Felipe Gonz¨¢lez acusa al Gobierno de incumplir sistem¨¢ticamente todos los pactos que suscribe
Felipe Gonz¨¢lez, secretario general del PSOE, puso en duda ayer, ante el Pleno del Congreso que debate los Presupuestos del Estado para 1982, la validez de la palabra del Gobierno en los diferentes pactos suscritos por el mismo con su partido, con otros partidos, con las comunidades aut¨®nomas, con los sindicatos o con cualquier otra organizaci¨®n. Nicol¨¢s Redondo, secretario general de UGT, minutos antes, hab¨ªa amenazado al presidente Calvo Sotelo desde la tribuna de oradores con un inminente oto?o caliente si no cambiaba su pol¨ªtica y hac¨ªa honor a los pactos suscritos. ?No hay persona m¨¢s radical?, dijo, ?que un moderado enga?ado?
.La gravedad de estas afirmaciones, inesperadas en una sesi¨®n que transcurr¨ªa de forma mec¨¢nica y con el objetivo de culminar el dictamen de los Presupuestos. se produjo tras la iniciativa del Gobierno a asumir una enmienda socialista relativa a una partida de ochocientos millones que figura en el proyecto de ley ?para actividades socioculturales y de formaci¨®n de los sindicatos?. Nicol¨¢s Redondo pidi¨® que se cambiara el ep¨ªgrafe por el texto del acuerdo firmado en junio por los ministros de Trabajo, Jes¨²s Sancho Rof, y de Econom¨ªa y Comercio, Juan Antonio Garc¨ªa D¨ªez, con las centrales sindicales UGT y CC OO. Redondo lev¨® el citado acuerdo que es el siguiente:
?La Administraci¨®n facilitar¨¢ a la firma de este acuerdo un inventar¨ªo de los inmuebles procedentes del patrimonio sindical acumulado, vacantes el d¨ªa 9 de junio de 1981?.
?En el plazo de un mes, la comisi¨®n de transferencias de la AISS (antiguo sindicato vertical) negociar¨¢ con las orqanizaciones firmantes del Acuerdo Nacional sobre Empleo, respectivamente, y asignar¨¢ en usufructo o cesi¨®n de uso a las organizaciones representativas de trabajadores y empresarios de todos los inmuebles citados?.
A primeros de septiembre de 1981 estar¨¢n entregados todos los locales que se hayan acordado en dicha negociaci¨®n, siempre que exista acuerdo previo respecto de los que correspondan a las centrales sindicales firmantes. Para aquellos inmuebles que sea necesario liberar se acordar¨¢ un plazo mayor en la negociaci¨®n a que se refiere el p¨¢rrafo segundo, dentro del plazo m¨¢ximo del 1 de octubre.
En los proyectos de Presupuestos Generales del Estado para cada uno de los a?os 1982, 1983 v 1984 se consignar¨¢ una partida de ochocientos millones de pesetas en concepto de subvenci¨®n a la consolidaci¨®n sindical en pesetas de 1982. Las centrales sindicales firmantes presentar¨¢n una propuesta para la distribuci¨®n de las citadas subvenciones. Estas tendr¨¢n car¨¢cter de a cuenta de cualquier futura liquidaci¨®n del patrimonio sindical acumulado. UGT y CC OO se comprometen a no plantear otras reclamaciones sobre el patrimonio sindical acumulado en un plazo de tres a?os.
El Gobierno, a trav¨¦s de Sancho Rof y en presencia del presidente, Calvo Sotelo, reconoci¨® la veracidad de tal documento. pero se neg¨® a incluirlo textualmente en los Presupuestos, y dijo que con el ep¨ªgrafe que aparec¨ªan los ochocientos millones en el proyecto de ley consideraban cumplido su compromiso.
Nicol¨¢s Redondo, desde la tribuna, insisti¨® en leer una y otra vez el texto para dejar patente el incumplimiento manifiesto del Gobierno ?por haber cedido a las presiones de la CEOE?, de lo que tan s¨®lo hace cuatro meses hab¨ªa firmado. Estamos a finales de noviembre, y no ha habido negociaci¨®n sobre la cesi¨®n de uso o usufructo de los locales de la AISS, y mucho menos se han entregado dichos locales, dijo Redondo. Los ochocientos millones, por otra parte, figura en el acuerdo como entregas a cuenta del patrimonio acumulado, y ahora?, a?adi¨®, ?se niegan ustedes a reconocerlo. Se ha montado toda una campa?a insidiosa, promovida por la CEOE, en la que se ha dicho que el pacto fue secreto y que se pretend¨ªa relegar a otras centrales, y ello es incierto. Pero ustedes que saben que es incierto?, a?adi¨®, dirigi¨¦ndose al Gobierno, ?y reconocen, porque no pueden hacer otra cosa, que firmaron esos acuerdos, los incumplen ahora de forma descarada y se pliegan a las presiones de la gran derecha?.
