El descontrol oficial permite cualquier decisi¨®n arbitraria sobre muchos objetos hist¨®rico-art¨ªsticos madrile?os
La Conferencia Episcopal Espa?ola ha incluido entre los temas de estudio en la actual Asamblea Plenaria el de su patrimonio art¨ªstico-cultural. El pasado 19 de mayo el Ministerio de Cultura remiti¨® un oficio, dirigido a organismos administrativos civiles y obispados, con el fin de pedir m¨¢ximas facilidades para la confecci¨®n de un inventario de las obras hist¨®rico-art¨ªsticas existentes en Espa?a. Ambas son dos decisiones significativas en la lucha contra el expolio de obras de arte sacro y en favor de la conservaci¨®n y recuperaci¨®n del patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico espa?ol. Pero contin¨²an los robos y las exportaciones ilegales.
Respecto de la iniciativa del Ministerio de Cultura se ha observado una importante resistencia en algunas di¨®cesis, como las de Santander y Orense, a la espera de que se pronuncie el episcopado en conjunto. En alguna di¨®cesis se ha ordenado incluso que se impida a los funcionarios del Ministerio de Cultura investigar en los museos catedralicios y colecciones de los templos. Los expertos juristas se?alan que, dado que el concordato de 1953 los acuerdos de 1979 entre el Vaticano y el Estado Espa?ol son claros en el planteamiento de este tema, es secundaria la postura del episcopado respecto del control y catalogaci¨®n del patrimonio art¨ªstico en poder de la Iglesia.
Madrid carece de museo diocesano y de inventario de obras
Tres a?os antes de que la di¨®cesis de Madrid celebre el primer centenario de su creaci¨®n, en 1885, todav¨ªa no se ha realizado un inventario completo de las obras de arte existentes en templos, conventos y dem¨¢s dependencias eclesi¨¢sticas, ni se ha formado un criterio favorable a la creaci¨®n de un museo diocesano. Aunque antes de fin de a?o, por razones de fiscal¨ªa, la di¨®cesis deber¨¢ comunicar al Estado con qu¨¦ propiedades cuenta.Por otra parte hay que se?alar que no existe identidad de criterios entre la delegaci¨®n de arte del arzobispado y otras fuentes consultadas en relaci¨®n con una posible desaparici¨®n de obras art¨ªsticas del ¨¢mbito eclesi¨¢stico: mientras el delegado de arte del arzobispado est¨¢ convencido de que si acaso, alg¨²n cura ha vendido alguna capa pluvial, otros hablan de "expolios" o de desidia en algunos casos.
El Concordato firmado entre la Santa Sede y el Estado espa?ol el 27 de agosto de 1953 establec¨ªa en el art¨ªculo 21 que "en cada di¨®cesis se constituir¨¢ una comisi¨®n que, bajo la presidencia del ordinario, vigilar¨¢ la conservaci¨®n, la reparaci¨®n y las eventuales reformas de los templos, capillas y edificios eclesi¨¢sticos declarados monumentos nacionales, hist¨®ricos o art¨ªsticos, as¨ª como de las antig¨¹edades y obras de arte que sean propiedad de la Iglesia o le est¨¦n confiadas en usufructo o en dep¨®sito y que hayan sido declaradas de relevante m¨¦rito o de importancia hist¨®rica nacional".
El acuerdo entre el Estado espa?ol y la Santa Sede sobre ense?anza y asuntos culturales, correspondiente al 3 de enero de 1979, establece en su art¨ªculo XV: "La Iglesia reitera su voluntad de continuar poniendo al servicio de la sociedad su patrimonio hist¨®rico, art¨ªstico y documental y concertar¨¢ con el Estado las bases para hacer efectivos el inter¨¦s com¨²n y la colaboraci¨®n de ambas partes con el fin de preservar, dar a conocer y catalogar este patrimonio cultural en posesi¨®n de la Iglesia, de facilitar su contemplaci¨®n y estudio, de lograr su mejor conservaci¨®n e impedir cualquier clase de p¨¦rdidas, en el marco del art¨ªculo 46 de la Constituci¨®n. A estos efectos y a cualesquiera otros relacionados con dicho patrimonio se crear¨¢ una comisi¨®n mixta en el plazo m¨¢ximo de un a?o, a partir de la fecha de entrada en vigor en Espa?a del presente acuerdo".
