C¨®moda goleada del Madrid ante el M¨¢laga

No tuvo problemas el Madrid para superar la eliminatoria de Copa ante el M¨¢laga. Jug¨®, adem¨¢s, lo justo para pasarla dignamente. La goleada se fragu¨® en los de primeros minutos del partido, en los que consigui¨® dos goles. Luego, el tanto del M¨¢laga espole¨® a los madridistas y el juego volvi¨® a subir de tono.La eliminatoria ya hab¨ªa quedado pr¨¢cticamente decidida en La Rosaleda con el empate a uno. Y en el encuentro de vuelta, Madrid y M¨¢laga apenas se esforzaron. Con el dos a cero en el marcador, el partido pareci¨® haber terminado ah¨ª. El Madrid, que comenz¨® fuerte y obtuvo una m¨¢s que sobrada renta r¨¢pidamente, se relaj¨® en el juego de conjunto y tan solo quedaron la exhibici¨®n de fuerza de Camacho y la impotencia de Isidro, que corri¨® todos los balones en busca de una titularidad que se antoja dif¨ªcil. Sin un l¨ªder claro, el juego, que siempre estaba a cargo del Madrid, se horizontaliz¨® y perdi¨® toda vistosidad.

El gol que se encontr¨® el M¨¢laga en una meritoria acci¨®n ofensiva, supuso la espoleta para que, de nuevo, el Madrid se entonara. Y tuvo la fortuna de encontrar puerta, otra vez por partida doble. El M¨¢laga se entreg¨® a su suerte y solo intent¨® no ser goleado estrepitosamente, pero el Madrid tampoco se afan¨® en exceso durante la segunda parte. Persisti¨® en su dominio y llev¨® bien el bal¨®n jugado desde atr¨¢s. Pero las ocasiones de gol fueron aisladas y solo una vez se encontr¨® puerta. Lo hizo Juanito y con ello cumpli¨®. Lo mismo que Ito. Pero ambos extremos dejaron pasar ayer la oportunidad de hacer diabluras ante una defensa poco expedita. Juanito opt¨® por jugar para el conjunto y en una posici¨®n de aut¨¦ntica punta. Ito prodig¨® las acciones individuales, como es habitual, -algunas veces por falta de apoyo- sin ninguna fortuna.