Mosc¨² empieza a tomar en serio las propuestas norteamericanas sobre el desarme nuclear
La Prensa sovi¨¦tica insiste con notable optimismo sobre los beneficiosos resultados de la cumbre de Bonn y comienza a sugerirse en Mosc¨² que las propuestas de desarme hechas por Ronald Reagan la semana pasada pueden ser fruto de la buena voluntad. Todos los medios de comunicaci¨®n de la URSS reiteran que las entrevistas entre el jefe del Estado sovi¨¦tico, Le¨®nidas Breznev, y el canciller federal, Helmut Schmidt, han servido para "tender puentes" entre Este y Oeste."Se han reunido las condiciones para perseverar activamente en la v¨ªa de la distensi¨®n y la cooperaci¨®n, al margen de las diferentes posiciones respecto a ciertos problemas sustanciales. Para obtener nuevos ¨¦xitos en este sentido, se necesita "obstinaci¨®n y buena voluntad", afirmaba ayer la ¨²ltima edici¨®n del semanario moscovita Tiempos Nuevos.
Seg¨²n coinciden en se?alar diversos analistas, este optimismo de la Prensa de Mosc¨² no obedece tan s¨®lo al deseo de buscar alg¨²n resultado concreto en el viaje de Breznev a Bonn. Tambi¨¦n existen indicios que hacen pensar que Mosc¨² empieza a tomar en serio las propuestas norteamericanas. En un principio, la oferta de desarme hecha por Reagan la pasada semana -desaparici¨®n de los cohetes sovi¨¦ticos SS-20, SS-4 y SS-5, a cambio de la no instalaci¨®n de los euromisiles norteamericanos- fue interpretada en la URSS como una exigencia maximalista con la que Washington trataba de boicotear las conversaciones sobre desarme que las dos superpotencias iniciar¨¢n el pr¨®ximo lunes en Ginebra.
Sin embargo, dos hechos posteriores hacen creer que los sovi¨¦ticos comienzan a pensar que la oferta de Washington es algo m¨¢s que una "maniobra propagand¨ªstica". Primero, la matizaci¨®n de Breznev en Bonn sobre sus anteriores proposiciones, planteando la retirada de "varios cientos" de sus cohetes a cambio de la no instalaci¨®n de los euromisiles. Segundo, el contenido de un discurso pronunciado el mi¨¦rcoles en Praga por Boris Ponomariov -miembro suplente del Politbur¨® y secretario del Comit¨¦ Central encargado de las relaciones con los pa¨ªses comunistas-, en el que ¨¦ste suger¨ªa la posibilidad de que Washington est¨¦ realmente dispuesto a llegar a un acuerdo. Seg¨²n la cita hecha del discurso por la agencia oficial checoslovaca CTK, Ponomariov dijo que el ¨²ltimo ofrecimiento de Reagan era "diferente a otras propuestas belicistas anteriores".
A pocos d¨ªas ya de la apertura de las conversaciones de Ginebra, en Mosc¨² se estima que la visita de Breznev a Bonn ha servido al menos para que Schmidt comience a convencer a sovi¨¦ticos y norteamericanos de que la otra parte trata tambi¨¦n de negociar con bueTia fe y pretende llegar a un acuerdo.
Queda por describir el contenido de las negociaciones de Ginebra. Occidente solo quiere hablar de euromisiles, y los sovi¨¦ticos insisten en globalizar la discusi¨®n.
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