Desencanto en la Uni¨®n Sovi¨¦tica por la favorable acogida en Europa occidental a la propuesta de desarme de Reagan
En medios period¨ªsticos sovi¨¦ticos se transparentaba ayer cierto desencanto por las repercusiones en Europa occidental de las ofertas para el desarme hechas el mi¨¦rcoles por Ronald Reagan. "La primera impresi¨®n es que el truco propagand¨ªstico del presidente norteamericano ha alcanzado sus objetivos en los c¨ªrculos gubernamentales europeos, creando adem¨¢s cierta confusi¨®n entre la opini¨®n p¨²blica", comentaba ayer tarde un prestigioso periodista moscovita.
"La propuesta de Reagan no es en absoluto una soluci¨®n cero: retiren ustedes los cohetes SS-20, SS-4 y SS-5, que nosotros no implantaremos los euromisiles, pero la OTAN conservar¨¢ mientras tanto el resto de sus fuerzas y seguiremos apunt¨¢ndoles con mil proyectiles, propone ahora Washington. Esto es inaceptable y el propio Reagan lo sabe", comentaba la misma fuente.El hecho de que la Rep¨²blica Federal de Alemania mostrase su aprecio por la oferta de Washington ha preocupado especialmente en Mosc¨², seg¨²n se estima en medios period¨ªsticos occidentales de la capital sovi¨¦tica.
La URSS ten¨ªa ciertas esperanzas de que el pr¨®ximo viaje de Breznev a Bonn -que se iniciar¨¢ el domingo- sirviera para dulcificar las relaciones Este-Oeste.
El Gobierno federal, despu¨¦s de este viaje del l¨ªder sovi¨¦tico, Podr¨ªa influir ante EE UU para acercar los enfrentados puntos de vista norteamericanos y sovi¨¦ticos ante el inminente inicio de las negociaciones sobre euromisiles, que se abrir¨¢n en Ginebra el pr¨®ximo d¨ªa 30.
Esperanzas desinfladas
Ahora estas esperanzas parecen haberse desinflado bastante. Pero en Mosc¨² tambi¨¦n preocupan especialmente los efectos que pueda tener sobre la opini¨®n p¨²blica europea el discurso de Reagan del mi¨¦rcoles.
El Kremlin contemplaba con agrado el renacimiento del movimiento pacifista en Occidente, que podr¨ªa llegar a influir -por razones electorales- en las posiciones gubernamentales europeas.
Estas razones electorales podr¨ªan surtir sus efectos en el caso concreto de la Rep¨²blica Federal de Alemania, haciendo volver a Helmut Schmidt a sus anteriores posiciones, menos alejadas de las de los sovi¨¦ticos, confiaba hace unos d¨ªas un miembro del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la URSS, haciendo referencia a los posibles efectos favorables a la distensi¨®n que podr¨ªa tener el viaje a Bonn de Le¨®nidas Breznev.
Toda la Prensa sovi¨¦tica de ayer recog¨ªa ¨ªntegro el comentario publicado por Tass sobre las ofertas de Ronald Reagan. Los medios de comunicaci¨®n de la URSS insist¨ªan en calificarlas de "truco propagand¨ªstico" y acusaban a Washington de tratar de fantasear sobre los datos militares y disfrazar sus deseos de rearme, convirti¨¦ndolos en "iniciativas pac¨ªficas".
Los observadores occidentales en la capital sovi¨¦tica coinciden en destacar la gran rapidez con que la Prensa sovi¨¦tica ha comentado las propuestas de Washington , que no s¨®lo fueron contestadas de inmediato el mismo mi¨¦rcoles por la agencia oficial Tass, sino que tambi¨¦n eran criticadas en los matutinos de ayer, a pesar del adelanto con el que la Prensa sovi¨¦tica acostumbra a cerrar sus ediciones.
Esta ins¨®lita rapidez tendr¨ªa como finalidad -seg¨²n se estima en c¨ªrculos occidentales- tratar de contrarrestar los efectos del discurso de Reagan entre la opini¨®n p¨²blica occidental.
En ambientes pol¨ªticos de la URSS se pod¨ªa detectar, en las ¨²ltimas semanas, escasa fe en los resultados de las pr¨®ximas conversaciones de desarme en Ginebra. Ayer, estas expectativas hab¨ªan disminuido a¨²n m¨¢s.
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