto que se les saca algo por la ma?ana se secan. Mi mujer baja muy temprano para lavar la ropa, pero si otras se le adelantan se queda sin agua?. Para Paco Pe?a, acogido al empleo comunitario, con 1.033 pesetas diarias cuatro d¨ªas por semana, a cambio de limpiar de piedras una finca del ayuntamiento, esta sequ¨ªa es s¨®lo un problema m¨¢s. El, como tantos hombres de estas zonas olvidadas, ha recibido como herencia secular una impresionante capacidad de resignaci¨®n ante las adversidades.
Quien lo pasa peor es Victoria S¨¢nchez, mujer del mec¨¢nico del pueblo y madre de tres chiquilios revoltosos: ?Al no poder usar la lavadora gastamos m¨¢s agua, porque para lavar a mano y aclarar se necesita m¨¢s. El agua de lavar y aclarar la guardo para el retrete, y hago a los chicos que se pongan de acuerdo para ir, porque no puedo estar tirando un cubo cada vez. Mi marido es mec¨¢nico y necesita mucha agua para lavarse despu¨¦s de la faena diaria. A los chicos, con lavarles la cara, las manos y los pies ya llega, pero a veces se escapan sin lavarse, con la excusa de que no hay agua?.
Alfonso Mu?oz, el maestro, vive en Almad¨¦n y suele traer algu?a elarrafa de aaua en el coche siempre que puede: ?Es que aqu¨ª, en la escuela, tenernos el botijo siempre vac¨ªo y los cr¨ªos se van a casa con la excusa de beber agua y tardan en volver. De todas formas, por mucha que traiga, se acaba en seguida. Y si no es a beber agua, los chicos tienen que salir a hacer sus necesidades, porque los servicios de la escuela no funcionan; no pueden funcionar sin agua; as¨ª que se van por ah¨ª. Les recornendamos que no lo concentren todo en un sitio, que se esparzan, y as¨ª lo hacen ?.
Depuradora in¨²til
Ya en Badajoz, la cola del pantano del Z¨²jar ofrece un paisaje lunar. Inmensas extensiones que antes estaban cubiertas por el agua aparecen ahora secas, con el terreno cuarteado. La carretera necesit¨® de un nuevo trazado cuando se construy¨® un pantano, trazado que inclu¨ªa un enorme puente, de m¨¢s de doscientos metros de largo y cuarenta de alto. Ahora aparece desnudo, absurdo, porque s¨®lo sirve para salvar un valle seco, de pendientes suaves. Junto al puente aparece una planta depuradora de agua, a cuyo servicio est¨¢ un joven ingeniero navarro, Javier Garc¨ªa, enviado por su empresa para cornprobar el funcionamiento. Est¨¢ perplejo. Tanto por lo que sus ojos ven, tan distinto del paisaje que ha dejado en Navarra, como por la inutilidad de su presencia aqu¨ª: ?Ya me dir¨¢ usted qu¨¦ podernos depurar aqu¨ª que no sea la arena. Lo m¨¢s que puedo hacer es apretar los botones para ver que los equipos se ponen en marcha?. Quedan peque?as charcas de agua, tablas, pero ese agua est¨¢ tan infecta, que no hay quien la depure. Aqu¨ª, como en todos los pantanos de la zona, han estado hasta hace poco los pescadores gallegos, con sus barcas, sacando lucios de hasta treinta kilos. Pero los ¨²ltimos se han muerto y se han podrido en el fondo de las charcas: ?Hemos hecho una conducci¨®n de urgencia para llevar ese agua a Puebla de Alc¨®cer, pero no hay depuraci¨®n posible. S¨®lo la pueden utilizar para las cisternas de los retretes, y en realidad este agua es lo mismo que lo que se lleva?.
La salida del pantano da al valle de La Serena, invadido por el azul del cielo y el amarillo del sol, los rastrojos y los cardos. Dos tonos a cual m¨¢s intenso. No hay otro color. Es una iron¨ªa que de aqu¨ª, de Valle de la Serena, el inventor del motor de agua, conocido como don Arturo por sus convecinos, muchos de los cuales aseguran que ha sido, secuestrado por los ¨¢rabes para que no propale su invento, aunque los testimonios m¨¢s serios aseguran que vive en Sevilla disfrutando una jubilaci¨®n.
Gabriel Sep¨²lveda, pastor de cayado y gorra, acostumbrado a dejar pasar pacientemente las horas, cuida sus trescientas ovejas, que mordisquean los rastrojos de la vieja cosecha: ?Lo normal ser¨ªa que estas tierras estuvieran ya roturadas y sembradas, pero como no hay lluvia... Algo cogen, pero no les basta. Hay que completarlo con cebada. Lo normal ser¨ªa que ahora estuvieran ya comiendo pasto, pero no lo hay. La cebada me sale a diecisiete pesetas el kilo, y cada oveja que est¨¢ criando se come un kilo ella sola, y las dem¨¢s, medio. El agua a¨²n la puedo sacar del pozo, pero ya hemos tenido que ahondarlo dos veces para que se secara?. Ya no cree en la tan reconocida habilidad de los pastores para leer en el cielo: ?Varias veces he cre¨ªdo que iba a lover, y luego, nada. S¨ª, hoy amaneci¨® con niebla, pero "niebla de ma?ana, tarde de solana". Algo muy raro est¨¢ pasando, porque ya han sido dos a?os secos, y noviembre va adelante y no cae gota?.
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