Polonia: no basta la condena

( ... ) Desde 1917 hasta este tr¨¢gico 1981, la curva se ha cumplido. Quiz¨¢ haya gentes que a¨²n conf¨ªen en el bloque donde hab¨ªan situado sus sue?os. Ya se sabe que la conciencia va por detr¨¢s de los hechos. El final de una ¨¦poca es muy largo. Es posible que algunos o muchos a¨²n se aferren a las razones del Estado del bloque llamado socialista y sigan pasando por encima de cad¨¢veres, por encima del pueblo. All¨¢ ellos. ( ... ).Estamos en el final de un sue?o colectivo y, por lo mismo, estamos pisando la dudosa luz de otra nueva era, de nuevas alternativas para la izquierda europea, ya explicitadas, ya apuntadas a lo largo de estos a?os en los que la frustraciones hab¨ªan conducido a la necesidad de una izquierda europea, cr¨ªtica respecto a los dos bloques, formada por socialistas y eurocomunistas.

Polonia hace estragos en el eurocomunismo. A pesar de su posici¨®n inequ¨ªvoca respecto al socialismo "real". A pesar de todo. el r¨®tulo comunista queda salpicado por la sangre de los mineros polacos. Se dir¨¢: tambi¨¦n hubo Checoslovaquia y la condena de aquello le salv¨® al PCE y a otros PCs. Gracias a la nueva pol¨ªtica respecto al socialismo real, muchos siguieron en el PCE y otros muchos entraron. Pero las cosas con Polonia no son lo mismo ahora, aunque la direcci¨®n del PCE haya hecho la misma condena que cuando fue derrocado Dubcek. ( ... ).

25 de diciembre