Comienza el dominio de los turbocompresores
El circuito de Kyalami, pr¨®ximo a Johanesburgo, en Sur¨¢frica, ser¨¢ hoy, s¨¢bado, el escenario de la primera carrera del Campeonato del Mundo de F¨®rmula 1. Enclavado en una meseta a casi 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar, y con un trazado muy r¨¢pido, Kyalami debe registrar un claro dominio de los coches con motores turboalimentados, como los del equipo franc¨¦s Renault, el brit¨¢nico Brabham y el italiano Ferrari.
Los turbocompresores parecen haber alcanzado el punto de fiabilidad del que hasta ahora estaban hu¨¦rfanos. Gracias a su especial sistema de alimentaci¨®n, los motores turbo alimentados pueden alcanzar cifras de potencia muy superiores a las de los de alimentaci¨®n convencional. Mientras que un Ford Cosworth, que sirve para impulsar a la gran mayor¨ªa de los coches que toman parte en el circo, la potencia no supera, en el mejor de los casos, los 490 caballos, un Renault turbo alcanza los 550, potencia sensiblemente igual a la que ofrece uno de los nuevos motores de los italianos Ferrari y claramente inferior a la de los BMW que, con casi seiscientos caballos, debutar¨¢n en Kyalami como propulsores de los Brabham.
Fragilidad y brusquedad de los motores turbo
El problema de la falta de fiabilidad mec¨¢nica ven¨ªa como consecuencia de no conseguir el punto de equilibrio en la presi¨®n de la turbina. Con mucha presi¨®n, el motor consegu¨ªa m¨¢s potencia, pero a cambio era sumamente fr¨¢gil. Dif¨ªcilmente pod¨ªa soportar el esfuerzo continuado de una carrera cuya duraci¨®n suele ser de unas dos horas. Por el contrario, con poca presi¨®n el motor resultaba fiable, pero poco potente y, por tanto, escasamente competitivo. Porque la opci¨®n m¨¢s importante a favor del motor con turbocompresor es la del notable incremento de potencia, ya que a cambio consume mucha m¨¢s gasolina y, por tanto, tiene que arrastrar mucho m¨¢s peso en el dep¨®sito de combustible.Por todo ello, los equipos con coches impulsados por motores con turbo sol¨ªan aumentar considerablemente la presi¨®n del turbocompresor en las sesiones de entrenamientos oficiales. En s¨®lo unas vueltas, con la presi¨®n al m¨¢ximo y unas ruedas especiales que ¨²nicamente duran unas vueltas antes de degradarse, estos coches eran capaces de conseguir tiempos mucho mejores que sus rivales y colocarse en los primeros lugares de las parrillas de salida. Despu¨¦s, el d¨ªa de la carrera, los t¨¦cnicos aflojaban la presi¨®n para que el motor resistiera el esfuerzo. Pero si se quedaban cortos, el coche perd¨ªa competitividad y ya no ganaba la carrera, y si se pasaban, no duraba toda la carrera.
Ahora, tras no pocos esfuerzos, ensayos y decepciones, jalonados por alg¨²n ¨¦xito sin demasiada continuidad, los t¨¦cnicos parecen haber conseguido el punto de equilibrio y son capaces de conseguir potencia sin pagar el alto precio de la fragilidad.
Al mismo tiempo, la especial conducci¨®n que requer¨ªa este tipo de mec¨¢nicas parece haberse tambi¨¦n simplificado notablemente. Anteriormente, el retraso en la respuesta, tanto en la aceleraci¨®n como en la deceleraci¨®n, y la brusquedad de la misma obligaban a una conducci¨®n muy comprometida. Al pisar el acelerador, el coche tardaba unos instantes en responder y, cuando lo hac¨ªa, la respuesta que sufr¨ªa el piloto era demasiado brusca. Y al levantar el pie del acelerador, el coche todav¨ªa segu¨ªa lanzado durante unos instantes, comprometiendo la acci¨®n de frenar ante un eventual peligro.
Tanto el retraso en el tiempo de respuesta como la brusquedad de la misma han sido ya resueltos por los t¨¦cnicos, y los pilotos ya no tienen mayores obst¨¢culos para conducir este tipo de coches.
Sin embargo, con la fragilidad ya olvidada y las dificultades en la t¨¦cnica de pilotaje tambi¨¦n superadas, todo parece indicar que ¨¦sta puede ser la temporada que consagre la supremac¨ªa de los motores turboalimentados frente a los de admisi¨®n convencional. Los Renault de los franceses Alain Prost y Ren¨¦ Arnoux, los Brabhara del brasile?o Nelson Piquet, actual campe¨®n del mundo, y del italiano Riccardo Patrese y los Ferrari del canadiense Gilles Villeneuve y del franc¨¦s Didier Pironi, a los que se incorporar¨¢n, mediada la temporada, los Talbot del tambi¨¦n franc¨¦s Jacques Laffite y del norteamericano Eddie Cheever, deben ser los dominadores de la temporada.
Los perjudicados por este dominio de los coches con motores turbo ser¨¢n los Williams del argentino Carlos Reutemann -retirado al final de la ¨²ltima temporada y repescado posteriormente- y del finland¨¦s Keke Rosberg, de los McLaren del austriaco Niki Lauda y del brit¨¢nico John Watson y de los Lotus del italiano Elio de Angelis y del brit¨¢nico Nigel Mansell.
De entre los coches con motores turbo, los Renault deber¨¢n contar a su favor no solamente con el apoyo econ¨®mico y t¨¦cnico de un gran fabricante, que siempre es importante cuando se corre contra escuder¨ªas m¨¢s peque?as en lo econ¨®mico, lo humano y lo t¨¦cnico. Tendr¨¢n asimismo la experiencia de unos a?os de b¨²squeda, que esta temporada puede ser definitiva. M¨¢xime porque tendr¨¢n enfrente a motores m¨¢s potentes todav¨ªa, como es el caso de los BMW que ahora montan los Brabham, pero que, en pura l¨®gica, deber¨¢n pasar por las dificultades que han sufrido los coches franceses durante las ¨²ltimas temporadas.
En el circuito de Kyalami, la altura y el trazado reforzar¨¢n todav¨ªa m¨¢s el dominio de este tipo de mec¨¢nicas. La supremac¨ªa de los turbocompresores debe hacer que en la primera carrera de la temporada sean los seis coches que por ahora utilizan estas mec¨¢nicas los que ocupen las primeras posiciones, con tiempos lejos del alcance de los dem¨¢s.
Arnoux , mejor tiempo en entrenamientos
La supremac¨ªa de los coches equipados con motores turbo qued¨® demostrada en la ¨²nica sesi¨®n oficial de entrenamientos, celebrada ayer.El franc¨¦s Rene Arnoux, con Renault Turbo, realiz¨® la vuelta m¨¢s r¨¢pida al acreditar un tiempo de 1.06.351 en los 4.104 metros del circuito. Arnoux, vencedor en este mismo circuito en 1980, saldr¨¢, por tanto, hoy en la primera posici¨®n de la parrilla de salida.
El segundo mejor tiempo fue para el brasile?o Nelson Piquet -Brabham Turbo-, actual campe¨®n mundial, con 1.06.625.
El tercero correspondi¨® al canadiense Gilles Villeneuve -Ferrari Turbo- con 1.07.106.
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