Un socialdem¨®crata moderado con sentido com¨²n
El triunfo de Koivisto -Manu para sus conciudadanos- viene a premiar una trayectoria pol¨ªtica, pero quiz¨¢, m¨¢s a¨²n, una vida esforzada y digna de un hombre de t¨ªpica extracci¨®n popular.Se ha dicho, con bastante raz¨®n, que la elecci¨®n de Koivisto, ex obrero portuario de 58 a?os de edad, ha obedecido m¨¢s a motivos personales que pol¨ªticos, aludiendo con ello a que el candidato socialdem¨®crata es considerado por el pueblo como el hombre que ha sabido situarse siempre por encima de las rencillas e intrigas que inevitablemente conlleva la pol¨ªtica.
No es un aparato partidista montado exclusivamente para promoverle a la primera magistratura del pa¨ªs el que le ha llevado a la misma, sino algunas sus caracter¨ªsticas personales.
Es sabido que Koivisto no es un ambicioso en pol¨ªtica, en el sentido peyorativo de la palabra, y que los cargos que ha conquistado le han llegado como un reconocimiento de los dem¨¢s antes que por la propia decisi¨®n de alcanzarlos. No es Koivisto un pol¨ªtico brillante ni un polemista de fuste, ni tampoco un te¨®rico aficionado a las lucubraciones pol¨ªticas. Tampoco es ambicioso.
El sentido com¨²n, la honestidad y la humildad son los rasgos m¨¢s salientes de su personalidad, a la que una cierta timidez en sus comparecencias p¨²blicas, lejos de disminuirlo, realza su atracci¨®n.
Son estos rasgos los que han cimentado su enorme popularidad, conquistada casi, sin quererlo y, menos, sin acudir al expediente f¨¢cil de la demagogia. Nunca dej¨® de decirle al pueblo finland¨¦s la verdad sobre los problemas del pa¨ªs, aunque esas verdades fueran amargas.
Sus adversarios pol¨ªticos han querido presentarle como "inexperto, indeciso y confuso en su pensamiento pol¨ªtico".
Sin embargo, el instinto popular no parece compartir esa tipificaci¨®n y conf¨ªa, como lo ha demostrado, en la capacidad de Manu para conducir los destinos del pa¨ªs.
Pol¨ªticamente, el nuevo presidente se defini¨® a s¨ª mismo alguna vez como un "socialdem¨®crata moderado", y no es probable que en su nuevo cargo quiera modificar esa imagen.
Deportista y respetado hombre de hogar, su mujer, Tellervo, y su hija, Assi, desempe?an un papel importante en su vida, tanto personal como pol¨ªticamente. Ambas han sido elegidas grandes electoras y ayer depositaron su voto por "el jefe de la familia".
De trabajador portuario a la presidencia de la Rep¨²blica, esta puede ser la s¨ªntesis de su vida.
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