El pasado dentro del presente

( ... ) Con precisi¨®n y perfecci¨®n formal, el Rey situ¨® el n¨²cleo de su mensaje en tres puntos que podemos sintetizar as¨ª. El primero fue, tras el reconocimiento de que Espa?a tiene dificultades por delante, la afirmaci¨®n, de estirpe machadiana, de que "m¨¢s que en las dificultades del camino hemos de pensar en el camino mismo". Manera elegante y exacta de decirnos que el temor y el exceso de cautelas paralizan, y que Espa?a no est¨¢ para esos lujos, porque necesita a todos sus hombres en activo.El segundo, directamente enlazado con el anterior, alude a cu¨¢l es ese camino a seguir sin miedo: "Tenemos una Constituci¨®n que se ha dado a s¨ª mismo la mayoria del pueblo espa?ol. Al obedecerla y respetarla estamos ya en ese camino que hemos de recorrer sin dudas ni vacilaciones para vivir en un Estado de derecho. No hay m¨¢s alternativa v¨¢lida ni puede pensarse en otras soluciones impuestas por minor¨ªas...". Nada puede esclarecerse de una afirmaci¨®n que es pura luz.

El tercer punto ofrece a los espa?oles un ejemplo de moral integradora, pues obviamente se refiere al aval humano e hist¨®rico en que se apoyan esas minor¨ªas aludidas en el punto anterior: "No nos esforcemos en cambiar un pasado que existi¨® y que hemos de asumir con sus realidades, sus hechos, sus recuerdos y sus hombres. Unos recuerdos que han de ser respetados y unos hombres cuya colaboraci¨®n es necesaria, porque no podemos prescindir de ning¨²n espa?ol dispuesto a trabajar decididamente por su patria".

26 de diciembre