El Campo de Gibraltar sue?a con resarcirse de los perjuicios que ocasion¨® el cierre de la verja
Gibraltar y La L¨ªnea preparan su reencuentro. Mientras las autoridades gibraltare?as se preocupan por buscar espacio para los posibles visitantes (mil coches viejos han sido arrojados al mar en los ¨²ltimos meses) y por reforzar la seguridad ciudadana, el alcalde de La L¨ªnea ha presentado fuertes peticiones al Gobierno para mejorar la imagen de su ciudad. En La L¨ªnea existe el sentimiento general de que esta poblaci¨®n result¨® enormemente perjudicada por el cierre de la frontera, y ahora espera que la reapertura le devuelva la prosperidad.
El domingo por la ma?ana, mientras los gibraltare?os pasean por la ciudad o juegan a scalextric, que es as¨ª como ellos han bautizado a los breves paseos en coche alrededor de la Roca, con los que tratan de combatir, sin mucho ¨¦xito, la claustrofobia, sir Joshua Hassan est¨¢ en su despacho atendiendo algunos asuntos urgentes. No oculta las preocupaciones que la pr¨®xima apertura de la verja le va a crear: ?Esperamos un aluvi¨®n de visitantes que no sabemos d¨®nde van a dejar sus coches. Ya en previsi¨®n de esto llevamos unos meses limpiando Gibraltar de coches viejos y hemos tirado unos mil al mar. Con eso abrimos algo de sitio para aparcar en las calles, pero no mucho. Y los militares nos han cedido un peque?o terreno en el que prepararemos un aparcamiento para 140 plazas, pero todo eso va a resultar muy poco?.Otro problema que preocupa es la seguridad, el orden, la paz ciudadana, que muchos gibraltare?os temen se vea muy da?ada a partir de ahora: ?Piense que esta es una comunidad peque?a, pac¨ªfica y conservadora. Aqu¨ª no hay delincuentes, porque esto es muy chico y en seguida se sabe d¨®nde est¨¢ cada cual. Hasta hace poco, en mi casa se pod¨ªa entrar por las ventanas de la parte trasera. S¨®lo me las reforzaron cuando hubo unos disturbios laborales, por si sufr¨ªa alg¨²n atentado. Aqu¨ª nadie tiene puertas de seguridad ni toma precauciones para que no le roben el coche. ?Qui¨¦n iba a robar un coche aqu¨ª? Y como la gente ve la televisi¨®n espa?ola y escucha noticias de delincuencia y atentados terroristas est¨¢n un poco asustados. Yo creo que con la exigencia del pasaporte se resolver¨¢ este problema en gran parte. Ya estamos de acuerdo con el Gobierno espa?ol en que se exija el pasaporte para la entrada?.
Acepta como l¨®gicos los recelos de parte de la poblaci¨®n: ?La coincidencia con el posible inicio del cierre de los astilleros -conocidos popularmente como el arsenal- es s¨®lo una casualidad. Yo no creo en la existencia de una conspiraci¨®n. Los que cre¨ªan que nunca se iba a abrir y que siempre podr¨ªamos ignorar a Espa?a no viven en la realidad. Pero no en todos los casos el rechazo a la comunicaci¨®n con Espa?a y a la pertura responde a algo razonado. Para machos hay una especie de temor a lo desconocido, de miedo a perder la sencillez de la vida aqu¨ª, de miedo a no saber d¨®nde han ido sus hijos o a que les ocurra algo en la carretera. Esos eran hasta ahora temores comunes a todos los padres del mundo menos a los de Gibraltar?.
