Juicio a S¨¢nchez Erauskin

En su d¨ªa, y, en un editorial de ese diario, enjuiciando la desproporci¨®n evidente entre las diversas peticiones fiscales y, penas que cotidianamente se barajan en los tribunales de justicia, se comparaba mi propio caso, director de Punto y Hora, con una petici¨®n fiscal de cuatro a?os y pico de prisi¨®n, y la petici¨®n fiscal presumible para los responsables de las muertes producidas por el aceite de colza.Hoy me encuentro en v¨ªsperas de comparecer ante la Audiencia Nacional. Se mantiene la petici¨®n. Se me acusa de Injurias al Rey.

Por mi parte entiendo que mi ¨²nico delito hab¨ªa consistido en realizar una cr¨ªtica pol¨ªtica utilizando un g¨¦nero tan period¨ªstico como es la simple terminolog¨ªa ir¨®nica. Se trataba de un editorial y se criticaba, desde un punto de vista determinado, la visita del Rey a Euskadi. Si es que ha llegado la hora de que la Prensa y los medios de comunicaci¨®n se conviertan en corifeos del poder, habr¨¢ que convenir en que he cometido un delito de "desviacionismo", nunca de injurias. La verdadera libertad de expresi¨®n, sin embargo, no se mueve en el terreno de las ortodoxias o en el papanatismo de lo oficial como norma suprema.

Espero, pues, que el jueves, a las 10.30 horas, en la Audiencia Nacional, el tribunal competente sepa entender que all¨ª se est¨¢ ventilando algo mucho m¨¢s importante que la simple condena del "director de una revista de provincias". / director de Punto y Hora de Euskal Herr¨ªa.