Costa Rica acudir¨¢ a las urnas el pr¨®ximo domingo sin presiones militares
Nunca tantos procesos electorales sirvieron a fines tan dispares como en Centroam¨¦rica. En Honduras terminaron, el 29 de noviembre, con diez a?os de dictadura militar. En Guatemala, el 7 de marzo, tratar¨¢n de perpetuar otra que ya va para los treinta. En El Salvador, el 28 de marzo, intentar¨¢n legitimar con una Asamblea Constituyente, elegida entre opciones de derechas, una guerra sin cuartel entre el Ej¨¦rcito y las izquierdas. En Costa Rica, el pr¨®ximo domingo, se limitar¨¢n a relevar a un Gobierno. "Elecciones al gusto", parece ser el men¨² pol¨ªtico en esta regi¨®n, que vive siempre al filo de la guerra.
El caso costarricense es el m¨¢s asimilable a las democracias occiden tales cl¨¢sicas. Pa¨ªs que carece de Ej¨¦rcito por decisi¨®n constitucional, cada cuatro a?os acude a las urnas sin presiones castrenses para elegir a sus gobernantes en un turno casi riguroso de partidos.El perdedor de hace cuatro a?os, Luis Alberto Monge, 56 a?os, se presenta ahora, casi como seguro ganador, frente al c¨¢ndida to apoyado por el presidente, Rodrigo Carazo. El pueblo costarri cense viene castigando con la de rrota electoral, de forma casi siste m¨¢tica, al hombre que surge de las filas del partido gobernante.
El Partido de Liberaci¨®n Nacional (PLN), afiliado a la Internacional Socialista, consigui¨® reunir, el pasado domingo, en San Jos¨¦, cerca de 100.000 personas, en una concentraci¨®n sin precedentes en apoyo a su candidato, Luis Alberto Monge.
Todas las encuestas le asignan un amplio margen sobre los dem¨¢s aspirantes, que van desde la coalici¨®n de izquierda Pueblo Unido hasta el ultraderechista Movimiento Nacional, que postula al ex presidente Mario Echandi.
El fantasma del comunismo
El fantasma del comunismo, que tiene un gran impacto en la regi¨®n y que ha sido alentado durante los ¨²ltimos meses por algunas acciones terroristas, antes desconocidas en el pa¨ªs, ha hecho subir las expectativas de voto, hasta colocar en segundo lugar a este Movimiento Nacional, de tantas resonancias franquistas.
Echandi ha basado su campa?a en el presunto criptocomunismo de Luis Alberto Monge, un pol¨ªtico que no oculta su anticomunismo militante. Estas acusaciones parecen haber calado en los diplom¨¢ticos norteamericanos, que preferir¨ªan en la Presidencia a un hombre como Echandi, que defiende el militarismo m¨¢s cerril como ¨²nica f¨®rmula para frenar el avance comunista en la regi¨®n.
Resulta chocante que el criptocomunista Luis Alberto Monge anuncie una pol¨ªtica m¨¢s pronorteamericana que la desarrollada por el conservador Rodrigo Carazo durante sus cuatro a?os de mandato. De su campa?a han desaparecido por completo los viejos lemas antiimperialistas del PLN.
Monge ve en Estados Unidos un aliado necesario para combatir el comunismo, aunque a continuaci¨®n puntualiza que su pol¨ªtica es tar¨¢ en contra de la internacional de las espadas tanto como contra la internacional comunista. Se proclama "independiente, para criticar lo que no nos guste de la pol¨ªtica de Estados Unidos, pero sin carga emotiva antiyanqui".
Este acercamiento hacia los postulados norteamericanos en el ¨¢rea incluye una lejan¨ªa correlativa del r¨¦gimen saridinista, a cuyo triunfo tanto contribuy¨® Carazo.
Acercamiento a Estados Unidos
Respecto a El Salvador, el candidato del PLN sigue estando tambi¨¦n m¨¢s cerca de las posiciones del presidente norteamericano, Ronald Reagan, que de las mantenidas por la Internacional Socialista, cuyas filas estuvo a punto de abandonar por el apoyo prestado a la guerrilla. El PLN defiende las elecciones como salida pac¨ªfica a la guerra civil, sin poner ning¨²n acento en las negociaciones previas que exige la guerrilla.
Resulta significativa a este respecto una reciente visita a El Salvador, donde se entrevist¨® con personalidades del Gobierno, del ex presidente Jos¨¦ Figueres, que a sus 75 a?os mantiene a¨²n un liderazgo indiscutible en el partido.
Monge ha apoyado tambi¨¦n la creaci¨®n de la Comunidad Democr¨¢tica Centroamericana, un pacto de defensa mutua que ha venido a legitimar al Gobierno salvadoref¨ªo junto a dos reg¨ªmenes democr¨¢ticos como los de Honduras y Costa Rica. La ¨²nica observaci¨®n de Monge, tal vez para no perder la cara totalmente, ha sido la necesidad de ampliar la comunidad a naciones como Panam¨¢, Nicaragua y Belice.
Bancarrota econ¨®mica
Esta cercan¨ªa de la socialdernocracia costarricense a la tesis de Reagan tiene su explicaci¨®n m¨¢s visible en la situaci¨®n de bancarrota en que vive el pa¨ªs, que, seg¨²n algunos observadores, ha puesto en serio peligro su estabilidad pol¨ªtica y su propia viabilidad como naci¨®n.
Costa Rica tiene hoy una deuda exterior de unos 2.700 millones de d¨®lares (m¨¢s de 250.000 millones de pesetas), que ni los bancos ni las instituciones financieras internacionales est¨¢n dispuestos a renegociar, a menos que se adopten rigurosas medidas de control del gasto p¨²blico.
Dos factores, uno interno y otro externo, han llevado al pa¨ªs a una suspensi¨®n de pagos real desde hace algunos meses. El sistema de prestaciones sociales es tan avanzado como el de las naciones m¨¢s desarrolladas, y la econom¨ªa nacional se ha mostrado incapaz de sostenerlo. Los conflictos b¨¦licos de la zona han cortado, por otra parte, el ventajoso intercambio comercial que ten¨ªa Costa Rica con sus vecinos, y, para colmo de males, sus productos de exportaci¨®n (caf¨¦, cacao, az¨²car, banano) han sufrido dr¨¢sticas bajas.
Como dec¨ªa humor¨ªsticamente un embajador costarricense, "nosotros s¨®lo exportamos postres, y eso es lo primero que se elimina en ¨¦pocas de crisis".
El candidato Luis Alberto Monge a?ade por su cuenta que la econom¨ªa de un pa¨ªs es una cosa demasiado seria para dejarla en manos de los economistas, aludiendo a la profesi¨®n de Rodrigo Carazo.
El actual presidente recibi¨® hace cuatro a?os un pa¨ªs con una deuda razonable de ochocientos millones de d¨®lares y una moneda nacional que se cotizaba a ocho por d¨®lar. La deuda subi¨® hasta los 2.700 millones y el col¨®n tuvo que ser devaluado oficialmente a veinte, aunque en el mercado negro se llegan a ofrecer hasta cuarenta por un d¨®lar, lo que supone una devaluaci¨®n real del 500%.
En un primer intento de ayudar a la econom¨ªa costarricense, Estados Unidos ha decidido reanudar las compras de at¨²n de este pa¨ªs, interrumpidas tras la captura de varios barcos que faenaban dentro de las 200 millas.
Pero la refinanciaci¨®n de la deuda es el problema m¨¢s urgente. Sucesivas misiones del Fondo Monetario Internacional no han podido llegar hasta ahora a acuerdos firmes.
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