Se confirm¨® la orientaci¨®n negativa de las bolsas
En las sesiones burs¨¢tiles celebradas ayer se acentu¨® la debilidad del mercado, afectando las bajas a las cuatro bolsas, y extendi¨¦ndose la oferta a la pr¨¢ctica totalidad de los valores que se negociaron.Los bancos, el¨¦ctricas y los grupos industriales mantuvieron una clara orientaci¨®n a la baja, que era la clara demostraci¨®n de la retirada de ¨®rdenes de compra, en combinaci¨®n con el renacimiento de una oferta selectiva que aparec¨ªa ¨²nicamente centrada sobre aquellos valores que presentaban alguna demanda. Los cierres resultaron igualmente grises, aunque la falta de definici¨®n de una tendencia concreta hacen especialmente dif¨ªcil el acertar con los pron¨®sticos.
La indecisi¨®n de los inversores, en especial los institucionales, contin¨²a siendo la caracter¨ªstica que define el err¨¢tico comportamiento de las bolsas. Estos contin¨²an apreciando una serie de factores de dif¨ªcil evaluaci¨®n en el horizonte del mercado de valores, que van desde el condicionamiento puramente t¨¦cnico que representa la posibilidad de que los inversores extranjeros materialicen sus inversiones en valores espa?oles, hasta que el panorama pol¨ªtico vuelva a empeorar. Mientras las situaciones de liquidez son las preferidas por estos inversores profesionales.
La posibilidad de que los inversores extranjeros, que realizaron compras de valores nacionales en cantidades importantes a lo largo de los primeros meses de este a?o, comiencen a cursar ¨®rdenes de venta para realizar las plusval¨ªas acumuladas, constituye una especie de fantasma que consigue hacer perder el sue?o a m¨¢s de un gestor, sobre todo cuando recuerda cu¨¢l fue el comportamiento de estos inversores for¨¢neos en otras bolsas europeas. El per¨ªodo medio de sus inversiones se estableci¨® en torno a un a?o, y cumplido este plazo comenzaron a deshacerse de los t¨ªtulos adquiridos sin mayores miramientos.
En los pr¨®ximos meses de febrero, marzo y abril se cumplir¨¢ el a?o desde que los inversores extranjeros canalizaron sus flujos m¨¢s importantes hacia los valores espa?oles. Adem¨¢s, en los primeros d¨ªas del mes de enero numerosas sociedades, entre ellas bancos y el¨¦ctricas, proceder¨¢n al pago de sus dividendos.
Aparte de estas razones, que se podr¨ªan calificar como t¨¦cnicas, existe otro tipo de condicionantes de orden fundamentalmente pol¨ªtico, a los que ¨²ltimamente se ha venido mostrando especialmente sensible el mercado, y que contribuyen en cierta medida a incrementar el ambiente de desconfianza.
Los rumores sobre la inquietud en el estamento militar, la supervivencia de algunas rencillas internas dentro de UCD, los comentarios sobre la posibilidad de que hayan de ser adelantadas las elecciones de 1983, constituyen temas de comentario y discusi¨®n permanentes en los parqu¨¦s.
Mientras, en el mercado interbancario contin¨²a manteni¨¦ndose unos tipos de inter¨¦s lo suficientemente elevados como para garantizar una rentabilidad m¨¢s que sustancial sin tener que asumir ning¨²n tipo de riesgo, y los flujos de tesorer¨ªa acaban siendo desviados casi indefectiblemente hacia estos activos, en detrimento del mercado de valores, donde apenas se realizan operaciones de acompa?amiento cuando se produce alguna oscilaci¨®n de cierta importancia.
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