Con las t¨¢cticas defensivas se han incrementado los disparos desde larga distancia
Deportes como el balonmano, baloncesto o hockey sobre patines han visto modificado su reglamento en beneficio de la vistosidad y, en definitiva, del ataque. En f¨²tbol, el reglamento permanece casi inalterable desde 1925, cuando se modific¨® el fuera de juego (reducci¨®n de 3 a 2 contrarios). Desde entonces, el reglamento parece pensado para favorecer a la defensa, y los ¨¢rbitros lo aplican en este sentido, especialmente en los agarrones y manos, denominadas faltas profesionales. Veinte a?os despu¨¦s del cerrojo, se buscan nuevas formas de golear. Hoy, m¨¢s que nunca, los goles se obtienen con disparos desde fuera del ¨¢rea y con la cabeza. En el Mundial de Espa?a todo hace prever que se acentuar¨¢n estas caracter¨ªsticas.
En el siglo XV, nueve delanteros jugaban en una parte del campo, contra un defensa y un portero, que no pod¨ªan pasar al otro lado. El proceso hist¨®rico es el de a?adir defensas, y luego centrocampistas, en detrimento de la delantera. Posiblemente, en el Mundial-82 la delantera, tal como ha sido tradicionalmente entendida, est¨¦ formada por un solo hombre, y los goleadores sean jugadores del centro del campo. Los datos as¨ª lo atestiguan: En el Mundial-78, el 35,8% de los disparos fueron realizados por centrocampistas, y el 50% por los delanteros. Dos a?os despu¨¦s, en la Eurocopa de Naciones, aument¨® el porcentaje de los disparos de centrocampistas (39,5%) y disminuy¨® el de los delanteros (44,5%). Tambi¨¦n aument¨® el porcentaje de los disparos de defensas, del 13,8% al 15%.La concentraci¨®n en las inmediaciones del ¨¢rea, o el pressing en el centro del campo, acarrean nuevas formas de conseguir el gol, como el disparo de larga distancia (m¨¢s de 20 metros) y la cabeza. Estas nuevas modalidades de gol han contrarrestado las t¨¢cticas defensivas. Desde hace 30 a?os, la media de goles en las competiciones nacionales e internacionales, por clubes y selecciones, rondan los 2 goles por partido, con altibajos motivados en parte por un equipo que destaca y golea (Real Madrid en los anos cincuenta), o por la participaci¨®n de equipos muy Inferiores, que son goleados.
Italia, la escasez de goles
El catenaccio o cerrojo ha sido considerado modelo del antif¨²tbol. Imper¨® en los a?os 60, con Helenio Herrera y su Inter, pero dada la calidad de sus jugadores ten¨ªa un componente creativo del que sus imitadores carecieron. Otros equipos copiaron, pero con la finalidad del 0-0. Antes y despu¨¦s del catenaccio, Italia ha batido todas las marcas de ineficacia goleadora, tanto en 1934 como en 1981. En la primera vuelta de la pasada Liga, el 40% de los partidos italianos terminaron sin goles o con un solo gol; le siguen en este aspecto negativo Portugal, con un 3 1 %, Yugoslavia, 28,6%, Hungr¨ªa, 28,5% y Escocia, con 26,6%. A continuaci¨®n Espa?a, con un 24%, igual que Inglaterra.
Curiosamente, los pa¨ªses con mejor f¨²tbol, tienen el mayor porcentaje de goles por partido, y el menor de resultados sin goles o con un solo gol. Los clubes holandeses y alemanes, tanto orientales como occidentales, alcanzan una media de 3,5 goles por partido, y s¨®lo el 12% de los encuentros terminaron sin goles o con un ¨²nico gol.
El cerrojo es aprovechado por los equipos d¨¦biles, cualquiera que sea su nacionalidad. Una de las m¨¢s fuertes y duras defensas fue la brasile?a en el Mundial de Alemania, en 1974. Coutinho, con la p¨¦rdida de sus figuras, jug¨® un 5-3-2, con dos defensas libres. La defensa estaba formada por los marcadores Z¨¦ Mar¨ªa, Piazza y Francisco Marinho, y los libres Mario Marinho y Pereira.
Las t¨¢cticas no han afectado, en un alto porcentaje, a la disminuci¨®n de los goles, aunque s¨ª influyen para que el deporte sea m¨¢s o menos espectacular. Con un 2-3-5 en el Mundial de Uruguay (1930), se alcanz¨® una media de 3,88 goles por partido, y en el de Italia 4,23, pero el campe¨®n, Italia, obtuvo una media de 2,40, cuando todav¨ªa el catenaccio no ten¨ªa patente. La media m¨¢s baja de un campe¨®n de] mundo fue la de Inglaterra (1966), en plena ¨¦poca del catenaccio y del f¨²tbol-fuerza, con una media de 1,83. Cuatro a?os despu¨¦s, le sucedi¨® el f¨²tbol-m¨²sica de Brasil (2,96 goles de media), que no ha vuelto a repetir. Es el ¨²nico caso en que un campe¨®n del mundo o de Eurocopa obtiene una media de goles superior a la del torneo. El campeonato de Alemania Occidental, con una media de goles baja (2,55), result¨® de alta calidad.
Beneficiar al ataque
Los mundiales de M¨¦xico y Alemania Occidental, pese a que no se obtuvieron gran n¨²mero de goles, han sido considerados por t¨¦cnicos de la FIFA como superiores al de Argentina. Este aspecto negativo no preocupa a los t¨¦cnicos, pero s¨ª las decisiones arbitrales que favorecen la defensa, como las faltas profesionales. As¨ª son calificadas las manos voluntarias y los agarrones, a menudo sancionados con un simple castigo a cambio de evitar un gol, por ejemplo, en los casos en que un atacante supera la t¨¢ctica del fuera de juego. El fuera de juego, concebido para evitar el abuso de los delanteros, es hoy el de los defensas, ya que si el atacante consigue burlar el fuera de juego, el defensa recurre a coger el bal¨®n con las manos o al agarr¨®n, que en la mayor¨ªa de los casos no son castigados con severidad. Los t¨¦cnicos de la FIFA tambi¨¦n se muestran preocupados por la p¨¦rdida de tiempo de los guardametas y la regla, no aplicada, de los cuatro pasos. Estas faltas profesionales, dicen los t¨¦cnicos, son consideradas por los ¨¢rbitros como faltas menores, y el perjudicado es el espect¨¢culo.
Parece que no disminuir¨¢n otras amenazas, como son, seg¨²n el mismo informe, las presi¨®n ambiental de los medios de comunicaci¨®n, y la pol¨ªtica.
En el Mundial de Espa?a, pese al aumento de selecciones ex¨®ticas, parece que no abundar¨¢n las goleadas, y que se acentuar¨¢ el disparo desde lejos y el juego a¨¦reo como modos de abrir la defensa. El exotismo de algunas selecciones es m¨¢s te¨®rico que pr¨¢ctico, ya que t¨¢ctica y f¨ªsicamente han sido puestas al d¨ªa con t¨¦cnicos occidentales o suramericanos.
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