El tel¨¦fono se ha convertido en la prolongaci¨®n del cord¨®n umbilical, seg¨²n Ronald Laing
![Andr¨¦s Ortega](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F0f703ba3-ab63-4ec6-b2d9-16dd251eb51a.png?auth=ce4b270d36a1e6c3150defefffbeef1b3c3465890f4ad8ba827b988ccc791d51&width=100&height=100&smart=true)
El tel¨¦fono se convierte en la prolongaci¨®n del cord¨®n umbilical, como ocurre con las serpientes, que dejan de ser un s¨ªmbolo f¨¢lico. Las nuevas teor¨ªas del psiquiatra Ronald Laing son coherentes con su l¨ªnea anterior y vienen apoyadas por publicaciones de otros investigadores. La psiquiatr¨ªa debe ayudar al individuo desde dentro y no, como un objeto, desde fuera. Laing vuelve a la carga con un nuevo libro que se publicar¨¢ en abril en el Reino Unido: La voz de la experiencia.
Hablar con Laing es toda una experiencia, o vivencia, como ¨¦l prefiere traducir el t¨¦rmino ingl¨¦s experience. En su casa al norte de Londres, a los 54 a?os de edad, Laing, uno de los creadores de la llamada antipsiquiatr¨ªa, sigue trabajando incansablemente y recibiendo a sus pacientes. Parece haber dejado atr¨¢s los poemas y otras formas de literatura, para volver a unas fuentes que recuerdan a Otto Rank, uno de los primeros psic¨®logos que habl¨® del ?trauma del parto?, que afecta posteriormente a los individuos. La vida del feto en la matriz condiciona su posterior desarrollo como individuo.Laing compara las pautas embriol¨®gicas con las psicol¨®gicas y m¨ªticas. Los ejemplos que da son numerosos, pero quiz¨¢ el m¨¢s gr¨¢fico sea el del tel¨¦fono. Algunos le tienen miedo, otros lo usan constantemente y muchos se sienten cortados. No es m¨¢s que la prolongaci¨®n del cord¨®n umbilical que nos un¨ªa a nuestras madres.
As¨ª, Laing relaciona este cord¨®n con las serpientes, que en la mitolog¨ªa representan a la diosa Luna, enrolladas en la diosa Tierra. ?Las serpientes.. son s¨ªmbolos f¨¢licos?, explica Laing, sugiriendo que ?estos mitos son m¨¢s bien una imagen de lo que se siente al estar dentro de la madre Tierra, en vez de, como es costumbre, mirarla siempre desde fuera?.
?Si la serpiente es un cord¨®n umbilical y no un s¨ªmbolo f¨¢lico?, prosigue Laing, ?pertenece tanto a la mujer como al hombre. Este es un cambio importante en la teor¨ªa de la sexualidad. Espero que les guste a las mujeres, que se han opuesto tanto a la teor¨ªa de la envidia f¨¢lica? El pene puede entonces volverse lo que Laing califica de ?imbilizado?, y el acto sexual se convierte en una relaci¨®n umbilical. ?Pero, claro est¨¢?, concluye Laing, ?el hombre puede llevarse el pene con ¨¦l y la mujer no?.
Laing ataca, pero no condena, el mundo de la ciencia objetiva. ??D¨®nde hay un lugar para las vivencias en este esquema de las cosas? El proyecto cient¨ªfico intenta ver lo que podemos descubrir eliminando la vivencia?. Esto nos ha llevado en la pr¨¢ctica, seg¨²n Laing, a la posibilidad de destruir la vivencia. Por un lado, los neutrones, la ciencia que divide, disecciona, y por otra parte, la bomba de neutrones, con la que podemos desaparecer en la nada.
Por ello, Laing se propuso examinar ese mundo de las vivencias y de las experiencias inconscientes que no encuentran lugar en la ciencia. ?En la Seguridad Social brit¨¢nica no se suele decir a un paciente que va a morir. La muerte no tiene ning¨²n valor de supervivencia, no tiene ning¨²n valor cient¨ªfico?. Lo mismo, dice Laing, ocurre con la experiencia del nacimiento.
A Laing le interesan estas experiencias, en las que no existe un ¨®rgano f¨ªsico -el cerebro-. As¨ª, ha estudiado casos de personas que hab¨ªan sido dadas por cl¨ªnicamente muertas y que se han recuperado. Se puede observar a alguien y sus ondas cerebrales, a un feto, pero no hay ning¨²n modo objetivo de decir lo que pueda estar en su alma, si existe, mirando a su cuerpo.
?Esto abre una zona de anarqu¨ªa epistemol¨®gica que permanecer¨¢ siempre abierta, lo que significa que ninguna pr¨¢ctica institucionalizada puede dominar este campo?, opina Laing.
Estos estudios han llevado a Laing a insistir en la condicionabilidad de los fetos. ?Nuestro computador comienza a desprogramarse desde el principio y se sabe que algunas reacciones qu¨ªmicas pueden afectar al futuro desarrollo psicol¨®gico del feto?, concluye Laing, explicando los ejemplos antes se?alados.
En cuanto a la situaci¨®n de la psiquiatr¨ªa, Laing no se siente optimista. ?El problema de encerrar a gente que no se desea no ha sido resuelto. Todas las sociedades han tenido este problema. No es una cuesti¨®n que s¨®lo pertenece a la psiquiatr¨ªa. La divisi¨®n de la medicina que se llama psiquiatr¨ªa puede perder su credibilidad si se siente que no trae los resultados que se esperan de ella?. A no ser que haya un cambio general del sistema, la funci¨®n de la psiquiatr¨ªa ser¨¢ redistribuida, opina Laing. ?La Inquisici¨®n se lo pas¨® a los psiquiatras a trav¨¦s de algunos a?os de indeterminaci¨®n, y los psiquiatras podr¨ªan tener que pasarla a otra camarilla?, termina diciendo Laing.
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