El r¨¦gimen brasile?o modifica la ley electoral para perpetuarse en el poder
Las restricciones electorales anunciadas el mi¨¦rcoles por el presidente brasile?o, general Jo?o Figueiredo, han suscitado gran indignaci¨®n en las filas de la oposici¨®n, que ha decidido iniciar una campa?a en defensa del "voto libre". Estas medidas restrictivas deber¨ªan favorecer ampliamente al Partido Democr¨¢tico y Social (PDS), actualmente en el poder, para el que se pronosticaba una estrepitosa derrota en las elecciones previstas para noviembre de 1983. En estos comicios deber¨¢n ser elegidos concejales, diputados de los Estados, diputados federales, senadores y gobernadores.
Una de las medidas m¨¢s duramente criticadas estipula que el elector s¨®lo podr¨¢ votar a candidatos de un solo partido. El PSD, fuertemente representado en los municipios, espera conseguir de esta forma la elecci¨®n autom¨¢tica de la mayor¨ªa de sus candidatos a niveles superiores, en los que generalmente dispone de menos mandatos.Gran parte de los ciudadanos brasile?os s¨®lo conocen de cerca a sus concejales, en su mayor¨ªa del partido gubernamental, y con tal de que sigan ejerciendo sus funciones estar¨ªan dispuestos a votar a favor de los candidatos oficiales para todos los dem¨¢s puestos.
Seg¨²n estimaciones publicadas por la Prensa, el PSD obtendr¨ªa, gracias a esta modificaci¨®n de la ley electoral, 19 de los 22 mandatos de gobernador, en vez de los cuatro que le otorgaban inicialmente los sondeos. Asimismo, el PDS conservar¨ªa la mayor¨ªa parlamentaria.
La obtenci¨®n de esta mayor¨ªa es fundamental para el r¨¦gimen, ya que determina la composici¨®n del colegio electoral que elegir¨¢, a finales de 1984, el sucesor del general Figueiredo.
Esta serie de medidas ha sido calificada por los portavoces de la oposici¨®n como el "Pearl Harbour de la democracia" y "pu?alada contra el aperturismo pol¨ªtico".
El Parlamento tendr¨¢ que dar un ¨²ltimo "visto bueno" a estas restricciones electorales, aunque, en opini¨®n de la mayor¨ªa de los observadores, se trata de una mera formalidad, ya que el PDS cuenta con una mayor¨ªa parlamentaria en ambas c¨¢maras.
Es m¨¢s, cualquier diputado del partido en el poder que vote contra este proyecto perder¨¢ autom¨¢ticamente su esca?o, en virtud de una disposici¨®n constitucional cuya aplicaci¨®n ha sido solicitada por el jefe del Estado.
El anuncio de estas medidas ha provocado la inmediata ruptura de las negociaciones sobre las modalidades electorales que se estaban desarrollando entre el Gobierno y la oposici¨®n parlamentaria.
A principios de semana la oposici¨®n formul¨® dos revindicaciones: que todos los dirigentes sindicales recientemente destituidos por el Gobierno, entre los que destaca el l¨ªder metal¨²rgico Lula (Luis Ignacio da Silva), puedan ser elegidos y que las elecciones generales se desarrollen en un solo y mismo d¨ªa.
En su comunicado, redactado en primera persona y en singular, el general-presidente Figueiredo afirm¨® que se hab¨ªa visto obligado a tomar estas medidas porque las negociaciones se encontraban "bloquedas", y que no estaba dispuesto a dejarse colocar "entre la espada y la pared".
Los dos principales partidos de la oposici¨®n, el Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) y el Partido Popular (PP), decidieron el mi¨¦rcoles adoptar una pol¨ªtica de obstrucci¨®n sistem¨¢tica a todos los niveles, desde el parlamentario hasta el municipal, pasando por el estatal. Ambos partidos estudian igualmente la posibilidad de constituir un frente com¨²n de oposici¨®n de cara a las pr¨®ximas elecciones.
Por su parte, Lula, que tambi¨¦n preside el Partido de los Trabajadores, opin¨® que estas medidas "desmitifican la farsa de la apertura pol¨ªtica".
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