El C¨¢diz no hace distingos entre los grandes

Hay que comenzar a preguntarse de nuevo qu¨¦ pasa en C¨¢diz. Un equipo, que no sale de los lugares del descenso se convierte en la gran noticia de la jornada cada vez que recibe la visita de uno de los grandes. En C¨¢diz han sido pasados por las armas de Man¨¦ y Dieguito, a ritmo de tanguillo, Real Madrid, Barcelona y Real Sociedad. En C¨¢diz, donde los duros antiguos tanto dieron que hablar, ha vendido el Atl¨¦tico a Marcos. De all¨ª lleg¨® la noticia del traspaso del a?o. Un respiro para Cabeza. El Barcelona sigue insaciable.

La Liga estuvo en un tris de decidirse en C¨¢diz porque los gaditanos dieron ca?a a los primeros visitantes ilustres. Con la derrota de la Real Sociedad todos han quedado equilibrados. El reparto no ha sido indiscriminado. Ninguno de los grandes podr¨¢ tener especiales querellas contra los gaditanos. Para el Madrid, que fue el primero en perder, las derrotas posteriores de Barcelona y Real Sociedad han sido m¨¢s que un pa?o de l¨¢grimas. El Madrid ya es l¨ªder de la Liga, aunque sea el Barcelona quien m¨¢s positivos tiene. Ahora son sus perseguidores quienes tienen que esperar el fallo.Alg¨²n d¨ªa habr¨¢ que dedicarle un homenaje al Madrid y entregarle el t¨ªtulo de animador de la Liga. Gracias al Madrid cada a?o recuperamos las emociones cuando estamos a punto de perderlas. El Barcelona estaba destinado a salirse de la tabla, que dicen los cl¨¢sicos. El Madrid, con uno de los m¨¢s flojos conjuntos de las ¨²ltimas temporadas, no ten¨ªa otra aspiraci¨®n que la de ocupar un lugar destacado. M¨¢s que nada por la tradici¨®n. El Barcelona en cuanto ha conseguido ese sirrib¨®lico t¨ªtulo de campe¨®n de invierno se ha dormido en los laureles y se ha visto rebasado.

Mientras el cuerpo social aguante, el Barcelona echar¨¢ mano del talonario y comprar¨¢ todo lo discreto que aparezca en el mercado nacional. Marcos se ir¨¢ al Camp Nou a disputarse la suplencia con alguien. Es el sino de la mayor¨ªa de los chicos que apuntan buenas condiciones. Claro que ser suplente en el Barcelona siempre es mejor negocio que la titular¨ªdad en cualquier otra parte. A Manol¨ªn Bueno le hicieron feliz en el Bernab¨¦u manteniendo siempre joven a Paco Gento. En Barcelona el eterno suplente es Olmo. Cada temporada el club ficha a alguien para que le quite el puesto. Olmo acaba siendo titular siempre.

Para Alfonso Cabeza el traspaso de Marcos es un respiro. Necesita el dinero para poder sobrevivir. El traspaso de Marcos es la mayor satisfacci¨®n que pod¨ªa recibir Marquitos. Por un lado, se ha salido con la suya de darle en la cresta al Madrid, que despreci¨® a su hijo. Por otra, ha segurado los millones del chaval, ya que en el Atl¨¦tico los ten¨ªa en el aire. Marcos es el r¨¦cord m¨¢s fabuloso de toda la historia del f¨²tbol espa?ol en lo tocante a los dineros. Nadie en menos tiempo obtuvo m¨¢s millones. En tres a?os ha dado dos saltos espectaculares. Marquitos, que como jugador tuvo fama de tosco, como negociante no tiene precio. Si en lugar de a su hijo le hubieran puesto en las manos a Di St¨¦fano, el Barcelona hubiera tenido que vender hasta la barretina para ficharle.

En donde los millones se han esfumado ha sido en la pasarela que une el Palacio de Congresos con el Bernab¨¦u. Raimundo Saporta consigui¨® de una marca de cigarrillos norteamericanos sesenta millones de pesetas. Cuando el contrato ya estaba pr¨¢cticamente sellado renunci¨®. A Saporta le dio miedo que en la ceremonia de la inauguraci¨®n el Pr¨ªncipe de Asturias se asomara a una barandilla y su imagen apareciera en las televisiones de medio mundo rodeada de la publicidad tabaquera. Saporta deshizo el contrato y por ello la pasarela estar¨¢ limpia. El presidente del Comit¨¦ Organizador del Mundial-82 le cont¨® sus cuitas al alcalde de Madrid, profesor Tierno Galv¨¢n. El alcalde no pudo prestar apoyo econ¨®mico para pagar la pasarela, pero a cambio le concedi¨® a Saporta varios millones de pesetas en servicios municipales, como son bonos para los periodistas extranjeros que vengan a cubrir la informaci¨®n mundialista.