Plan norteamericano para una masiva producci¨®n de armas qu¨ªmicas
La Administraci¨®n norteamericana ha dejado expedito el camino al presidente Ronald Reagan para que ¨¦ste adopte la decisi¨®n de producir gases neurot¨®xicos para su uso en la guerra qu¨ªmica. De acuerdo con altos funcionarios gubernamentales y miembros del Congreso, el plan incluye una petici¨®n para que sean incrementados los fondos destinados a la fabricaci¨®n de estas armas en el pr¨®ximo presupuesto federal.El punto de vista del Pent¨¢gono es que Estados Unidos debe modernizar su arsenal de armas qu¨ªmicas para disuadir a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Seg¨²n el Ej¨¦rcito estadounidense, la URSS ha utilizado armas qu¨ªmicas en el sureste asi¨¢tico y Afganist¨¢n, entre ellas la denominada "lluvia amarilla".
Funcionarios consultados por el diario The New York Times afirman que Reagan es el que tiene que adoptar ahora la decisi¨®n de producir estas armas, despu¨¦s de convencer al Congreso de la necesidad de su producci¨®n y de consultar con sus aliados europeos.
Porque uno de los elementos determinantes de la decisi¨®n es que -como en el caso de la bomba neutr¨¢nica- el campo de experimentaci¨®n m¨¢s probable para estos mort¨ªferos gases es Europa.
En el a?o fiscal 1983, que comienza el pr¨®ximo 12 de octubre de este a?o, la Administraci¨®n pedir¨¢ al Tesoro m¨¢s de 80.000 millones de pesetas para armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas.
Pero en 1984 el Pent¨¢gono est¨¢ dispuesto a pedir casi 150.000 millones de pesetas para este mismo prop¨®sito. En contraste con esta escalada hacia la fabricaci¨®n de las mort¨ªferas armas, el presupuesto de 1978 era de unos 10.000 millones de pesetas.
Los oponentes de las armas b¨ªol¨®gicas en EE UU, que incluyen un buen n¨²mero de cient¨ªficos y congresistas, argumentan que su producci¨®n contribuir¨¢ a acelerar la carrera armamentista.
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