La Santa Sede "congela" la remodelaci¨®n de los l¨ªmites diocesanos de Huesca y L¨¦rida

La Santa Sede no ha dado v¨ªa libre a la remodelaci¨®n de los l¨ªmites eclesi¨¢sticos aragoneses -tal como hab¨ªa aprobado la Conferencia Episcopal Espa?ola-, dando como raz¨®n que no est¨¢n definidos los l¨ªmites provinciales civiles entre Huesca y L¨¦rida.La afirmaci¨®n, vertida en una carta que dirige la Nunciatura en Espa?a al presidente de la Conferencia Episcopal, Gabino D¨ªaz March¨¢n, ha provocado una fuerte indignaci¨®n en Arag¨®n, cuyas autoridades califican el hecho de una intromisi¨®n inadmisible, de anticonstitucional y de ser posible causante de conflictos pol¨ªticos y religiosos inexistentes. Asimismo, en un telegrama dirigido a la Nunciatura, el presidente de la Diputaci¨®n General, Gaspar Castellano, pide la rectificaci¨®n de tales afirmaciones.

La lucha por lograr que una zona aragonesa fundamental (toda la franja fronteriza con L¨¦rida, con 110 parroquias, 80.000 personas, que suponen el 34% de la provincia de Huesca, buena vitalidad econ¨®mica y un rico patrimonio art¨ªstico que se considera espoliado) dejara de pertenecer a la di¨®cesis catalana para incorporarse a Arag¨®n, ha sido larga y dificultosa. Las acciones reivindicativas se han sucedido desde que el concordato de 1953 se comprometi¨® a hacer coincidir los l¨ªmites diocesanos con los administrativos, pero hasta febrero de este a?o no se consigui¨® que la Conferencia Episcopal espa?ola se pronunciara sobre la cuesti¨®n. Lo hizo a favor de las tesis aragonesas y del mandato de la Ialesia -expresado, por ejemplo, en el Concilio Vaticano II.

La oposici¨®n al proyecto ha sido patente en el obispo de L¨¦rida (que incluso prohibi¨® en 1978 que se realizara una encuesta entre los creyentes de la zona) y de quien se sabe se entrevist¨® recientemente con el presidente de Espa?a, el arzobispo de Toledo, Marcelo Gonz¨¢lez, amigo personal suyo.

Ahora, la carta de la Nunciatura que firma monse?or Francesco Canalini, encargado de negocios, dice que, tras ser estudiado el tema por la Santa Sede y habiendo consultado a los dicasterios competentes, se impone una dilata hasta que ?hayan sido definitivamente definidos los l¨ªmites de las provincias civiles y consigan la debida estabilidad?, afirma textualmente.

El obispo de Barbastro ha manifestado su asombro por esta opini¨®n de la Iglesia, y el arzobispo de Zaragoza ha intentado justificarla diciendo que s¨®lo implica un aplazamiento.

Los pol¨ªticos, en cambio, han tenido una reacci¨®n en¨¦rgica. El telegrama del presidente de la Diputaci¨®n General de Arag¨®n califica el escrito de ?lamentable, inexacto e inoportuno?; afirma que Huesca y L¨¦rida est¨¢n jur¨ªdica y pol¨ªticamente delimitadas y pide la rectificaci¨®n para que no se creen conflictos inexistentes.