El general Cano Hevia pide un esfuerzo de todos para asimilar las libertades
?Todos tenemos que esforzarnos en tratar de asimilar mejor las libertades, en particular la libertad de Prensa. Los militares necesitamos mejorar nuestra capacidad de encaje; los periodistas, su sentido de la prudencia. Espero que de estos coloquios pueda sacarse una ense?anza y acercarnos a un objetivo: desdramatizar la situaci¨®n conflictiva entre Prensa y Fuerzas Armadas?. As¨ª resumi¨®, a t¨ªtulo estrictamente personal, el general Cano Hevia las conclusiones de las dos jornadas de foro abierto entre una treintena de periodistas y medio centenar de generales y jefes de las Fuerzas Armadas.
El general Cano inici¨® su intervenci¨®n de ayer formulando una pregunta y manifestando una cierta perplejidad por la petici¨®n que se hace a los militares de que expongan sus opiniones y se sinceren en la Prensa, al mismo tiempo que se les exige estrictamente que no intervengan en pol¨ªtica. Dijo tambi¨¦n que el mejor signo de respeto a su pueblo por parte de las Fuerzas Armadas de cada pa¨ªs es precisamente su no intervenci¨®n en la pol¨ªtica, y present¨® el caso de Francia, donde al Ej¨¦rcito, con simpat¨ªa, se le llama el gran mudo.El almirante Urcelaiz pidi¨® comprensi¨®n para el silencio de los militares, que estim¨® derivado de sus deberes profesionales, tal como lo se?ala el art¨ªculo 178 de las Reales Ordenanzas.
El comandante Barijo, de la Guardia Civil, se?al¨® que las Fuerzas Armadas quieren respeto, no reverencia ni, mucho menos, adulaci¨®n. ?No repele?, dijo, ?el halago, y lo consideramos m¨¢s da?oso que el ataque frontal. Nos duele el c¨®mo de las noticias, los adjetivos, los titulares. Comprendemos que los periodistas han de ser incisivos, pero no caninos que desgarran.
El general Ugarte habl¨® de la necesidad de ser veraces en las noticias, y se inclin¨® por respetar su libre interpretaci¨®n dentro de una actitud moderada. El general Cano insisti¨® entonces en la necesidad que los militares tienen de aprender a leer sin esp¨ªritu de jueces.
Las primeras intervenciones de los periodistas se?alaron la necesidad de hacer un esfuerzo para comprender la perspectiva del interlocutor. Explicaron la necesidad que la Prensa tiene de ganarse la credibilidad de los lectores, e insistieron en que la libertad no es un contratiempo, es un bien generador de otros muchos bienes. Es el ox¨ªgeno para la Prensa, pero tambi¨¦n necesario para las Fuerzas Armadas.
En otra intervenci¨®n se habl¨® de la necesidad de fundamentar el orgullo de las Fuerzas Armadas sobre otras bases distintas de las que tuvo en el pasado. Desde la Constituci¨®n de 1978 ha nacido la paz civil de todos los espa?oles. En definitiva, los militares insistieron en despejar los miedos de los periodistas y hacer protestas de abierta lealtad constitucional y respeto a la soberan¨ªa nacional. Los periodistas tuvieron ocasi¨®n de apreciar bajo qu¨¦ efectos surgen las susceptibilidades de sus interlocutores castrenses. Todos estuvieron de acuerdo en la necesidad de dar continuidad a estos encuentros, que introducen un factor insustituible: el del contacto personal en el que se disipan gran parte de las hostilidades.
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