Rep¨²blica de insensatos

( ... ) Las viejas camisas, el pasado domingo, se concentraron en la plaza de Oriente, en Madrid. En medio de la multitud, una gran pancarta: "Por una rep¨²blica nacional". Las viejas camisas, vestidas tambi¨¦n por algunos j¨®venes, no ocultan sus viejas ideas. ?Y c¨®mo se implantar¨ªa el llamado Estado sindical, por el que se abogaba entonces, o la rep¨²blica nacional, que se reclama ahora, y que, con distintos nombres, son una misma cosa? Pues muy sencillo, por pelotas, tal como declaraba abiertamente la vieja canci¨®n. Ni urnas ni nada: por pelotas. La suya es una lectura genital de la voluntad popular.No enga?an a nadie, aunque sean los que m¨¢schillan. Han de hacerlo a la fuerza, para dejarse sentir, porque de otra forma pasar¨ªan inadvertidos. En nost¨¢lgica romer¨ªa consiguen reunirse unos cientos de miles, procedentes de toda Espa?a. Cantan y se desga?itan con sus gritos, y esgrimen impropiamente una bandera, que es de todos, que es s¨ªmbolo de paz y cuya asta no tienen escr¨²pulos en utilizar como instrumento de agresi¨®n, un medio id¨®neo para imponer sus soluciones a?oradas por pelotas.

?Qu¨¦ ser¨ªa esta Rep¨²blica nacional reivindicada el domingo en Madrid? Ser¨ªa un remedo de tantas autocracias que utilizan impropiamente el nombre de Rep¨²blica, como los reg¨ªmenes de Chile, Argentina, Bolivia. ( ... )

24 de noviembre