Situaci¨®n esperanzadora
Me piden comentar el partido de la m¨¢xima entre el FC Barcelona y el RCD Espa?ol para EL PAIS. El simple nombre del peri¨®dico ya me sugiere que en Catalu?a est¨¢n pasando fricciones, fracasos, peleas, tensiones, facciones, conspiraciones y hundimientos. Cuando uno compra este peri ico y ve que hay noticias catalanas se teme siempre lo peor, y habitualmente acierta. Lo peor es que pasado el susto a¨²n queda la tarea de convencer a los amigos no catalanes que nuestra situaci¨®n no es catastr¨®fica.La situaci¨®n futbol¨ªstica ha sido tan positiva en las ¨²ltimas jornadas que parece necesario cambiar de tono. Las ¨²ltimas jornadas han sido triunfantes para ambos clubes. Amplias goleadas, y para mi club, el Bar?a, la realizaci¨®n del mejor juego de la Liga. Por otro lado, el resurgimiento del catal¨¢n se ha ido imponiendo en ambas entidades. S¨ª, tambi¨¦n en el Espa?ol.
El Espa?ol ha hecho una buena caja. La cifra oficial no sobrepasa los veinticinco millones, pero parece que: su prudente presidente ha jugado a la baja. Los tres peri¨®dicos deportivos que tiene Barcelona -un r¨¦cord europeo- han barajado cifras m¨¢s altas. Para que lo fueran, el presidente constructor ofreci¨® el Camp Nou -y no el incorrecto Nou Camp- para que la taquilla de los m¨¢ximos rivales alcanzase las m¨¢s altas jotas. Catalu?a, con un paro medio superior al del conjunto de Espa?a, parece querer buscar la "quimera del oro". El Barcelona tiene super¨¢vit y el Espa?ol pasa estrecheces relativamente aceptables. Sin embargo, el orgullo espa?olista no ha aceptado lo que en el argot futbol¨ªstico catal¨¢n se llama "atravesar la avenida de Sarri¨¢".
El partido ha mantenido a un p¨²blico ampl¨ªsimo en vilo. Un jugador al que le ha costado abrirse paso, Vilches, muestra unas formas de magn¨ªfico ordenador. El juego fue alterno, y el p¨²blico, con las banderas blanquiazules y catalanas, por un lado, y con las banderas azulgranas y catalanas, por el otro, marcaban perfectamente unas alternancias continuadas. Sin embargo, el Barcelona aparec¨ªa como un equipo m¨¢s hecho. V¨ªctor, un jugador de antes de la guerra civil, completaba lo que falta siempre a un conjunto de grandes figuras. Maguregui tuvo al final de la primera parte un error psicol¨®gico, que no debe teneriam¨¢s un dirigente: una filigrana imprudente de Corominas contestarla con hacer saltar al borde del terreno a su sustituto, el joven extreme?o Job. Lattek tambi¨¦n gan¨® el partido y Maguregui lo perdi¨®.
La segunda parte fue basculando en favor del Barcelona. El primero en consagrarlo fue Simonssen -conocido por un catalanizado Simonet-, que est¨¢ pasando grav¨ªsimos avatares en la salud de sus familiares m¨¢s pr¨®ximos. A partir de ah¨ª se impuso el mecanismo de lo que un economista llamar¨ªa el proceso de la causaci¨®n acumulativa. Mientras el ataque del Barcelona se crec¨ªa, la defensa del Espa?ol se hund¨ªa. El resumen del partido se puede abreviar. Por el lado espa?olista, en una frase de su biling¨¹e himno, que sit¨²a al club "como el m¨¢s modesto entre los mejores". Por el lado barcelonista, en plena euforia y liderazgo, se podr¨ªa decir que "somos m¨¢s que una nacionalidad". Por mi parte, es hoy imposible decir que en Catalu?a todos son problemas, tensiones, etc¨¦tera; pues unos -los m¨¢s- han ganado y los otros han perdido ante el nuevo l¨ªder y con una buena primera parte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.