Koivisto puede formar una mayor¨ªa de izquierdas en Finlandia
El socialdem¨®crata Mauno Koivisto, de 58 a?os, que suceder¨¢ a Urho Kekkonen en la presidencia de Finlandia, seg¨²n qued¨® garantizado tras la primera fase electoral, podr¨ªa crear una mayor¨ªa de izquierda en su pa¨ªs, desplazando a la coalici¨®n conservadora, que predominaba en el Parlamento finland¨¦s desde 1979.La toma de posesi¨®n del primer presidente socialista en la historia del pa¨ªs ser¨¢ el martes 27. Todas las incertidumbres inherentes al complicado mecanismo electoral finland¨¦s quedaron despejadas con los 145 electores y m¨¢s del 43% de los votos alcanzados por el partido socialdem¨®crata en las urnas. Nada podr¨¢ ya impedir que en la votaci¨®n de los electores, prevista para el d¨ªa 26, Koivisto sobrepase holgadamente los seis votos que le faltan para tener el m¨ªnimo necesario para ser presidente.
Seguido de lejos por el candidato conservador, Harri Holkeri, con 58 electores, y por el centrista Johannes Virolainen, con 36, la victoria de Koivisto en la votaci¨®n popular, si bien esperada, super¨® en cifras las previsiones, incluso de su propio partido.
El candidato socialdem¨®crata vence tanto a la izquierda como a la derecha, y no es err¨®neo pensar que el pueblo finland¨¦s ha optado principalmente por un hombre antes que por una ideolog¨ªa. Sin ser una personalidad carism¨¢tica, de aristas brillantes a primera vista, Koivisto est¨¢ muy lejos de la imagen de pol¨ªtico inexperto, indeciso y,opaco, que sus adversarios quisieron vender durante la campa?a electoral.
En el plano interno, la victoria de Koivisto transforma a la socialdemocracia en la m¨¢s fuerte y coherente agrupaci¨®n pol¨ªtica, frente a un partido del centro debilitado por rivalidades internas, que retrocede un 0,6% con relaci¨®n a las elecciones parlamentarias de 1979, y a un partido conservador que pierde 2,9%.
Desde el punto de vista internacional, la presidencia de Koivisto contrapesa, en la zona n¨®rdica, el reciente triunfo de la derecha en Noruega.
En un sentido m¨¢s amplio, pese a cuanto se dijo durante la campa?a electoral sobre supuestos apoyos y rechazos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, no hay razones para pensar que el vecino del Este mire con recelo el ascenso de Koivisto a la presidencia.
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