La boyante iniciativa privada suple en Hungr¨ªa las insuficiencias de la industria nacionalizada
Nuevas medidas econ¨®micas, que fomentan la creaci¨®n de peque?as y medianas empresas y estimulan la iniciativa privada, han entrado en vigor a principios de enero en Hungr¨ªa. Las medidas, que por primera vez se extienden a una parte de la industria, suponen la ampliaci¨®n de los servicios privados ya existentes -restaurantes, boutiques- con otros nuevos, taxis entre ellos.
Las nuevas regulaciones prev¨¦n seguridad social y pensiones de vejez para los trabajadores del sector privado, y se enmarcan dentro de la reforma econ¨®mica h¨²ngar¨¢, en la que criterios como "rentabilidad", "competencia" y "rendimiento" tienen una importancia fundamental.La reforma econ¨®mica iniciada en 1968 ha convertido a Hungr¨ªa, junto con la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA), en el pa¨ªs m¨¢s estable y pr¨®spero de todos los Estados socialistas europeos, y al primer secretario del partido comunista, Janos Kadar -el hombre que en noviembre de 1956 pidi¨® ayuda a las tropas sovi¨¦ticas y purg¨® despu¨¦s a fondo el partido-, en un l¨ªder popular y apreciado por la poblaci¨®n h¨²ngara.
Con sus comercios llenos de comestibles, de carne y productos de importaci¨®n occidentales, una pr¨®spera agricultura y un gran potencial tur¨ªstico, Hungr¨ªa se ha convertido en un modelo para el resto de pa¨ªses socialistas y en un escaparate" ante Occidente.
Modelo para Polonia
En la URSS, el ¨®rgano oficial del Partido Comunista sovi¨¦tico, Pravda, puso a Hungr¨ªa como ejemplo de buen funcionamiento socialista y alab¨® la contribuci¨®n de la iniciativa privada a la "consolidaci¨®n y ampliaci¨®n" de la base material del socialismo.Mientras expertos sovi¨¦ticos estudian la agricultura h¨²ngara -colectivizada con ¨¦xito, a diferencia de Polonia-, seg¨²n un alto funcionario h¨²ngaro, los dirigentes polacos contemplan el modelo h¨²ngaro como una salida, tal vez la ¨²nica posible en el marco geopol¨ªtico del Este, para superar el caos econ¨®mico.
Las nuevas medidas parten del reconocimiento de la "absoluta necesidad" del mantenimiento y desarrollo de la empresa privada en el sector servicios, sin renunciar al "papel dirigente de las empresas estatales y las grandes cooperativas".
El desarrollo de peque?as y medianas empresas pretende, seg¨²n los textos explicativos oficiales, cubrir el hueco que dejan las grandes empresas estatales, incapaces de satisfacer una parte de la demanda de forma efectiva, adem¨¢s de mejorar el abastecimiento de bienes de consumo. La normativa intenta, asimismo, canalizar por v¨ªa legal la extendida pr¨¢ctica del trabajo clandestino de particular a particular, que se realiza incluso durante la jornada laboral.
Seg¨²n el viceministro de Finanzas h¨²ngaro, Mikios Villanyi, la gran empresa estatal y la peque?a empresa no deben oponerse entre s¨ª, porque "su actividad es independiente de su tama?o y est¨¢ caracterizada por un ¨²nico requisito: la rentabilidad".
La empresa privada representa un 5% del Producto Nacional Bruto.
La promoci¨®n de la peque?a y mediana empresa ha sido la reacci¨®n a un proceso que hasta principios de esta d¨¦cada se esforz¨® por potenciar la producci¨®n de las grandes unidades y ahog¨® la "competencia positiva" mediante la "eliminaci¨®n de las diferencias entre las empresas eficientes y las menos rentables".
El mejor postor
En 1981 comenzaron a proliferar en Hungr¨ªa, de acuerdo con el nuevo esp¨ªritu, restaurantes, boutiques y peque?os comercios de administraci¨®n privada -tama?o limitado y n¨²mero restringido de empleados- cedidos por el Estado al mejor postor.As¨ª, filiales no rentables de ca denas estatales salieron a concurso y se han convertido hoy en florecientes negocios. M¨¢s del 60% de los restaurantes fueron subastados y el ¨²nico restaurante chino de Budapest -regentado por el hijo del antiguo primer ministro estalinista, Andras Hegedus- es un producto del nuevo sistema.
Entre las formas organizativas contempladas por las nuevas disposiciones est¨¢n las cooperativas privadas, de hasta cien miembros, en las que pueden organizarse, por ejemplo, mec¨¢nicos, fontaneros o electricistas.
Otra modalidad son las peque?as industrias y empresas de tipo artesanal, que pueden contar ahora con quince empleados como m¨¢ximo, incluyendo seis miembros de la familia y tres aprendices.
Adaptaci¨®n a Occidente
Esta peque?a industria, que trata de absorber la inversi¨®n de un capital cuyo origen no se investiga, quiere hacerse cargo de la producci¨®n de piezas o componentes que antes se realizaban de forma no rentable en talleres de la gran industria. El fomento de la iniciativa privada, la solicitud de entrada en el Fondo Monetario Internacional el pasado oto?o y la deseada convertibilidad del forinto, la moneda nacional devaluada en varias ocasiones, han sido interpretados en medios occidentales como un distanciamiento silencioso y sibilino de Mosc¨² y el Comecon (Mercado Com¨²n del Este europeo) con una progresiva adaptaci¨®n a la econom¨ªa de mercado occidental. Los portavoces oficiales desmienten vehementemente esta tesis y se muestran reticentes cuando se califican las nuevas medidas econ¨®micas de "reprivatizaci¨®n".Los dirigentes h¨²ngaros se esfuerzan por dejar claro que la promoci¨®n de la gesti¨®n privada no tiene repercusiones ideol¨®gicas que entren en conflicto con los pilares del sistema socialista, y subrayan que la gesti¨®n privada de la empresa no supone la privatizaci¨®n de la propiedad, que sigue teniendo car¨¢cter social.
"Desde despu¨¦s de la segunda guerra mundial existen en Hungr¨ªa servicios privados, como tintorer¨ªas o restaurantes", explic¨® un representante econ¨®mico h¨²ngaro. "La diferencia", agreg¨®, "es que antes estas empresas eran toleradas de mala gana y ahora son deseables".
Aumentos de precios
Uno de las componentes b¨¢sicos de la reforma econ¨®mica, con la que Hungr¨ªa espera salir adelante en una coyuntura internacional cada vez m¨¢s dificil, es el sistema de precios introducido en el a?o 1980.Desde entonces, los precios h¨²ngaros tratan de reflejar los verdaderos costes de los productos orientados por los precios en el mercado libre y dejando al margen las subvenciones estatales de ayuda al consumidor.
En la pr¨¢ctica, la adaptaci¨®n de precios a costes ha supuesto considerables aumentos que han afectado, entre otras cosas, a los v¨ªveres y los combustibles.
La energ¨ªa, por ejemplo, aument¨® en un 150% en los ¨²ltimos dos a?os.
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