Secuestrado, por un comando armado el industrial vasco Jos¨¦ Lipperheide
Jos¨¦ Lipperheide Heinke, de 76 a?os, empresario y financiero de origen alem¨¢n, pero afincado desde su juventud en Vizcaya y nacionalizado espa?ol, que preside m¨¢s de una docena de empresas y es consejero en ocho m¨¢s, fue secuestrado ayer por la ma?ana en su domicilio de Guecho, en las inmediaciones de Bilbao, por un comando que, al parecer, se identific¨® como perteneciente a ETA y mencion¨® su intenci¨®n de cobrar un rescate por su liberaci¨®n. Sin embargo, ninguna organizaci¨®n se hab¨ªa responsabilizado del secuestro hasta ¨²ltima hora de ayer. Jos¨¦ Lipperheide, cabeza visible de una de las m¨¢s influyentes familias financieras de Vizcaya, parece que se hab¨ªa negado a pagar el impuesto revolucionario que se le habr¨ªa reclamado en m¨¢s de una ocasi¨®n, y que se sepa, carec¨ªa de protecci¨®n personal.
Por los testimonios recogidos entre sus familiares y las informaciones policiales puede situarse el inicio de la pel¨ªcula del secuestro hacia las 8.15 horas de la ma?ana de ayer, en Bilbao, en el domicilio del ch¨®fer-mec¨¢nico de Jos¨¦ Lipperheide. Dos j¨®venes armados se presentaron en el mismo y conminaron a aqu¨¦l a que les acompa?ara en el Seat 127, de color teja, matr¨ªcula BI-1764-I, de su propiedad, con el que se dirigieron hacia la residencia de Jos¨¦ Lipperheide en Neguri.Pr¨¢cticamente a esa misma hora un segundo comando, integrado presumible mente por tres personas, sustra¨ªa a punta de pistola en Astrabud¨²a -a escasos kil¨®metros de Neguri- un Seat 850, de color blanco, matr¨ªcula BI- 11576, propiedad de Ram¨®n Rubio, a quien abandonaron en los alrededores. Parece que ambos comandos, a bordo de los citados veh¨ªculos, se encontraron hacia las nueve de la ma?ana en la entrada de la casachal¨¦ de Jos¨¦ Lipperheide.
El edificio cuenta con dos plantas y est¨¢ dividido en dos partes -comunicadas entre s¨ª-, en las que habitan, respectivamente, el secuestrado, que es viudo, y su ¨²nico hijo, Jos¨¦ Antonio, con su familia. A mano izquierda de la puerta principal, y separada tan s¨®lo por cincuenta metros de jard¨ªn, se levanta otra casa-chal¨¦, en la que residen las tres hijas casadas de Jos¨¦ Lipperheide.
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Los secuestradores de Lipperheide, entre seis y ocho hombres, se identificaron como miembros de ETA
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El comando lleg¨® hasta la puerta de la casa y conmin¨® al ch¨®fer a llamar al timbre. La empleada de hogar no sospech¨® nada, porque era pr¨¢cticamente la hora en que cada ma?ana aqu¨¦l pasaba a, recoger al secuestrado para llevarle a su despacho, y abri¨® la puerta por la que, seg¨²n testimonio del personal de servicio, habr¨ªan entrado entre seis y ocho personas armadas y a cara descubierta que preguntaron por Jos¨¦ Lipperheide. Por testimonios de la familia se ha sabido que aqu¨¦l estaba ya vestido y se encontraba desayunando cuando entraron en su habitaci¨®n algunos miembros del comando, que le comunicaron que le iban a llevar secuestrado. Parece -y as¨ª lo han confirmado sus hijas- que ¨¦ste pidi¨® le dejaran recoger algunas medicinas y enseres que puso en una maleta. Aquellos le habr¨ªan indicado ?que no le iban a hacer falta, porque nada le iba a faltar?.
Aunque no ha podido ser confirmado plenamente, parece que los secuestradores se identificaron como miembros de ETA, y manifestaron su intenci¨®n de cobrar un rescate a cambio de su liberaci¨®n.
La acci¨®n se produjo de forma tan r¨¢pida y sigilosa que ni la propia nuera de Jos¨¦ Lipperheide -que a esa hora se arreglaba en su habitaci¨®n, situada pared con pared de la ocupada por su suegro en la otra mitad de la casa- se enter¨® del hecho hasta pasada casi una hora. Otro tanto les ocurrir¨ªa a las tres hijas, que habitan en la casa contigua.
