Otra muestra de la capacidad resolutiva azulgrana
ENVIADO ESPECIALLa capacidad resolutiva del Barcelona le permiti¨® ganar el partido en veinticinco ininutos, y golear a su rival de forma espectacular y en medio de un sensacional e incre¨ªble anibiente que elev¨® al f¨²tbol a la m¨¢xima potencia. Hay, que recurrir al t¨¦rmino de inenarrable para definir lo que supuso este derby, catal¨¢n que acapar¨® la atenci¨®n de toda la afici¨®n espa?ola. El Espa?ol, que luch¨® mucho, y a veces bien, aguant¨® en la priniera mitad y tambi¨¦n tuvo sus oportunidades ante la puerta de Artola, pero acab¨® a merced de los pupilos de Udo Lattek, quien, sin duda, ha conseguido un equipo distinto y mejor.
Tan s¨®lo los fieles seguidores espa?olistas pudieron salir defraudados o, al menos, disgustados de Sarri¨¢. El domingo, el choque catal¨¢n fue todo un espect¨¢culo, por encima de esta o aquella jugadas. En el primer tiempo no hubo mucha calidad, pero unos y otros se vaciaron sobre el c¨¦sped. Esto hizo que estos 45 primeros minutos fueran vistosos y entretenidos. Sejug¨® excesivamente en el centro del campo, porque las defensas abortaron cualquier intento de entrar en el ¨¢rea en busca del gol.
Ya en el primer tiempo se advirti¨® que los blanquiazules fallaban en su concepci¨®n defensiva. Los hombres claves azulgranas no estaban suficientemente sujetos, y esto constituy¨® un grave error, porque Lattek dispone de unas individualidades que envidia cualquier conjunto europeo. Mientras los azulgranas se cuidaron mucho de vigilar a los espa?olistas, y S¨¢nchez marcaba a Mara?¨®n, Estella a Mur¨²a, Olmo a Gim¨¦nez, y V¨ªctor, que cuaj¨® una soberbia actuaci¨®n, se encarg¨® de Vilches. Esto realza el hecho de que fuera el propio Vilches el que destacara sobre todos en el Espa?ol. La lucha que mantuvieron ambos en el centro del campo fue la que protagoniz¨® el encuentro.
Todo se acab¨® cuando Simonssen, en plena forma, marc¨® el primer tanto. El Barcelona se creci¨® y el Espa?ol se vino abajo, ante la tremenda avalancha de su rival. Fue a ra¨ªz de ese momento cuando ya no result¨® dif¨ªcil presagiar el triunfo azulgrana. Fue el fruto que lleg¨® tard¨ªo a la labor creadora de Estella, Esteban, Schuster y, V¨ªctor, que se hicieron amos y se?ores en el centro del campo. En el bando contrario, Vilvhes estaba un poco desamparado y, pese a multiplicarse, no pod¨ªa dar la r¨¦plica adecuada.
En veinte minutos el Barcelona destap¨® el frasco de las esencias. y, desde Artola, que atendi¨® al menos tres balones de gol, un Alexanco inexpugnable, y todos en orden y crecidos, la m¨¢quina barcelonista se puso en marcha una vez que se engras¨® debidamente. Tard¨® tiempo en ponerse en funcionamiento, pero en esos minutos finales dio muestras de poseer una capacidad resolutiva, muestra de que sus goleadas no son fruto de la casualidad.
Quini pudo el domingo escapar del secuestro a que le sometieron los defensas espa?olistas y, aunque ya no tiene nada que demostrar, brind¨® al respetable dos goles que llevaban su sello de hombre implacable en el ¨¢rea. El espa?ol se desarbol¨® y tuvo que bajar la guardia, aunque, eso s¨ª, muy dignamente.
La guinda la puso Schuster con su ¨²ltimo gol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.