Buena voluntad, pero reservas eclesi¨¢sticas
A pesar de las consecuencias que trajeron a la Iglesia la desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal y y la guerra civil de 1936, los templos y conventos madrile?os albergan importantes tesoros art¨ªsticos. Se calcula que la Iglesia tiene bajo su custodia el 70% del acervo art¨ªstico que hay en nuestro pa¨ªs.En el caso de la archidi¨®cesis de Madrid, la resistencia celesi¨¢stica a la puesta en pr¨¢ctica de la normativa concordataria en esta materia se da por descontada. Existe una academia diocesana de San D¨¢maso, que se ocupa del patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico de la di¨®cesis, aunque sin capacidad decisoria, y se pretende llegar a una colaboraci¨®n efectiva con la Direcci¨®n General de Bellas Artes y con la Diputaci¨®n Provincial. Justamente hace una semana que se cre¨® la comisi¨®n del patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico de la provincia, adscrita al Ministerio de Cultura, y esto hace suponer una mayor cooperaci¨®n futura. Pero al no existir un archivo en regla en la archidi¨®cesis, ni un cat¨¢logo de obras, resulta dif¨ªcil un trabajo a fondo.
El delegado de arte del arzobispado, Juan Mart¨ªnez Palaz¨®n, explica estas lagunas. La di¨®cesis de Madrid ha estado politizada tradicionalmente. Su primer obispo, Narciso Mart¨ªnez Izquierdo, fue asesinado de tres disparos por el cura Galeote el domingo de Ramos de 1886, un a?o despu¨¦s de la erecci¨®n de la di¨®cesis. Por otra parte, desde antiguo la di¨®cesis se ha ocupado m¨¢s de resolver los problemas de supervivencia del clero -Madrid tambi¨¦n fue en un tiempo punto de inmigraci¨®n de curas pobres- y de construir, ahora, diez parroquias anuales que de crear archivos y componer cat¨¢logos.
Adem¨¢s existe una larga competencia entre Toledo y Madrid a nivel archivero. Roma ha pedido a la sede toledana que entregue a Madrid los documentos relativos a la Iglesia madrile?a, que a¨²n se encuentran en los archivos de aquella en base a la antigua dependencia. El documento vaticano lleva la fecha de constituci¨®n de la di¨®cesis madrile?a y todav¨ªa no se han celebrado conversaciones para la devoluci¨®n. Los trabajos en el archivo diocesano de Madrid, que estaba pr¨¢cticamente abandonado, se iniciaron tan solo hace cinco a?os, y a ello se dedican tres personas.
Una irregularidad que se produce en las parroquias, y que contraviene lo establecido en el c¨®digo, es la omisi¨®n de inventarios. Aunque no se hace, todo p¨¢rroco saliente est¨¢ obligado a presentar una relaci¨®n de lo que deja a su sucesor y enviar una copia al arzobispado. Esta irregularidad permite, al menos en teor¨ªa, que cualquier cl¨¦rigo con misi¨®n parroquial pueda enajenar obras de arte de su iglesia sin control superior.
Un cuadro del Prado para el dentista, como muestra de gratitud
Que urge establecer un control efectivo de parroquias y conventos para impedir por encima de todo la desaparici¨®n de joyas art¨ªsticas es patente. Jos¨¦ Luis Souto, ex vicepresidente de Adelpha, ha denunciado personalmente algunos desmanes cometidos en la di¨®cesis madrile?a. En 1968 fue desmantelada la capilla del Cristo de los Dolores, cercana a San Francisco el Grande. Al pedirse una explicaci¨®n sobre el destino que hab¨ªan tenido los retablos y un baldaquino, obra del Hermano Bautista, se dijo que los retablos hab¨ªan desaparecido en el incendio de un local en que hab¨ªan quedado almacenados. El baldaquino fue fotografiado por Jos¨¦ Luis Souto entre los escombros de la capilla.En un convento madrile?o en el que se encontraban tres tablas cedidas en dep¨®sito por el Museo del Prado se produjo recientemente otro desm¨¢n. La superiora, agradecida al dentista de la comunidad, no tuvo inconveniente en regalar al doctor un cuadro de Pereda del siglo XVII. El m¨¦dico lo vendi¨® a un anticuario, y s¨®lo por azar fue localizado y recuperado.
Los concejales de Buitrago guardan por piezas la custodia
Expolios de considerable importancia se han producido, despu¨¦s de la guerra civil, en algunos de los treinta templos considerados hoy como de inter¨¦s hist¨®rico-art¨ªstico en la capital de Espa?a. Por ejemplo, de la iglesia de San Miguel, encomendada al Opus Dei, faltan casi todas las esculturas barrocas. Seg¨²n la Historia de la Cruzada, obra nada sospechosa de parcialidad en favor de los republicanos, pr¨¢cticamente todas estas esculturas se recuperaron tras la guerra, como tambi¨¦n un tabern¨¢culo neocl¨¢sico. En 1946 este conjunto se encontraba todav¨ªa en la iglesia.Tapices flamencos del siglo XVIII han desaparecido despu¨¦s de la guerra de la iglesia de San Gin¨¦s y de la de Alcal¨¢ de Henares.
