La direcci¨®n saliente del PSOE de Madrid pide que cesen las tensiones internas
La direcci¨®n saliente del PSOE de Madrid pidi¨® ayer al congreso regional de su partido, durante la sesi¨®n inaugural, que se acabe con la tendencia de trasladar al partido la lucha parlamentaria entre un gobierno -en este caso la ejecutiva- y una oposici¨®n. El secretario general saliente, Joaqu¨ªn Leguina, dijo que lo mejor que pod¨ªa hacer la corriente izquierda socialista es disolverse, y explic¨® de nuevo su postura sobre la representaci¨®n proporcional solicitada por este grupo. La gesti¨®n de la direcci¨®n saliente obtuvo un 62% de votos favorables, un 26% en contra y un 11% de abstenciones, am¨¦n de algunas ausencias.
Los porcentajes a favor y en contra son inferiores a los que hab¨ªan anunciado, respectivamente, la ejecutiva saliente y la corriente izquierda socialista, y en cambio se increment¨® la abstenci¨®n, tras una dura sesi¨®n de cr¨ªtica a la ejecutiva.En su informe sobre la gesti¨®n desarrollada por la ejecutiva saliente el secretario general, Joaqu¨ªn Leguina, asegur¨® que la situaci¨®n ha mejorado mucho, destacando especialmente el hecho de que la federaci¨®n se ha puesto en l¨ªnea con la ejecutiva federal. ?Yo creo?, agreg¨®, ?que el hecho de que la Federaci¨®n Socialista Madrile?a se alinee con la l¨ªnea general del partido es bueno para todos nosotros?. Igualmente destac¨® que el PSOE madrile?o ya no es capaz solamente de movilizar a la poblaci¨®n en los momentos de convocatorias electorales, sino en la calle, ?como demostraron las manifestaciones del 27 de febrero y la m¨¢s reciente del 15 de noviembre, contra la entrada de Espa?a en la OTAN?.
Leguina hizo tambi¨¦n dos autocr¨ªticas sobre el funcionamiento del partido. La m¨¢s importante se refiere a la incapacidad para crecer en n¨²mero de militantes durante los dos a?os transcurridos desde el anterior congreso regional, si bien agreg¨® que ello se ha visto condicionado tanto por el desencanto producido en la izquierda por la rebaja ideol¨®gica de los partidos como por el hecho de que ?una persona normal es muy dif¨ªcil que entienda la forma de relacionamos entre nosotros?.
La sociedad y el partido
?Parece?, continu¨® Leguina ?que se trata de trasladar la lucha de clases existente en la sociedad al interior del partido: damos la sensaci¨®n de que este partido es inhabitable para cualquier trabajador que quiera entrar en ¨¦l No hemos sido capaces de desparlamentarizar al PSOE y s¨ªstem¨¢ticamente los compa?eros se ven obligados a tomar posici¨®n respecto a una ejecutiva, concebida como el Gobierno, y a una oposici¨®n. Esto no es positivo, porque la ejecutiva tiene que comportarse como un Gobierno que no puede perder ni una sola votacion si no quiere abrir una crisis?.Antes de la intervenci¨®n del secretario general saliente, Carmen Garc¨ªa Bloise, miembro de la ejecutiva federal, se hab¨ªa dirigido al congreso para pedir repetidamente que los delegados est¨¦n a la altura de su responsabilidad, que es la de pertenecer a ?la ¨²nica fuerza social capaz de vertebrar civilmente esta socie dad?. Carmen Garc¨ªa Bloise desarroll¨® asimismo diversos ar gumentos para demostrar la ne cesidad de responsabilidad al ha blar de que ?tenemos que ir pre parando esta organizaci¨®n para que nos sirva en el a?o 2000?.
Los miembros de la corriente de izquierda acogieron con escepticismo las palabras de Joaqu¨ªn Leguina, afirmando que ¨¦ste parece apuntarse el tanto de movilizaciones populares importantes, ?precisamente de aquellas que convocaban unitariamente las fuerzas democr¨¢ticas?.
La sesi¨®n de cr¨ªtica a la Comisi¨®n Ejecutiva proporcion¨® escasas referencias a los problemas municipales. No obstante, se produjo un incidente al afirmar Manuel de la Rocha -candidato de la corriente de izquierda a la secretar¨ªa general- que la ejecutiva hab¨ªa encubierto la corrupci¨®n de algunos ayuntamientos, o al menos que la diligencia aplicada al asunto Alonso Puerta no se correspond¨ªa con la de otros casos. Leguina contest¨® que eso era falso, y que si alguien cre¨ªa que la ejecutiva era encubridora, o se denunciaba en forma, o ser¨ªa considerado una calumnia.
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