Silencio de los antiguos admistradores del Banco de Descuento ante la querella interpuesta por la nueva gerencia
La crisis del Banco de Descuento, la ¨²ltima entidad intervenida por el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos Bancarios (FGD), parece haber tomado un nuevo rumbo con la interposici¨®n de una querella contra cuatro de los anteriores administradores de la entidad por presuntos delitos de apropiaci¨®n indebida y m¨²ltiples falsedades en los balances. El hermetismo de los actuales administradores de la entidad -y la imposibilidad de localizar ayer a los anteriores reponsables del Descuento- hacen muy dif¨ªcil establecer las circunstancias por las que se ha llegado a la actual situaci¨®n.
Las acciones penales iniciadas ante el Juzgado n¨²mero 8 de Madrid tienen su origen, seg¨²n todas las fuentes consultadas, en las denuncias sobre la existencia de una serie de operaciones presuntamente irregulares que realizaron al actual equipo directivo empleados de la entidad.El actual consejo de administraci¨®n del Banco de Descuento tom¨® posesi¨®n de sus funciones el pasado 18 de noviembre de 1981. Dos d¨ªas despu¨¦s de que los hombres del FGD iniciasen sus funciones, y seg¨²n medios pr¨®ximos a la entidad, recibieron, el d¨ªa 20 del mismo mes, una denuncia de un empleado de categor¨ªa media de la entidad, en la que se pon¨ªa de manifiesto la posible existencia de operaciones irregulares en la contabilidad del banco, que se concretar¨ªan en cr¨¦ditos concedidos a las empresas vinculadas a los anteriores responsables e incluso la autoconcesi¨®n de cr¨¦ditos en operaciones particulares. Algunas de estas irregularidades estar¨ªan destinadas a la financiaci¨®n de negocios inmobiliarios de dificil justificaci¨®n desde el punto de vista de las operaciones bancarias t¨ªpicas.Resultados de la investigaci¨®n
Los actuales administradores, empleados del FGD, se hicieron eco de la denuncia y abrieron una investigaci¨®n sobre los hechos de forma casi inmediata. Los resultados de las pesquisas vinieron no s¨®lo a confirmar la importancia de los hechos denunciados, sino que se apreci¨® la existencia de una serie de operaciones que no cumpl¨ªan la legalidad vigente. Las estimaciones que se barajan en medios conocedores de la trastienda del Descuento, como volumen total de las operaciones irregulares de los anteriores administradores, apuntan por varios miles de millones de pesetas, aunque insisten en que su cuantificaci¨®n es muy complicada, ya que se trata de operaciones bastante recientes.
Estas fueron las razones por las que los responsables del banco interpusieron una querella por la v¨ªa penal contra cuatro miembros del anterior equipo directivo: el ex presidente, Diego Prado y Col¨®n de Carvajal; el antiguo vicepresidente, Angel Paradejordi; los consejeros cesados Enrique Garc¨ªa Ramal y L¨®pez de Haro (hijo del ministro de Relaciones Sindicales del r¨¦gimen anterior), y Jorge L¨®pez D¨®riga y Tovar, junto con el ex director general, Vicente de Miguel Lasanta.
Los actuales administradores del banco se mostraron reticentes a confirmar o ampliar la informaci¨®n apuntada, al estar sometidos todos estos puntos al secreto del sumario.
En la historia del Banco de Descuento hay que distinguir tres etapas f¨¢cilmente diferenciables. La primera de ellas corresponde a la de un banco de reciente creaci¨®n y estableci¨® una estrategia claramente orientada hacia la operativa comercial a corto plazo. La segunda parte se inicia en los ¨²ltimos d¨ªas de 1974 y los primeros de 1975, cuando se fragua la operaci¨®n de venta de un paquete de acciones que representa el 27,97%. del capital del banco, por parte de algunos de los socios; fundadores de la entidad, a Rumasa.
La tercera parte de la historia comienza en mayo de 1979, y es en la que tienen su origen, seg¨²n todos los testimonios recogidos, las acciones penales que recientemente han emprendido los administradores del FGD contra algunos miembros del anterior equipo directivo. La negativa por parte de ¨¦stos ¨²ltimos a hacer frente a este pago se basaba en que, seg¨²n la normativa legal del a?o 1974, espec¨ªfica para los bancos de nueva creaci¨®n, no se pod¨ªa realizar ninguna transmisi¨®n de acciones en aquella ¨¦poca sin una autorizaci¨®n expresa del Banco de Espa?a, requisito que no hab¨ªa sido cumplido.
Este argumento fue enriquecido con la cl¨¢usula que figuraba en el contrato de compra por parte de Castellana 13 de las acciones del Descuento en poder de Rumasa, por la que al pago del ¨²ltimo plazo podr¨ªan devolverse las acciones al holding de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Mateos, y ¨¦ste habr¨ªa de reembolsar su importe en un plazo de tres a?os.
Un nuevo argumento fue esgrimido por los anteriores administradores del Banco de Descuento. La operaci¨®n ten¨ªa unas caracter¨ªsticas en cuanto al beneficio generado que no resultaba legal.
Todos estos t¨¦rminos fueron utilizados en las sucesivas juntas de accionistas, e incluso ante los propios empleados del banco, para justificar los resultados poco brillantes que presentaba la entidad. Sus administradores, antes de aceptar la intervenci¨®n del FGD, intentaron vender la entidad, operaci¨®n que no lleg¨® a fraguar por la exigencia de una auditor¨ªa previa por parte de los posibles propietarios.
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