La "grandeur"
Una vez me preguntaba Ferrer-Salat, ingenuamente (ah la ingenuidad cruenta de los hombres de presa/empresa), cu¨¢l ser¨ªa, hoy, el ?proyecto sugestivo de vida en com¨²n? con que ilusionar a este pueblo. Creo que le contest¨¦ un poco intempestivamente, quiz¨¢ porque a¨²n no hab¨ªamos empezado a cenar:-Aqu¨ª el proyecto m¨¢s sugestivo para el personal es subir los jornalesles.
Aparte subir los jornales que sigo en ello, creo que, a partir de la alocuci¨®n navide?a de don Juan Carlos, se deber¨ªa ir pensando en algo as¨ª como la grandeur espa?ola. De Gaulle salv¨® un rato su Francia por elevaci¨®n. Ni derechas ni izquierdas: todos juntos por la grandeur. A una cosa parecida nos invita el Rey (el parecido lo pongo yo, no ¨¦l). Los profesionales del patriotismo -que no de la Patria-, si de verdad lo fueran, habr¨ªan decidido ya hace mucho ?colaborar y comportarse?, como exige Lola Flores a su compa?¨ªa, mediante f¨®rmula magistral, en el tabl¨®n de anuncios del teatro. Lo descubr¨ª un d¨ªa que estaba esperando entrevistarla y me acerqu¨¦ al tabl¨®n: ?Horarios y servicios de la compa?¨ªa para el d¨ªa de hoy: colaborar y comportarse?. Ni m¨¢s puntualidades ni m¨¢s leches tratantes. As¨ª consigui¨® do?a Lola su grandeur. Si los empresarios, los Bancos (que est¨¢n dando cr¨¦ditos por un tubo, que el dinero les sale por las orejas), los inversores, los capitalistas, los fabricantes, los industriales y los pol¨ªticos se dejan de guerras santas y pintadas/ rel¨¢mpago en la primera p¨¢gina de los peri¨®dicos, aqu¨ª montamos una grandeur de ostraspedr¨ªn.
Lo tenemos en la mano, est¨¢ chupado. Lo que el Rey ha sugerido ? mucho m¨¢s que lo que ha sugerido. Breznev nos codiciaba de siempre, pero la conducta at¨ªpica de Carrillo ha servido para que Breznev flipe por nosotros. Reagan nos cree suyos, pero si alguien se pega otro abrazo con Castro/Arafat como los que se pegaba Su¨¢rez, Reagan vendr¨¢ a la cola del Cristo de Medinaceli a rezarle para que nos reconvirtamos en ?centinelas de Occidente?, como le gustaba decir a don Luis de Galinsoga, un periodista algo redicho que hab¨ªa cuando entonces. Los ¨¢rabes est¨¢n tirados y los latinoch¨¦s adivinan en Espa?a el arsenal ret¨®rico de todas las revoluciones, aunque hasta ahora no les hemos enviado m¨¢s que jesuitas (antes, jesuitas de San Ignacio, tipo ?la mies es mucha?; ahora, jesuitas de Teilhard, tipo guerrillero). Los analistas nos calientan el caf¨¦ todas las ma?anas con eso de que somos un punto crucial de la geopol¨ªtica. Pero en vez de sacarle rentabilidad a la geopol¨ªtica, P¨¦rez-Llorca anda por ah¨ª, de buhonero geopol¨ªtico, por el atrio de las canciller¨ªas. Espa?a, en lo que va de siglo, ha podido exportar tres perfilados y netos modelos hist¨®ricos al mundo: el modelo Aza?a, el modelo Franco, el modelo Juan Carlos. El modelo Aza?a dej¨® consternado al mundo y todav¨ªa Georges Bataille glosaba el salto de este pueblo desde la Monarqu¨ªa a la Rep¨²blica. El mo delo Franco fue inmediatamente mimetizado por Videla, Pinochet y sus predecesores en todo el Cono Sur. Salvados -?s¨ª?- aquellos cien a?os de soledad, el modelo Juan Carlos vuelve a alucinar a las naciones, hasta el 23/F y en el 23/F. Es, tras el largo par¨¦ntesis, la fusi¨®n Monarqu¨ªa/ Rep¨²blica que no pudieron prever Bataille ni Dante Alighieri. Este invento, bien administrado, podr¨ªa hacernos de oro a todos los espa?oles.
Pero esperar al hombre providencial ser¨ªa providencial ?sino. Mejor que eso, la conciencia l¨²cida y general de que ustedes son formidables. Hay dos Espa?as que no se han aclarado del invento y se lo est¨¢n cargando desde dentro: la derecha centralista y la burgues¨ªa autonomista. Estadista es el que vende un modelo de Estado. Por el 77, cuando ¨ªbamos hacia el Estado/grandeur, nuestro vendedor era Marcelino Oreja. Y as¨ª es que no hay manera.
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