D. M. Thomas: "Aunque no sea jud¨ªo, el holocausto pesa sobre m¨ª"
El autor de "El hotel blanco" present¨® su novela en Madrid
?El holocausto es uno de los acontecimientos m¨¢s terribles de la historia contempor¨¢nea, una destrucci¨®n sistem¨¢tica, organizada casi cient¨ªficamente, que transcurr¨ªa mientras yo era un ni?o?, dice el escritor ingl¨¦s D. M.Thomas, que ha venido a Espa?a a presentar su novela El hotel blanco. La historia, publicada en Espa?a por la Editorial Argos Vergara, recorre precisamente parte de la geograf¨ªa de los campos de exterminio nazis, en contraste con el personaje de Sigmund Fre¨²d. Y esto ocurre, dice Thomas, porque ?aunque no sea jud¨ªo, el holocausto pesa sobre m¨ª?.
Thomas es un poeta conocido en el Reino Unido. Sus versos han sido publicados en la prestigiosa, aunque minoritaria, colecci¨®n de poes¨ªa de la biblioteca Penguin. Pero su popularidad ha llegado realmente con esta novela, que es la tercera de las suyas, y que la misma editorial va a comercializar en ediciones de bolsillo despu¨¦s de un extraordinario ¨¦xito comercial en Inglaterra y en Estados Unidos.?Me dediqu¨¦ a la poes¨ªa hasta hace cinco a?os, en que escrib¨ª la primera novela, The flute player (El flautista), que obtuvo un premio en el Reino Unido y que tuvo una buena critica, pero que, en cambio, no vendi¨® demasiado. En Estados Unidos se reedita ahora con una faja que dice: "Del autor de El hotel blanco". Le sigui¨® una segunda novela, Birthstone, que, en realidad, es la primera que escrib¨ª, y ahora estoy con la cuarta?.
Thomas, algo m¨¢s de cuarenta a?os, con ese aspecto que los latinos consideran muy brit¨¢nico, incluso en el particular humor y en el martini dry, en las an¨¦cdotas de editoriales que cuenta -?La Editorial Picador rechaz¨® El hotel blanco. Ahora sufren mucho- y en la suave manera de estar qued¨¢ndose calvo, est¨¢ todav¨ªa sorprendido del ¨¦xito millonario de su novela. Y tiene, en el fondo, aunque no lo explicite, cierto miedo a que se considere lo suyo como algo de serie B, como el t¨ªpico supermarca m¨¢s all¨¢ de la calidad. Es un prurito de poeta el que le hace explicar su novela y, en esa explicaci¨®n, ver las razones de su ¨¦xito.
?De alg¨²n modo?, dice, ?todos vivimos en el hotel blanco, y siempre hay un holocausto personal. De todas maneras, la muerte es irremediable y viene a significar, a nivel individual, la met¨¢fora de lo que fue el holocausto a nivel hist¨®rico?. ?En contraste con ¨¦l?, dice, ?el an¨¢lisis de Freud significa, el cuidado por los seres humanos. En veinte o treinta a?os, el hombre se movi¨® del mundo humanizado de Freud al deshumanizado de Hitler?. Y eso es, precisamente, lo que le ha hecho escribir esta novela.
Preguntado Thomas sobre el resurgimiento del antisemitismo en Europa y en Am¨¦rica Latina, dice: ?Alguna gente de izquierdas o liberales puede distinguir con justicia entre ser antisionista y ser antisemita, pero para la mayor¨ªa de quienes se llaman antisionistas es una excusa: despu¨¦s del Holocausto, es la ¨²nica manera en que pueden permitirse ser antisemitas...?
?No es sorprendente que haya antisemitismo, porque la gente necesita proyectar sus propias sombras. Hay una hermosa novela, las Confesiones de un antisemita, de Von Rezzori, en la que describe las razones de una Europa antisemita a la que ¨¦l mismo perteneci¨®. Cuenta c¨®mo Alemania, despu¨¦s de que Hitler expuls¨® a los jud¨ªos, se sent¨ªa perdida porque los alemanes ya no ten¨ªan a qui¨¦n odiar... Desafortunadamente, la gente necesita chivos expiatorios. Freud hac¨ªa mirarse hacia dentro, urgar en los aspectos negros de la personalidad, por eso todos los dictadores y los pol¨ªticos que quieren una explicaci¨®n simple de la vida odian a Freud. Hitler quer¨ªa que los alemanes odiasen a los jud¨ªos. Stalin, que odiasen a Occidente y tambi¨¦n a los jud¨ªos. Franco, no s¨¦?.
Thomas dice que en Estados Unidos son muy sensibles a estos temas, que de ah¨ª el ¨¦xito de una noveta que est¨¢ escrita ?como un poema, como un libro de poemas o como una composici¨®n musical: de un texto urge otro, de unos temas surgen otros?. Tambi¨¦n dice que ?no hay gran diferencia entre su poes¨ªa y su novela?. ?La mayor¨ªa de los poetas en el. Reino Unido son poco fuertes, prefieren como temas? -y aqu¨ª duda- ?la... la vida social en Hampstead, por ejemplo. Yo siempre he preferido ir un poco m¨¢s al fondo de la psiquis, bucear un poco en el fondo del alma humana?.
Considera Thomas que la poes¨ªa inglesa ?se est¨¢ volviendo provinciana?. ?El Reino Unido?, dice, ?se desgast¨®, se qued¨® sin fuerzas a causa de la segunda guerra mundial. Se perdi¨® un imperio y a cambio no se obtuvo nada. Yo no creo que en estas condiciones, en un per¨ªodo de sequedad social, se pueda pedir nada interesante... Para un autor es necesario encontrar energ¨ªas en su propia sociedad, por eso los mayores escritores ingleses coinciden con el reinado de Isabel y la ¨¦poca victoriana. Ahora no existen. Por eso tengo que recurrir a la URSS?. No oculto el desconcierto que me produce esto ¨²ltimo, y explica: ?En la URSS, la lucha es muy clara, es un pa¨ªs de extremos, donde hay grandes escritores, como Pasternak, Solyenitsin o Anna Agmantova, y yo tengo la sensaci¨®n de que el arte es importante all¨ª?.
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