EL PAIS no pudo confirmar ayer que el comando pretendiera secuestrar al hijo de Jos¨¦ Lipperheide, Jos¨¦ Antonio Lipperheide Guim¨®n, de cincuenta a?os de edad, gerente y consejero, respectivamente, de las empresas Normetal, SA, y Reisa, SA, que participa tambi¨¦n en los negocios familiares. El mismo se encontraba en su despacho de Bilbao al producirse el secuestro.
Antes de abandonar la vivienda con el secuestrado, el comando cort¨® los cables del tel¨¦fono y dej¨® maniatados en la cocina a las dos empleadas de hogar y, al parecer, a un jardinero. A bordo de los dos coches ya mencionados -a Jos¨¦ Lapperheide se le introdujo en el Seat 127-, el comando huy¨® en direcci¨®n desconocida. El Seat 850 ser¨ªa hallado poco despu¨¦s a menos de un kil¨®metro del domicilio del financiero. El abandono de este veh¨ªculo podr¨ªa implicar que, o bien una parte del comando siguiera la huida a pie, o bien ocup¨® otro coche, lo que har¨ªa factible la existencia de un comando de apoyo.
Medicaci¨®n diaria
Casi una hora despu¨¦s de perpetrarse el secuestro lograron soltar sus ligaduras las empleadas de hogar que dieron cuenta del mismo a la nuera de Jos¨¦ Lipperheide y a sus tres hijas, quienes pusieron el hecho en conocimiento del Gobierno Civil de Vizcaya y la polic¨ªa, que inici¨® inmediatamente las investigaciones.
Pasadas las tres de la tarde, Jos¨¦ Antonio Lipperheide, como portavoz de la familia, ley¨® a los informadores una nota escueta en la que se dec¨ªa: ?Nuestra familia, ante el secuestro de nuestro padre en la ma?ana de hoy, hacemos un llamamiento a las personas que lo tienen detenido para su puesta en libertad, dados los 76 a?os con que cuenta y su delicada situaci¨®n personal, que exige atenci¨®n m¨¦dica y cuidados especiales. Por razones humanitarias reiteramos a aquellos que tienen a nuestro padre para que lo liberen de una forma inmediata sin causarle ning¨²n da?o?.
Familiares del secuestrado indicaron a los informadores que aqu¨¦l se medica diariamente contra los restos de una lesi¨®n de cadera y una dolencia en la columna vertebral.
ETA Militar, que nunca ha protagonizado como tal un secuestro con petici¨®n de rescate, podr¨ªa, sin embargo, haber querido intimidar a quienes en los ¨²ltimos tiempos se ha exigido el denominado impuesto revolucionario, cuyo pago habr¨ªa descendido notablemente en el ¨²ltimo a?o, sobre todo a partir de las recomendaciones hechas en este sentido por el PNV y el Gobierno vasco.
Por su parte, y aunque ETA Pol¨ªtico-militar -la rama que ha utilizado el secuestro como medio m¨¢s corriente de firtanciaci¨®n- observa una larga tregua, no es menos cierto que est¨¢ comprobada la existencia en su seno de un sector minoritario que cree llegado el momento de acabar con el alto el fuego y volver a la actividad.
Reacciones
Todos los partidos vascos, a excepci¨®n de Herri Batasuna (HB) y Euskadiko Ezkerra, condenaron ayer sin paliativos el secuestro de Jos¨¦ Lipperheide, al tiempo que ped¨ªan su inmediata liberaci¨®n. El consejero de Interior del Gobierno vasco declaraba a EL PAIS ?que el Gabinete est¨¢ a la expectativa y en continuo contacto con la familia desde el primer momento?. Tampoco se produjo ning¨²n comunicado oficial del Ejecutivo vasco.
Para la direcci¨®n del PNV en Vizcaya, el secuestro ?coincide con la celebraci¨®n de la Pascua Militar, con las connotaciones de provocaci¨®n que conlleva?, y afirmaba luego: ?Rechazamos y rechazaremos siempre cualquier situaci¨®n violenta contra las personas e instituciones, ya que la paz y la normalidad son imprescindibles para mantener la esperanza en la reconstrucci¨®n de Euskadi?. La direcci¨®n en Vizcaya del PNV hizo p¨²blico un comunicado hace poco, en el que, de forma tajante, aconsejaba al pueblo vasco el impago del impuesto revolucionario.
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