Eleuterio S¨¢nchez: "En m¨ª sigue vivo el fantasma de la c¨¢rcel"

"En m¨ª sigue viviendo todav¨ªa el fantasma de la c¨¢rcel; de forma especial, por las noches. Cinco meses despu¨¦s de haber sido puesto en libertad sigo teniendo sue?os de c¨¢rcel y no acabo de creerme del todo que sea un ciudadano libre", declaraba Eleuterio S¨¢nchez, en otros tiempos mucho m¨¢s conocido como El Lute, en su casa de un barrio acomodado de la capital, horas despu¨¦s de que fuese puesto en libertad sin cargos, tras haber permanecido casi cuarenta horas detenido en relaci¨®n con un supuesto tr¨¢fico de armas, que la polic¨ªa sigue investigando al margen de su persona.

"Yo llevo una vida tranquila y met¨®dica desde que estoy en libertad. Al contrario del que ha estado en la c¨¢rcel, que suele moverse mucho, viajar y cosas similares. Pero yo me he quedado en casa y, de hecho, ahora estoy terminando mi cuarto libro", afirm¨®.La detenci¨®n de Eleuterio S¨¢nchez se produjo alrededor de las 10.30 horas del viernes pasado y el juez de guardia del Juzgado n¨²mero 15 de Madrid orden¨® su libertad, sin cargo alguno en su contra, a las 2.20 horas del domingo. La acusaci¨®n que pesaba sobre ¨¦l en el momento de ser aprehendido era, seg¨²n declar¨® Basilio Tal¨®n, detenido con anterioridad, la de poseer un arma que ¨¦ste le hab¨ªa entregado hac¨ªa cerca de dos a?os. Eleuterio S¨¢nchez, al poco tiempo de ser puesto en libertad, declar¨® que "este caso hab¨ªa sido una tonter¨ªa. Se han desproporcionado los t¨¦rminos. Yo no soy ning¨²n pistolero". Asegur¨® que el arma era una simple pistola de gas, que la guardaba en un caj¨®n de la mesa de despacho de su vivienda y que apenas recordaba la existencia de la misma en el momento en que fue detenido por funcionarios de la polic¨ªa.

Eleuterio confirm¨®, como ya se ha publicado, que la pistola se la hab¨ªa entregado el citado Basilio Tal¨®n -a quien hab¨ªa conocido en la c¨¢rcel de Carabanchel hac¨ªa tiempo- en el pub El Corzo, de la calle S¨¢nchez Barc¨¢iztegui, cuando ¨¦ste le hab¨ªa expuesto que ten¨ªa intenci¨®n de asesinar a su mujer porque se hab¨ªa fugado con su yerno y con el dinero de la familia. En esa ocasi¨®n -"todav¨ªa estaba en la prisi¨®n abierta de Alcal¨¢ de Henares", recuerda El Lute- le pudo convencer a Tal¨®n para que desistiera de su empe?o y le entregase el arma. En el local estaba presente, seg¨²n esta versi¨®n, un controlador a¨¦reo, y Tal¨®n le dijo a Eleuterio: "Toma este rev¨®lver y as¨ª asustas a los fachas, que te tienen mucha hincha".

Eleuterio S¨¢nchez explic¨® que en el momento en que fue detenido acababa de salir de su casa para comprar los peri¨®dicos, lo que hace habitualmente a esa hora despu¨¦s de desayunar. "Me di cuenta, cuando estaba dando un paseo por el parque de al lado de casa, como hago algunas ma?anas, de que unas siete u ocho personas estaban custodiando mi coche, un Peugeot 504. Alguien debi¨® de llamar a la polic¨ªa por el aspecto en cierto modo extra?o de esa gente, seg¨²n me dijeron m¨¢s tarde, aunque lo cierto es que ellos fueron quienes se identificaron como polic¨ªas y me pidieron que les acompa?ara a la comisar¨ªa de Arganzuela. Les dije que no ten¨ªan por qu¨¦ haberme detenido en la calle de esa forma y que pod¨ªan haber subido a mi casa, porque no ten¨ªa nada en absoluto que ocultar. En el coche en que me conduc¨ªan, les pregunt¨¦ el porqu¨¦ del arresto, a lo que me respondieron que se me acusaba de una presunta tenencia il¨ªcita de armas. No pude convencerles absolutamente de nada durante el trayecto".

El que fuera en su d¨ªa el recluso m¨¢s famoso del pa¨ªs coment¨® que ese mismo d¨ªa no lleg¨® a entrar en los calabozos, sino que estuvo retenido en las instalaciones de la comisar¨ªa hasta las nueve de la noche, en que acompa?¨® a los funcionarios a su casa, donde les entreg¨® el rev¨®lver, al tiempo que les dec¨ªa: "Pero ?tan castigado est¨¢ tener una pistola de gas?". La respuesta fue que estaban buscando una aut¨¦ntica, una de marca Rubi, del calibre 38, y que se estaba investigando "un caso muy complicado de tr¨¢fico de arrnas".

"Les coment¨¦", prosigue El Lute, "que se estaban equivocando de plano si pensaban que yo pod¨ªa haber tomado un arma en un lugar p¨²blico y despu¨¦s haberla escondido en mi casa. Que estaban tirando mal el penalti. Luego, las cosas, como se ha visto, se han aclarado a conciencia. No quiero opinar por el momento sobre este hecho; s¨®lo quiero salir al paso para que no se vuelva a caer en la leyenda de El Lute, que yo pretendo que la gente olvide de una vez, porque lo que pretendo es ser un ciudadano normal".