Los contrastes son estos d¨ªas m¨¢s acusados que nunca en Gibraltar. En la tarde del domingo se forman colas ante los quioscos ante la llegada de la Prensa londinense, pero algunos van a la cola con el transistor conectado con alguna radio espa?ola que les informe de la marcha del derby del Manzanares y comentan excitados sus incidencias. El secuestro del padre de Julio Iglesias o la fecha del juicio a los asaltantes del Congreso preocupan tanto como los temas locales. Sin embargo, un gibraltare?o que esta tarde de domingo quiera llegar lo m¨¢s r¨¢pidamente posible al otro lado de la verja deber¨¢ tomar el avi¨®n de las seis de la tarde a T¨¢nger, de all¨ª, un taxi a Ceuta, pernoctar en esta ciudad y, tomar a las 7.30 horas del lunes el barco a Algeciras. Desde all¨ª, otro taxi le trasladar¨¢ a La L¨ªnea, adonde podr¨¢ llegar no mucho m¨¢s tarde de las nueve de la ma?ana.
Peticiones al Gobierno
En La L¨ªnea, donde se respira un optimismo rayano en la euforia, el alcalde, Juan Carmona, es de las pocas personas preocupadas. El defendi¨® desde siempre la apertura de la verja, pero conoce los problemas que ¨¦sta puede plantear: ?Ya hace tiempo, en junio de 1980, que informamos al Gobierno de las necesidades de La L¨ªnea cara a la apertura. No tenemos capacidad para absorber todo lo que esto nos va a echar encima, y el abandono de la ciudad es tan grande que su aspecto es demasiado desastroso. Muchos se van a encontrar con un contraste doloroso cuando pasen por aqu¨ª camino de Gibraltar. Y los gibraltare?os que vengan a vernos van a sentir pocos deseos de ser espa?oles alg¨²n d¨ªa, porque esta ciudad va a ser para ellos el escaparate de Espa?a, y esta ciudad es hoy francamente impresentable?.Hasta ahora, lo ¨²nico que se ha emprendido es la explanaci¨®n de unos terrenos junto a la verja para aparcamientos, y all¨ª mismo se instalar¨¢ una aduana prefabricada. Estado), a fin de salir de su endeuna de La L¨ªnea era un orgullo para la ciudad, pero en octubre de 1971, Carrero Blanco y L¨®pez Rod¨® se empe?aron en dinamitarlo, con la oposici¨®n del entonces ministro de Hacienda y tras forzar al alcalde a justificar el derribo por razones urban¨ªsticas. Pero para Juan Carmona hace falta mucho m¨¢s que una nueva aduana. Hace falta, en su opini¨®n, un fuerte apoyo econ¨®mico al Ayuntamiento (pide doscientos millones por a?o y una moratoria de al menos cinco a?os para el pago de deudas con organismos del Estado), a fin de salir de su endeudamiento y de hacer frente a los gastos inmediatos a que la apertura le enfrenta: ?La subvenci¨®n se podr¨ªa sustituir con el establecimiento de una participaci¨®n en los ingresos fiscales que la aduana produzca. Soy partidario de que se graven los art¨ªculos que entren desde Gibraltar, porque de ese modo Ceuta no se ver¨¢ perjudicada con la apertura. Ceuta creci¨® con el cierre de la verja, y ahora puede sentirse da?ada?.
Pero adem¨¢s plantea la necesidad de paliar el d¨¦ficit de vivienda, que se cifra actualmente en 3.000 y da lugar a un fuerte chabolismo en algunas zonas. Y la de una circunvalaci¨®n que evite congestiones en el centro de la ciudad. Y la de la construcci¨®n de una estaci¨®n de autobuses. Y una larga serie de peticiones m¨¢s: ?Esta es la gran oportunidad para La L¨ªnea. Durante a?os fuimos los ¨²nicos perjudicados por una decisi¨®n pol¨ªtica, de alcance nacional. E insisto en, que si se quiere atraer a los gibraltare?os hacia Espa?a hay que ofrecerles algo muy distinto de lo que hoy se puede ver aqu¨ª?. Algo distinto de lo que ver¨¢ P¨¦rez-Llorca cuando dentro de pocos d¨ªas visite la ciudad. La posibilidad de que Algeciras sea declarado puerto franco, se?alado ayer por Europa Press, ser¨ªa una de las medidas que facilitar¨ªan tal cosa.
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