Una obra maestra de Preminger
Otto Preminger suele negar en redondo que sus pel¨ªculas est¨¦n programadas al mil¨ªmetro y m¨¢s a¨²n que las mejores de ellas -como Laura, de 1944, Anatom¨ªa de un asesinato, de 1959, Angel Face, de 1953, y Fallen Angel, de 1945- est¨¦n construidas como mecanismos de relojer¨ªa. Suele incluso enfadarse cuando esta vieja constante de la cr¨ªtica sobre sus grandes aciertos. "Si son o no son mecanismos de relojer¨ªa, yo no lo se -dijo, en cierta ocasi¨®n el director vien¨¦s-. Yo pienso mucho las historias, pero las ruedo siguiendo mi instinto, sin programaci¨®n alguna".Inconscientemente o no, le guste o no le guste a su autor, Anatom¨ªa de un asesinato, que hoy se emite por la primera cadena, es, efectivamente, un mecanismo de relojer¨ªa, pero en modo alguno un filme sin alma, remoto y fr¨ªo. Como todas las grandes obras de Preminger, esta excepcional pel¨ªcula es una especie de tormenta cuadriculada, una tortuosa e incluso tumultuosa historia narrada, a media voz y a trav¨¦s de un formas y tiempos sometidos a la apasionante racionalidad de un narrador empe?ado en dar orden al caos. El secreto de esta paradoja lo es a voces: radica en el car¨¢cter de Preminger y en la continua presi¨®n de este car¨¢cter sobre su estilo narrativo.
Preminger busca, y generalmente encuentra, historias, gentes, tipos y mundos hirviendo, abismales y excepcionales. Pero su tratamiento narrativo para estas oscuras materias es de una sorprendente transparencia. Es como si la m¨¢s retorcida trastienda de un relato imaginado por Dostoyevski fuera contada con esa flema germ¨¢nica que es todo lo contrario de la indiferencia: una especie de ira g¨¦lida de entom¨®logo, de jurista o de funcionario que intenta, y consigue, levantar acta de los movimientos incapturables de un avispero.
La formaci¨®n de Preminger (Viena, Austria, 1906) no es ajena a esta rara cualidad suya, que otorga una profunda distinci¨®n a su mejor cine. Procede del teatro y, en concreto, corno otros grandes directores de Hollywood -entre ellos Douglas Sirk y Ernst Lubitsch- de la escuela expresionista de Max Reinhardt, en la que toda improvisaci¨®n quedaba desterrada como pecado de ingenuidad, el peor que cab¨ªa en un buen ejemplar de esta escuela. Anatom¨ªa de un asesinato es un peque?o milagro de ajuste de esta gravedad formal expresionista con las t¨¦cnicas de la puesta en escena invisible caracter¨ªsticas del realismo norteamericano.
Bajo una vaga frialdad exterior, hay en este notable filme una materia humana pr¨®xima a la ferocidad, de gran dureza, amarga, esc¨¦ptica e incluso un poco c¨ªnica. Los actores, sobre todo James Stewart, Lee Remick y Ben Gazzara, est¨¢n admirablemente orientados y combinan sorprendentemente la exactitud con el enigma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.