El l¨ªder sovi¨¦tico no volver¨¢ de Bonn con las manos vac¨ªas

Los sovi¨¦ticos no parecen haber perdido completamente las esperanzas. Bonn ha mostrado su acuerdo con las proposiciones para el desarme hechas por Reagan el pasado mi¨¦rcoles, que Mosc¨² considera desiguales. El viaje que hoy inicia el l¨ªder sovi¨¦tico, Le¨®nidas Breznev, a la Rep¨²blica Federal de Alemania se prev¨¦ dificil. Las conversaciones de Ginebra sobre euromisiles amenazan en convertirse en un di¨¢logo de sordos. Y, sin embargo, los medios oficiales de Mosc¨² insisten en que Breznev no volver¨¢ con las manos vac¨ªas.

Desde que hace tres a?os Breznev viajara por ¨²ltima vez a Bonn, el mes de mayo de 1978, el canciller Helmut Schmidt ha ido cambiando sus posiciones, estima Victor Afanasiev, director del diario Pravda y miembro del Comit¨¦ Central del PCUS. "Hace tres a?os", comentaba el m¨¢s influyente periodista de la URSS, "Schmidt dec¨ªa que era muy peligroso sobrecargarse de armas at¨®micas, y ahora opina todo lo contrario: se ha convertido en el m¨¢ximo defensor de los planes norteamericanos y ha presionado en este sentido a los dem¨¢s pa¨ªses de la OTAN..., pero las cosas pueden cambiar. Desde que despunt¨® el movimiento pacifista comenz¨® a verlo de otra manera. Se acercan las elecciones y su carta principal es la distensi¨®n. S¨®lo defendiendo la distensi¨®n se puede ganar".VIadimir Katin, comentarista de la agencia oficial Novosti, tambi¨¦n es optimista: "La visita tendr¨¢ alg¨²n fruto, porque Breznev no hace nunca ning¨²n viaje en vano. Este es su tercer viaje a Bonn, y en los anteriores se obtuvieron resultados positivos. Esta vez tambi¨¦n ser¨¢ as¨ª".

Los euromisiles, centro de atenci¨®n

El tema de los euromisiles, una semana antes de que se inicien las conversaciones de Ginebra, estar¨¢ sin duda ma?ana en el centro de la entrevista que celebren Helmut Schmidt y Le¨®nidas Breznev. "Aunque la RFA tiene las armas at¨®micas sobre su suelo, el bot¨®n con que accionarlas est¨¢ en Estados Unidos. Por eso no creo que haya acuerdos concretos sobre euromisiles; pero s¨ª, en cambio, se pueden producir avances respecto a las conversaciones de Ginebra", opina Afanasiev.

Hace tres a?os, la visita a Bonn de Breznev fue saldada con una declaraci¨®n conjunta que Mosc¨² consideraba muy satisfactoria: Alemania Occidental aceptaba la existencia de un equilibrio militar entre el Este y el Oeste. Entre tanto sucedieron diversos hechos que fueron transformando el paisaje pol¨ªtico: la instalaci¨®n de los cohetes SS-20 en las regiones europeas de la URSS -que hab¨ªa comenzado un a?o antes de aquella visita- terminar¨ªa siendo considerada en Occidente como una ruptura del equilibrio armament¨ªstico. Washington decidi¨® la instalaci¨®n de nuevos euromisiles y Schmidt fue el l¨ªder europeo que m¨¢s ardientemente defendi¨® el proyecto. Entre tanto los tanques sovi¨¦ticos hab¨ªan entrado en Kabul y en Occidente crec¨ªa la desconfianza hacia Mosc¨².

Sigue vigente el equilibrio de 1978

Los medios de comunicaci¨®n de la URSS repiten de nuevo sus tradicionales an¨¢lisis en v¨ªsperas de esta visita: el equilibrio militar existente en 1978 sigue vigente en nuestros d¨ªas. Los SS-20 no han supuesto ning¨²n cambio respecto a sus antecesores, los S S-4 y SS-5. S¨®lo cuando Estados Unidos decidi¨® instalar los euromisiles se comenz¨® a hablar de los SS-20, que comenzaron a desplegarse en 1977. Si ahora se emplazan los euromisiles y Espa?a entra en la OTAN se romper¨¢ el equilibrio militar de forma favorable a Occidente, teniendo la URSS que obrar en consecuencia...