En algunos casos, los ciudadanos han tomado la iniciativa en la defensa de su patrimonio local. Por ejemplo, en el pueblo de Santorcaz. Hace unos diez a?os, la Guardia Civil de fronteras impidi¨® la salida ilegal de Espa?a de algunas tablas procedentes de este lugar. Ahora son los vecinos los que custodian estas obras de valor. Los concejales del ayuntamiento de Buitrago practican otro sistema para impedir que se prive al pueblo de su custodia de plata, tambien muy valiosa: la desmontaron en piezas y cada uno conserva un trozo.
Un problema como el de la seguridad de las obras de arte en poder de la Iglesia admite muchos tratamientos, no siempre satisfactorios. Un Cristo de marfil que se encuentra en la iglesia de Nuevo Bazt¨¢n est¨¢ protegido por un simple candado, y una colecci¨®n estimable de cobres se expone en la sacrist¨ªa del templo sin especiales medidas antirrobo. La Diputaci¨®n gast¨® medio mill¨®n de pesetas en la restauraci¨®n de estas piezas. Otro modo de "proteger" obras de especial valor es el de las monjas carmelitas de Boadilla, que mantienen en su convento el tesoro de la virreina del Per¨² y condesa de Chinch¨®n. Para visitarlo hace falta un permiso especial del cardenal, lo cual no enlaza muy bien con las disposiciones concordatarias. Las ¨®rdenes religiosas, seg¨²n Luis V¨¢zquez Fraile, experto de la Diputaci¨®n, presentan especiales dificultades a la labor de catalogaci¨®n e inventario. Los curas p¨¢rrocos, en parte, tambi¨¦n se resisten a la idea de tener que desprenderse de objetos de valor sacro para enviarlos a un hipot¨¦tico museo diocesano, aunque el arzobispado ya es favorable de antemano a que estas obras, una vez restauradas permanezcan en los lugares para los que se crearon.
Urge una ley del patrimonio
En el pr¨®ximo mes de enero se celebrar¨¢n en Madrid unas jornadas sobre el problema general del deficiente control sobre el patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico en la provincia. Los expertos estiman que debe aprobarse cuanto antes una regulaci¨®n legal, porque a¨²n sigue vigente la ley de 1933, claramente insuficiente. Madrid fue, en su d¨ªa, junto con Roma y Sevilla, la tercera ciudad del mundo con mayor n¨²mero de cuadros en sus templos. A pesar de la desamortizaci¨®n, de la guerra civil y de los incendios, las iglesias madrile?as conservan verdaderas riquezas pict¨®ricas, sobre todo de la escuela barroca madrile?a. El presidente de Feriarte, Antonio D¨ªaz Casariego, lanz¨® una llamada de alerta que tambi¨¦n es aplicable a este caso: resulta extra?o que el "bot¨ªn" de los grandes robos que se cometen de vez en cuando en galer¨ªas de arte y templos casi nunca aparece en Espa?a, y hay razones para suponer que existe una organizaci¨®n montada a tal efecto. Frente a esto no existen por el momento m¨¢s que instrumentos incompletos de control y represi¨®n. Todav¨ªa sigue en vigor la ley para la defensa del patrimonio nacional de mayo de 1933; mientras, se encuentra congelado en las Cortes el nuevo proyecto. Que urge esta normativa es claro a todos. Peri¨®dicamente, la piqueta interviene contra edificios sacros considerados de inter¨¦s hist¨®rico-art¨ªstico. Los fondos disponibles para restauraciones son demasiado reducidos. Desde 1976, la Diputaci¨®n madrile?a ha invertido en ello 120 millones de pesetas y para 1982 hay solicitados 115 millones, con destino a Madrid capital y 137 para la provincia. S¨®lo la restauraci¨®n de la iglesia mud¨¦jar de Valdilecha, cuyo expediente se ha incoado ya, significar¨¢ un gasto de quince millones. Y en la actualidad hay veinte expedientes en tramitaci¨®n. Entre tanto, cuadros arrancados de templos madrile?os cuelgan en museos y colecciones privadas de Villanueva y Geltr¨², La Coru?a, Santiago de Cuba y Londres, entre numerosos lugares. Como contrapartida, la mayor parte de los objetos art¨ªsticos que se subastan en Espa?a proceden del extranjero.
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