Aranguren: "Si el Ej¨¦rcito no se reforma, continuar¨¢ siendo un cuerpo extra?o a la sociedad moderna"

El acto de presentaci¨®n ayer, en el Club Internacional de Prensa de Madrid, del libro Diario abierto de un militar constitucionalista, del capit¨¢n de Caballer¨ªa y abogado Jos¨¦ Luis Pitarch, se convirti¨® en un an¨¢lisis de la actual situaci¨®n espa?ola, sobre todo en lo referente a temas castrenses y de relaci¨®n Ej¨¦rcito-sociedad. Jos¨¦ Luis Aranguren, uno de los presentadores del libro, junto con el diputado de Coalici¨®n Democr¨¢tica Antonio de Senillosa, el periodista V¨ªctor de la Serna y el autor, dijo que el Ej¨¦rcito es una instituci¨®n, como la Iglesia, que si no se reforma seguir¨¢ siendo un cuerpo extra?o a la sociedad moderna.

Despu¨¦s de la presentaci¨®n del acto por el editor del libro, Fernando Torres, el profesor Aranguren dijo que le satisfac¨ªa estar presente por lo que ello ten¨ªa de compromiso, dado que ?en estos momentos de tensi¨®n se echa de menos el sentido de la responsabilidad?. Jos¨¦ Luis Aranguren hizo a continuaci¨®n una serie de consideraciones sobre el papel del Ej¨¦rcito en la sociedad democr¨¢tica, se?alando que, como la Iglesia cat¨®lica, este es un ¨®rgano extra?o a la sociedad moderna, por su estructura jerarquizada y antidemocr¨¢tica.?Es un cuerpo que se ve a s¨ª mismo fuertemente independiente, con una jurisdicci¨®n propia y una ¨²ltima ratio, que es la fuerza de las armas?, a?adi¨® el profesor.

Aranguren aludi¨® a los pasajes del libro de Pitarch en que se mencionan estas cuestiones, comentando que ?como demuestran algunas figuras del C¨®digo de Justicia Militar, la moral estamental del militar es una moral de honor, por la que se creen poseedores del m¨¢ximo nivel de autoexigencia, por lo que, para ellos, el honor no militar es un honor residual, carente de valor?.

En la misma l¨ªnea de pensamiento, el profesor de Etica apreci¨® que ?la Iglesia, a trancas y barrancas, ha ido aceptando los cambios de nuestra sociedad, pero al Ej¨¦rcito le cuesta m¨¢s trabajo, aunque acate la legalidad. Esto ocurre porque no creen que nos encontremos en una situaci¨®n de normalidad?.

El profesor Aranguren concluy¨® asegurando que ?frente al miedo, el optimismo es un deber, siempre que sea un optimismo. razonado y reflexivo?.

Antonio de Senillosa opin¨® que tener miedo es admisible y l¨®gico, ?lo grave ser¨ªa que estuvi¨¦ramos asustados?. Del capit¨¢n Pitarch dijo que es ante todo un militar, ?un militar que no est¨¢ en la situaci¨®n de legalidad clandestina que ¨¦l mismo ha observado en algunos de sus colegas?. Despu¨¦s compar¨® el modelo de Ej¨¦rcito que Pitarch defiende con el de Monarqu¨ªa que Senillosa propugna desde hace a?os, diciendo que a ambas cosas les falta un largo camino, especialmente al Ej¨¦rcito, pero que, ?como aquel retrato que Picasso hizo a Gertrude Stein, ya se parecer¨¢n a lo que nosotros queremos que sean?. Se lament¨® de que no se hubiera sido m¨¢s en¨¦rgico con los militares golpistas despu¨¦s del 23-F y termin¨® diciendo que Pitarch ?era como el Doncel de Sig¨¹enza: en una mano siempre tiene un libro y en la otra una espada para defender a los ciudadanos?.

El periodista V¨ªctor de la Serna, que intervino a continuaci¨®n, se mostr¨® de acuerdo con las intervenciones precedentes, y aludi¨® a la condici¨®n period¨ªstica del libro recomendando la lectura de ?este largo y magn¨ªfico art¨ªculo?.

Antes del coloquio final, al que se incorpor¨® el diputado socialista y ex militar Julio Busquets, el autor dijo que procur¨® que la aparici¨®n del libro coincidiera con la celebraci¨®n del tercer aniversario de la Constituci¨®n, pero lament¨® ?que ¨¦stos sean tambi¨¦n unos d¨ªas conspicuamente tensos?. Afirm¨® que, ?como militar, hay ciertos temas de los que no debo hablar, y en el libro los he evitado, pero me niego a tener que irme a los pasillos de los cuarteles para hablar bien del Rey y la Constituci¨®n, como hac¨ªa hace a?os para criticar a Franco?.

Asegur¨® que formaba parte de una tradici¨®n de legalidad del Ej¨¦rcito espa?ol, de la que participaron hombres como Espartero, Riego y Prim, entre otros. Coincidi¨® con Aranguren y Senillosa en que el Ej¨¦rcito no entiende el lenguaje de la hipostemia, de la debilidad, sino el de la energ¨ªa. Sugiri¨® que los golpistas son instrumentados por ?una trama civil que no ha sido descubierta?, y concluy¨® con vivas al pueblo, a la Constituci¨®n, al Rey y a la libertad.