Francia permitir¨¢ que la "cumbre" europea se pronuncie sobre la adhesi¨®n espa?ola
Francia no se opondr¨¢ tajantemente a que la cumbre de jefes de Gobierno y de Estado de los pa¨ªses miembros de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), que re¨²ne hoy y ma?ana, viernes, en Londres, apruebe una declaraci¨®n de ¨ªndole pol¨ªtica reiterando la voluntad de la CEE de proceder a la integraci¨®n de Espa?a y de Portugal. "En todo caso, el Gobierno franc¨¦s no se opondr¨¢ si las autoridades espa?olas han reiterado su deseo de que la cumbre haga p¨²blico, de alguna forma, su voluntad de proceder a la ampliaci¨®n", se?al¨® a EL PAIS un alto funcionario de la Comunidad, que hablaba a t¨ªtulo personal.
, Los jefes de Estado y de Gobierno de los diez examinar¨¢n el texto que fue puesto a punto por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores el pasado d¨ªa 8 en Bruselas, y que s¨®lo provoc¨® una reserva por parte francesa. El ministro para las Relaciones Europeas, Andre Chandenagor, quiso que figurara en el acta que Par¨ªs vinculaba la suerte del documento "al progreso que experimentar¨¢n las negociaciones internas, especialmente en lo relativo a la pol¨ªtica agr¨ªcola mediterr¨¢nea". Fuentes oficiosas, pr¨®ximas a la Comisi¨®n Europea (¨®rgano ejecutivo de la CEE, cuyo vicepresidente, Lorenzo Natali, defiende que deben desbloquearse las conversaciones con Madrid), se?alaron ayer en Londres que, salvo en el caso de que Madrid hubiera pedido lo contrario, lo que no es l¨®gico, el Consejo Europeo deber¨ªa, de una forma o de otra, aludir a las negociaciones para la ampliaci¨®n.Hasta el momento, y pese a que Madrid no desea reconocerlo, el Ministerio de Santa Cruz, encargado de las negociaciones con la CEE desde que desapareci¨® el ministerio espec¨ªfico que ocup¨® durante a?os el propio presidente Calvo Sotelo, ha desplegado todas sus armas para lograr que la cumbre de Londres no se cierre sin que los diez recogan el problema espa?ol y quede vinculada la resoluci¨®n de sus problemas internos a la adhesi¨®n de los dos pa¨ªses candidatos.
No se trata, evidentemente, de aceptar las tesis de alg¨²n miembro de la CEE, seg¨²n las cuales no es posible negociar con Espa?a mientras que no queden resueltos los problemas relativos al presupuesto comunitario y m¨¢s concretamente a la reforma de la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n (PAC). Se trata de que los diez reconozcan, al menos, que no pueden resolver ese problema interno sin tener en cuenta paralelamente los problemas agr¨ªcolas que, plantear¨¢ la adhesi¨®n de nuestro pa¨ªs. Y la mejor forma para que los diez conozcan el verdadero alcance de ese problema es sentarse en la mesa de negociaciones y sacar el informe o documento sobre la agricultura espa?ola.
Como es natural, en Madrid, los negociadores espa?oles quieren que la cumbre de Londres recoja estos planteamientos de "forma positiva". Para ello ha buscado la colaboraci¨®n del Parlamento Europeo, donde hace una semana se aprob¨® una moci¨®n muy favorable a las tesis espa?olas, hasta el punto de que se ped¨ªa un compromiso de los diez para proceder a la ampliaci¨®n, como muy tarde, en 1984. La ofensiva cuenta tambi¨¦n con el respaldo de Natali, quien ha asegurado repetidas veces que ese calendario, jam¨¢s aceptado con los jefes de Gobierno o de Estado de forma oficial o oficiosa, era perfectamente factible siempre que las negociaciones se reabrieran inmediatamente.
El problema que se plantea ahora es cu¨¢l va a ser la reacci¨®n francesa. El presidente de la Rep¨²blica, el socialista Fran?ois Mitterrand, ha afirmado en algunas ocasiones que hay que apoyar a la democracia espa?ola y que la CEE, de acuerdo con los tratados fundacionales, no puede cerrar las puertas, sin m¨¢s a una democracia europea que solicita la adhesi¨®n. Pero la "buena voluntad pol¨ªtica" no se ha traducido en la pr¨¢ctica en un avance, por muy ligero que fuera. Las negociaciones agr¨ªcolas contin¨²an congeladas desde que Giscard d'Estaing, en plena campa?a electoral, anunciara la famosa pausa.
Mitterrand no puede, desde un punto de vista pol¨ªtico, oponerse a una declaraci¨®n sobre la ampliaci¨®n, pero puede lograr que se haga de forma que no haya merecido el esfuerzo de los espa?oles para lograrla; peor a¨²n, puede respaldar la posici¨®n de su ministro Chandenagor (opuesto, al parecer, al de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson) y confirmar que Francia no aceptar¨¢ la negociaci¨®n aut¨¦ntica con los candidatos mientras que no est¨¦ absolutamente segura de que la reforma de la PAC no perjudica, ni m¨ªnimamente, sus propios intereses. Si Fran?ois Mitterrand apoyara esta tesis en Londres, hoy y ma?ana, la adhesi¨®n de Espa?a estar¨ªa ya condenada y no podr¨ªa so?arse siquiera con entrar en el a?o 1984.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.