Vicent Ventura no promueve un partido

De nuevo he de rogar que se me permita una aclaraci¨®n importante, al rrienos desde el punto de vista de los lectores valencianos, al titular publicado por EL PAIS el d¨ªa 20 de noviembre, en la p¨¢gina 16, donde se dice que "Vicent Ventura promueve un nuevo partido nacionalista". Los lectores que pasaron al texto ver¨ªan que no hay tal partido.Desde que en 1976 abandon¨¦ el que hab¨ªa contribuido decisivamente a fundar, el PSPV, hoy, integrado en el PSOE, no he vuelto a cometel, semejante temeridad. Ni lo volver¨¦ a hacer. Cumplo as¨ª un viejo prop¨®sito de enmienda que incluye tambi¨¦n el de no forniar parte de ning¨²n otro.

El ANEPV -y no ANE s¨®lo-, es decir, el Agrupament Nacionalista d'Esquerra del Pa¨ªs Valencia, es todav¨ªa un proyecto cuyo futuro depende de la acogida que tenga y, en su caso, decida la Assemblea General que habr¨ªa de celebrarse. La propuesta de sus promotores es, justamente, la de que no se constituya en partido, puesto que -traduzco- "no pretende la organizaci¨®n de una voluntad disciplinada alrededor de un conjunto de principios doctrinales parecidos. Por el contrario, pretende iii?luenciar sectores sociales con principios doctrinales diversos y diferentes planteamientos ideol¨®ricos de izquierda, pero con la aspiraci¨®n de evitar el desmoronamiento pol¨ªtico del Pa¨ªs Valenciano

Me parece que est¨¢ bastante claro qu¨¦ es lo que pretende el Agrupament, a cuyos trabajos de de organizaci¨®n me he incorporado cuando ya estaban en marcha y muy avanzados -respondiendo a una invitaci¨®n que me fue hecha-, en la que han participado y participan gentes de procedencias tales como el PCPV, el PSPV (PSOE), independientes de izquierda -entre los que me cuento-, ex militantes del PSAN, etc¨¦tera.

As¨ª pues, no s¨®lo no "promuevo un nuevo partido nacionalista"-, puesto que no se trata de un partido, sino que ni siquiera me corresponde el protagonismo que el titular de EL PAIS me atribuye -no as¨ª el texto, insisto-, sin duda debido a una inercia digamos que hist¨®rica. Precisamente, entre las condiciones que puse para incorporarme al proyecto, que me parece muy necesario, est¨¢n las de que me apartar¨ªa si se llegaba a convertir en partido -independientemente de que eso sea conveniente o no- y de que no jugar¨ªa ning¨²n papel destacado, puesto que tengo conciencia clara de que ese trabajo y esa representaci¨®n corresponden a gente con menos carga hist¨®rica y, por tanto, problem¨¢tica, y con menos edad. Afortunadamente, es esa la caracter¨ªstica de la mayor parte de los promotores y de los que, pre sumi blem ente, ser¨¢n sus componentes./