Los sovi¨¦ticos muestran su confianza en que Bonn y Mosc¨² terminar¨¢n encontrando un punto de acuerdo, aunque ni los m¨¢s optimistas piensen que eso se pueda lograr en la actual visita. Desde 1980, la RFA y la URSS tienen acuerdos comerciales firmados a largo plazo, cuya vigencia se prolonga hasta el a?o 2005. "Y si los pa¨ªses planifican sus relaciones econ¨®micas", afirma Katin, "es que no piensan preparar ninguna guerra".

El viernes, sovi¨¦ticos y alemanes occidentales conclu¨ªan los detalles de su m¨¢s importante acuerdo econ¨®mico: tecnolog¨ªa alemana para la construcci¨®n de un gasoducto a cambio de gas siberiano Washington se hab¨ªa mostrado en contra de este pacto comercial por considerar que podr¨ªa significar la dependencia energ¨¦tica de Europa respecto a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Al finalizar la construcci¨®n del gasoducto, el viejo continente recibir¨¢ 40.000 millones de metros c¨²bicos de gas, de los. que la tercera parte ir¨¢n destinados, en principio, a la RFA.

Pragmatismo en las relaciones econ¨®micas

A pesar del enfriamiento de las relaciones pol¨ªticas entre la RFA y la URSS, el m¨¢s severo pragmatismo se ha impuesto en las relaciones econ¨®micas. Despu¨¦s de la invasi¨®n de Afganist¨¢n -mientras Washington invitaba al bloqueo econ¨®mico-, ambos pa¨ªses incrementaron su comercio en un 38%. en relaci¨®n a las cifras registradas en 1979.

Seg¨²n algunos observadores, este hecho no es del todo ajeno a la gran prudencia mostrada por el Kremlin frente a la crisis polaca. Si la RFA necesita el gas siberiano, mayor es la necesidad que la Uni¨®n Sovi¨¦tica tiene de la tecnolog¨ªa alemana. Y, en caso de intervenci¨®n sovi¨¦tica en Polonia, Bonn no podr¨ªa cerrar los ojos, como -en cuanto a lo econ¨®mico se refiere- hizo cuando la entrada de las tropas sovi¨¦ticas en Afganist¨¢n.

Los temas de Polonia y Afganist¨¢n no estar¨¢n ausentes de las entrevistas de Breznev en Bonn, pero s¨®lo en el primero de ellos puede que se establezcan puntos de contacto: hay que ser prudentes, coinciden Bonn y Mosc¨². En cualquiera de los casos, estas dos cuestiones estar¨¢n fuera del comunicado conjunto.

Tambi¨¦n se tratar¨¢n las,relaciones interalemanas. Schmidt puede encontrarse en breve con su colega de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, Er¨ªc Hormeker, y la URSS tiene la oportunidad de dar ahora, discretamente, su opini¨®n al respecto. Una serie de acuerdos culturales y consulares p¨²eden ser tambi¨¦n concluidos aprovechando ,el viaje de Breznev. El contencioso de los dos pa¨ªses sobre Berl¨ªn occidental -que Mosc¨² no reconoce como parte integrante de la RFA- puede ser un obst¨¢culo para estas ¨²ltimas.

Entre estos temas no faltar¨¢ el de la repatriaci¨®n de los llamados alemanes ¨¦tnicos, minor¨ªa de la poblaci¨®n de origen alem¨¢n que lleg¨® al actual territorio sovi¨¦tico por invitaci¨®n de Catalina la Grande -hace dos siglos- y que, despu¨¦s de contar con territorios propios en las orillas del Volga, fueron repatriados a Siberia durante la segunda guerra mundial, guerra esta que, adem¨¢s, sirvi¨® para incrementar la minor¨ªa alemana de la URSS con refugiados y prisioneros.

A partir de 1970, los alemanes ¨¦tnicos que lo solicitaban empezaron a ser repatriados a la RFA. En 1975, el n¨²mero de los que abandonaban la Uni¨®n Sovi¨¦tica lleg¨® a ser de 10.000. Desde entonces, el ritmo ha ido decreciendo paulatinamente hasta la actual cifra de doscientos al mes.