"Enga?o a los sindicatos"
??Qu¨¦ confianza podemos tener en ustedes para poder luchar contra el paro, contra el terrorismo y contra la crisis econ¨®mica?, se?or Calvo Sotelo, usted ha dilapidado un importante activo para el Gobierno. Ha enga?ado deliberadamente a dos centrales sindicales que est¨¢bamos llevando una pol¨ªtica moderada y responsable. Preveo un oto?o caliente. La radicalizaci¨®n de la derecha conduce inevitablemente a una radicalizaci¨®n del movimiento obrero si de inmediato no se modifica la pol¨ªtica" manifest¨® el lider ugetista.
Jes¨²s Sancho Rof, de nuevo, insisti¨® en que el Gobierno cumpl¨ªa los pactos con la inclusi¨®n que figuraba en el proyecto de ley de Presupuestos. Y asegur¨® que el Gobierno interpretaba en el texto del acuerdo que el compromiso en cuanto a la expresi¨®n ?a cuenta de cualquier futura liquidaci¨®n del patrimonio sindical acumulado? correspond¨ªa a los sindicatos, y no al Gobierno. Sancho Rof dijo que tal expresi¨®n significaba que la cantidad de ochocientos millones, a conceder por los Presupuestos de 1981 a 1983, deber¨ªan ser reintegradas por los sindicatos al Gobierno en el caso de que se procediera a la liquidaci¨®n del patrimonio acumulado.
UCD, tras pactar con el PNV la inclusi¨®n, en el ep¨ªgrafe pol¨¦mico del proyecto de ley, del t¨¦rmino ?centrales sindicales m¨¢s representativas?, para asegurar la presencia del sindicato nacionalista ELA-STV en el reparto de los ochocientos millones, derrot¨® la enmienda socialista. Nicol¨¢s Sartorius, en nombre del PCE, explic¨® por qu¨¦ hab¨ªan apoyado la enmienda del PSOE, y asumi¨® p¨²blicamente todo lo dicho por Nicol¨¢s Redondo. Sartorius, tras hacer un recuento de los distintos dict¨¢menes a favor de la devoluci¨®n del patrimonio acumulado, se dirigi¨® al banco azul y pregunt¨®: ??Qu¨¦ va a pasar con ese compromiso de cesi¨®n de locales si Garc¨ªa D¨ªez y Sancho Rof desaparecen la semana que viene del Gobierno??.
En explicaci¨®n de voto por el Grupo Socialista subi¨® a la tribuna Felipe Gonz¨¢lez, y en un clima de gran expectaci¨®n, con un lenguaje moderado en el tono, explic¨® con firmeza que era la tercera vez que se ve¨ªa obligado a intervenir sobre el tema del patrimonio en las Cortes. Tras referirse a los distintos dict¨¢menes y acuerdos que han reconocido que el Gobierno debe devolver a las organizaciones socioprofesionales el patrimonio sindical acumulado, manifest¨® que est¨¢bamos ante un problema de ?fuero, y no de huevo?.
?Lo que estamos presenciando es una vuelta atr¨¢s del Gobierno. En junio, este mismo Gobierno reconoce expl¨ªcitamente, igual que las centrales sindicales, que hay una vinculaci¨®n entre la cantidad y la finalidad para la que se hace la entrega de los ochocientos millones: a cuenta de un derecho?. Felipe Gonz¨¢lez dijo que este derecho es lo realmente importante, y no los ochocientos millones. Lo que ocurre es que el Gobierno ha firmado un documento y no lo cumple. Lo ha convertido en papel mojado, y en papel mojado se convierte la credibilidad de un Gobierno que no cumple.
El l¨ªder socialista dijo finalmente que un Gobierno que firma un papel y a los cuatro meses ¨¦ste no sirve, plantea un problema esencial de credibilidad, y puso en duda, ante la presencia callada de Calvo Sotelo, la validez de la palabra del Gobierno en los diferentes pactos.
Tras la intervenci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez, el ministro de Econom¨ªa y Comercio, Juan Antonio Garc¨ªa D¨ªez, tom¨® brevemente la palabra para asegurar que el Gobierno ha cumplido sus compromisos.
Por otra parte, el Pleno del Congreso, en una sesi¨®n muy r¨¢pida y con el objetivo de concluir en la misma el dictamen de los Presupuestos, aprob¨®, con escasas y poco importantes modificaciones, la mayor parte de los presupuestos de las distintas secciones ministeriales. Enrique Tierno Galv¨¢n, en el debate de la secci¨®n de Obras P¨²blicas, defendi¨® una enmienda del PSOE para que se incluyeran las cantidades previstas en los acuerdos municipales para ordenaci¨®n de planes parciales.
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