Separaci¨®n matrimonial

A finales de febrero de 1981, y de mutuo acuerdo con mi marido, decidimos separarnos de hecho, quedando bajo mi custodia nuestro hijo de cuatro a?os de edad, estableciendo un r¨¦gimen de visitas y convivencias del padre con nuestro hijo cada quince d¨ªas, los s¨¢bados y domingos. As¨ª se cumpli¨® hasta que, a finales de mayo, yo ingres¨¦ en la UVI de la Cl¨ªnica de la Concepci¨®n, gravemente afectada por el s¨ªndrome t¨®xico. Al d¨ªa siguiente, dada la gravedad, y avisado por mi familia, mi marido se hizo cargo del ni?o. Durante veinticuatro d¨ªas permanec¨ª en la citada UVI entre la vida y la muerte y, por tanto, no pude ver a mi h¨ªjo. Despu¨¦s estuve. otros quince d¨ªas ingresada. A partir del alta hospitalaria empez¨® mi verdadero calvario: resulta que mi marido se convirti¨®, adem¨¢s de padre, en juez, y, al principio, decidi¨® dejarme ver a nuestro hijo cuando a ¨¦l le ven¨ªa bien y siempre en su presencia.Pero ocurri¨® el hecho de que se iniciaron los tr¨¢mites de saparaci¨®n ante el juez y fue cuando ya, de forma definitiva, mi marido me anunci¨® que no ver¨ªa m¨¢s al ni?o mientras que no hubiera sentencia judicial. Recurr¨ª a mi abogado y me inform¨® que, mientras no salieran las medidas provisionales, tanto derecho ten¨ªa yo como ¨¦l a tener al ni?o, y que si mi marido no acced¨ªa a ello dialogando, me aconsej¨® que fuera a la guarder¨ªa donde se encontraba nuestro hijo y pidiera que me lo dieran. En la guarder¨ªa me lo negaron ampar¨¢ndose en que el padre lo hab¨ªa prohibido.

Ya llevo dos meses sin ver a mi hijo y no s¨¦ c¨®mo solucionarlo. Las medidas provisionales pueden salir para mediados del mes de enero. Y entonces ser¨¢n ya tres meses. /