Espa?a a pide formalmente negociaciones para adquirir gas siberiano

Viene de la p¨¢gina primera

La propuesta de conversaciones hispano-sovi¨¦ticas aprobada por el Consejo de Ministros preve¨ªa, al parecer, la transmisi¨®n del deseo espa?ol a los sovi¨¦ticos v¨ªa Asuntos Exteriores. A este respecto, el encargado de realizar los primeros pasos ser¨ªa el embajador espa?ol en Mosc¨², Santiago Perinats.

En medios gas¨ªsticos espa?oles informados se espera la respuesta sovi¨¦tica para centrar las negociaciones y contemplar la posibilidad de un suministro fijo anual de gas siberiano a Espa?a. Los estudios t¨¦cnicos previos realizados estiman que los sovi¨¦ticos podr¨ªan colocar en nuestra red de gasoductos entre uno y tres millones de metros c¨²bicos anuales de gas.

El problema del precio

La cantidad del suministro final depender¨ªa en ¨²ltimo extremo de los acuerdos previos que los sovi¨¦ticos hayan firmado con el resto de clientes europeos interesados en recibir gas siberiano v¨ªa el gasoducto europeo. Hasta la fecha, Mosc¨² ha comprometido gas con los franceses, alemanes e italianos, aunque con estos ¨²ltimos est¨¢n surgiendo problemas de ¨²ltima hora presuntamente relacionados con la crisis polaca. Los sovi¨¦ticos han establecido un l¨ªmite anual de 40.000 millones de metros c¨²bicos para todos los clientes europeos.

Pero, adem¨¢s de la cantidad, existe el problema del precio y de su rentabilidad en relaci¨®n con otros suministros. Para Espa?a, un precio competitivo para el gas siberiano en origen estar¨ªa situado en algo menos de 4,50 d¨®lares por mill¨®n de BTU (British Termal Unit), que es aproximadamente el precio del gas licuado argelino o libio que actualmente recibimos. Que sea un precio inferior es importante, ya que el gas siberiano se ver¨ªa encarecido con los derechos de paso por la Rep¨²blica Federal de Alemania y Francia.

Seg¨²n fuentes informadas, el problema del derecho de paso por estos pa¨ªses est¨¢ pendiente, a su vez, de negociaciones con los pa¨ªses respectivos. Pero no parece existir ning¨²n problema a priori a este respecto, seg¨²n se deduce de los contactos iniciales mantenidos por el presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos, Claudio Boada, con las compa?¨ªas propietarias o responsables de los gasoductos franc¨¦s y alem¨¢n.

Un c¨¢lculo inicial realizado por los t¨¦cnicos que han analizado esta cuesti¨®n estima que los derechos de paso encarecer¨ªan el gas sovi¨¦tico en unos cincuenta centavos de d¨®lar por mill¨®n de BTU. Esto forzar¨ªa a que el precio negociado no sobrepasara los cuatro d¨®lares por mill¨®n de BTU, con objeto de que el precio de dicho gas en Espa?a fuera competitivo al de los suministradores tradicionales.

En cualquier caso, la eventual llegada a Europa del gas siberiano, en el horizonte de 1985, puede tener un efecto positivo en el precio que tanto Libia como Argelia cargan por sus suministros a los principales pa¨ªses europeos, y que en estos momentos se acerca a unos niveles poco rentables, situados muy cerca de las tarifas de otras fuentes alternativas.

La diversificaci¨®n en los suministros

Precisamente es en esta cuesti¨®n del precio donde se encuentra la clave de la pol¨ªtica europea de diversificar los suministros de gas natural. Espa?a, que no es ajena a las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) para reducir riesgos en los suministros, tambi¨¦n ha abrazado una pol¨ªtica de diversificaci¨®n de al aprovisionamiento de gas natural y pretende ampliar con la URSS y Noruega en una primera fase, y con otros productores extracontinentales despu¨¦s, el peque?o abanico de exportadores que posee y que se reducen a Libia y Argelia.

A este respecto, Argelia se encuentra librando una batalla desde hace meses con sus principales clientes para renegociar los contratos a largo plazo de suministro de gas. El Gobierno de Argel, a ra¨ªz de la reuni¨®n de la OPEP de junio de 1980, en la que se determin¨® la pol¨ªtica del consorcio de vincular los, precios del crudo a los del gas natural, ha ido incrementando sus demandas de subidas de tarifas hasta provocar que algunos clientes (como la compa?¨ªa norteamericana El Paso) renunciaran a los suministros.

Caso distinto ha sido el de las compa?¨ªas europeas, inclu¨ªda Enag¨¢s, que no han podido renunciar al suministro argelino por su mayor vulnerabilidad a la hora de buscar otras fuentes energ¨¦ticas. A este respecto, el primer pa¨ªs europeo en ceder a las exigencias argelinas fue B¨¦lgica. Por su lado, Francia, tras la consecuci¨®n reciente de un "acuerdo pol¨ªtico" a nivel de jefes de Estado, prosigui¨® las negociaciones -entre Gaz de France y la empresa argelina Sonatrach- sobre la compra de gas licuado natural argelino.

Algunas horas despu¨¦s de la firma, en la madrugada del pasado s¨¢bado, de un importante acuerdo con la sociedad sovi¨¦tica Soyuz Gas Export, los dirigentes de Gaz de France iniciaron nuevas negociaciones con Sonatrach para la entrega de 5.100 millones de metros c¨²bicos anuales de gas argelino.

Las dos empresas deben acordar las modalidades comerciales del nuevo contrato franco-argelino, como consecuencia del "acuerdo pol¨ªtico" que fue concluido por los presidentes de los dos pa¨ªses cuando Fran?ois Mitterrand visit¨® Argel 31 que fue ratificado el 20 de diciembre por sus ministros de Asuntos Exteriores.