Solidaridad con Sajarov
LA HUELGA de hambre que mantienen desde el pasado 22 de noviembre Andrey Sajarov y su mujer, Elena Bonner, y de cuyo desarrollo se tienen noticias parciales, por la tradicional costumbre de las autoridades sovi¨¦ticas de aplicar la mano de hierro de la censura, plantea con toda su crudeza la implacable represi¨®n de las libertades que de manera selectiva se ejerce en la URSS.Las razones del padre de la bomba h para adoptar una actitud l¨ªmite de protesta, como constituye siempre cualquier huelga de hambre, se inscriben en el terreno de las razones estrictamente humanitarias y adem¨¢s la negativa a conceder un visado infringe una de las conclusiones mas novedosas del Acta Final de la Conferencia de Helsinki. Su reclusi¨®n en la ciudad cerrada de Gorki significa tambi¨¦n una seria vulneraci¨®n de uno de las m¨¢s; importantes conquistas en la lucha de los pueblos por la libertad y el progreso.
El mantenimiento de este tipo de actitudes represivas por los dirigentes sovi¨¦ticos constituye una palmaria demostraci¨®n de las razones que animan la disidencia del cient¨ªfico y su mujer y plantea una vez m¨¢s que la libertad es un bien escaso y perseguido, con independencia de futuras declaraciones formales y l¨ªmites fronterizos,
Una ola de pacifismo recorre en estos momentos Europa occidental y las capas de poblaci¨®n con mayor dinamismo hist¨®rico se encuentran enfrascadas en nuevos avances del progreso, frente a los nubarrones de la carrera de armamentos, la concentraci¨®n de poderes sociales en pocas manos y los sistem¨¢ticos intentos para recortar las libertades ciudadanas. Los primeros testimonios de solidaridad con Sajarov ha comenzado ya a remitirse a las autoridades sovi¨¦ticas no s¨®lo por razones ideol¨®gicas, sino tambi¨¦n por razones de estricto respeto al derecho a la vida. El compromiso de mismas capas sociales en nuestro pa¨ªs con este movimiento de progreso no puede quedar en los registros del aldeanismo ante un caso como ¨¦ste y seria consecuente uno pronunciamiento expreso de intelectuales, pol¨ªticos... en solidaridad con Andrei Sajarov y Elena Bonner, cuya disidencia frente al poder no resiste explicaciones infantiles y constituye un cap¨ªtulo importante de vigoroso ejemplo moral frente a los poderosos de cualquier signo y pelaje. Porque adem¨¢s la historia del cient¨ªfico sovi¨¦tico no puede ser bastardeada por quienes desde supuestos ideol¨®gicos inversos practican tambi¨¦n con igual diligencia el eterno manual de la represi¨®n y la dictadura.
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