El primer premio de la Loter¨ªa Nacional se reparti¨® ¨ªntegramente en la isla de Tenerife

M¨¢s de 800 millones de pesetas, el importe total del primer premio del sorteo de la Loter¨ªa Nacional celebrado ayer en Madrid, han sido ganados, de forma muy repartida, por vecinos de cuatro municipios del norte de la isla de Tenerife, entre una poblaci¨®n que suma alrededor de 30.000 habitantes. Este ha sido el premio m¨¢s importante que ha recibido la isla de Tenerife y ello provoc¨® ayer que en dicho lugar reinara un ambiente espont¨¢neo de fiesta en plena calle. En los ¨²ltimos tiempos, Gran Canaria, conocida en Tenerife, como la isla de enfrente, se hab¨ªa caracterizado por tener m¨¢s suerte en la loter¨ªa. Ahora, el imprevisto "gordo" ha tra¨ªdo la felicidad a numerosas familias, en su mayor¨ªa poco acomodadas, de una comarca dedicada la agricultura.

El n¨²mero agraciado, el 49.145, fue distribuido ¨ªntegramente en las localidades de Tacoronte, El Sauzal, La Victoria y La Matanza. A las doce series del primer premio de la Loter¨ªa Nacional vendidas en la isla se unieron tambi¨¦n sus dos inmediatas aproximaciones, que igualmente recayeron en la citada localidad. El n¨²mero hab¨ªa sido distribuido por la administraci¨®n n¨²mero uno de Tacoronte, situada en un bazar, cuyo propietario, Juan Chinea, vio pasar muy cerca la suerte pero no particip¨® en ella. Los loteros que trabajan habitualmente en la zona difundieron el n¨²mero por los citados municipios, y al menos uno de ellos obtuvo varios millones de pesetas.El establecimiento "agraciado" se vio concurrido desde muy temprano por los vecinos, que deseaban confirmar su fortuna. Sin embargo, hubo quien no se lo crey¨® tan f¨¢cilmente, como Paulino Rivero, padre del alcalde de El Sauzal, que gan¨® ocho millones de pesetas y dudaba de que fuera cierto cuando fue visitado por un empleado de un banco. Otros merecieron el premio por su constancia, como una viuda, con tres hijos, que hab¨ªa seguido adquiriendo tras la muerte de su esposo el mismo n¨²mero al que ¨¦ste estaba suscrito.

Los loteros llevaron su buena suerte hasta varias casas de comida de la comarca, lo que hace pensar que clientes de otros puntos de la isla hayan resultado asimismo premiados. Quien si lo ha sido es El¨ªas Rodr¨ªguez Gil, casado y con dos hijos, propietario de un modesto negocio de comidas, al que le han correspondido nada menos que 36 millones de pesetas. "Yo le compraba siempre al mismo vendedor por ayudarle", se?al¨® recibiendo la buena noticia con serenidad.

En la calle, durante el d¨ªa de ayer, se repitieron las escenas de alegr¨ªa entre los nuevos millonarios. Como si se tratara de actores extras de una pel¨ªcula de humor, no era extra?o ver a grupos de vecinos que, tras saludarse, se preguntaban si les hab¨ªa "ca¨ªdo el gordo" y que, despu¨¦s de comprobarlo, alguien gritara con entusiasmo al descubrir que as¨ª era.

En Santa Cruz de Tenerife, la capital de la isla, una persona que no recibi¨® una peseta del premio se sent¨ªa, sin embargo, orgullosa, de haber repartido tan importante cantidad de dinero. Se trata de don Manuel D¨ªaz Exp¨®sito, un anciano incapacitado de 80 a?os de edad, titular desde hace veinte de la citada administraci¨®n de loter¨ªa, que atiende Juan Chinea. "Ya en otra ocasi¨®n hemos concedido un segundo premio de 300 millones y dos veces el tercer premio. Esto ha venido muy bien para tanta gente y, adem¨¢s, yo creo que animar¨¢ el juego en s¨ª, ya que la loter¨ªa estaba un poco en baja", declar¨® a este peri¨®dico.

Tacoronte, escenario principal del "gordo", es una zona dedicada fundamentalmente al campo. Hace varias semanas, los agricultores de esta localidad, impulsados por su ayuntamiento socialista, iniciaron una interesante experiencia de mercado al aire libre, en el que venden directamente sus cosechas, sin intermediarios, a precios asequibles. Desde hace a?os, un patronato que lleva el nombre de un antiguo edificio del lugar, La Alh¨®ndiga, ha venido luchando por recuperar la calidad de sus caldos que dieron fama a su producci¨®n vitivin¨ªcola. Ahora, al fin, comenzar¨¢n a embotellarlos.