La tregua parlamentaria se mantendr¨¢ hasta que finalice el juicio por el 23 de febrero
La cuenta atr¨¢s para la vista del juicio por el 23-F absorbe todas las atenciones gubernamentales. Hasta que concluyan sus sesiones y se dicte la sentencia inicial est¨¢ garantizada la neutralizaci¨®n del Parlamento. Pero los estrategas centristas estiman que la debilidad aritm¨¦tica de su grupo en el Congreso de los Diputados, cuya continuidad queda en manos socialistas, contribuir¨¢ a potenciar la ventaja preelectoral que los sondeos les reconocen de forma ostensible. Los resultados que arrojen las urnas en Andaluc¨ªa el 23 de mayo provocar¨¢n la definici¨®n de nuevas alternativas pol¨ªticas.
Hablar en estos d¨ªas con Rodolfo Mart¨ªn Villa, produce en el interlocutor una sensaci¨®n de incredulidad. Es dif¨ªcil aceptar el espect¨¢culo de un purasangre de la pol¨ªtica abandonado a la abulia o al fatalismo. El vicepresidente 'Primero del Gobierno recurre permanentemente a la precariedad aritm¨¦tica del partido centrista en el Congreso de los Diputados. A su entender, en esa situaci¨®n se anda permanentemente en el filo de las concesiones indebidas, que deterioran la imagen con unas elecciones por delante. Vivir de la generosidad y magnanimidad del PSOE tendr¨¢ unos costes cuando los socialistas exhiban en p¨²blico la factura.Por el momento, todas las alternativas parecen prohibidas, una vez analizadas detenidamente por el sanedr¨ªn -grupo que asesora pol¨ªticamente al presidente, formado por Rodolfo Mart¨ªn Villa, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, P¨ªo Cabanillas, Alberto Oliart, Juan Jos¨¦ Ros¨®n, Mat¨ªas Rodr¨ªguez Inciarte, Rafael Arias Salgado y Jaime Lamo de Espinosa-. Las elecciones no pueden convocarse antes de la vista del juicio del 23-F, bajo cuya sombra algunos calcularon espl¨¦ndidos r¨¦ditos en forma de papeletas. La coalici¨®n con el grupo parlamentario que lidera Fraga no aporta cifras de consideraci¨®n suficiente. La coalici¨®n con el PSOE ha sido evaluada como una prima adicional cuando va a sonar la campana de la ¨²ltima vuelta. Por reducci¨®n al absurdo, en expresi¨®n tomada de las matem¨¢ticas, no queda otro recurso aparente que seguir tirando sin dejar de contar con nuevos -desflecamientos de los ya mermados esca?os.
Un ministro del Gobierno resum¨ªa ir¨®nicamente la situaci¨®n: "Carlos Gila -el diputado ucedista por Segovia, adalid de su autonom¨ªa uniprovincial-, convertido en problema nacional". El titular de Justicia, P¨ªo Cabanillas, a quien se ha querido presentar m¨¢s distanciado del presidente Leopoldo Calvo Sotelo en raz¨®n de supuestos contactos inoportunos mantenidos con algunos de los defensores en el 23-F, parece haber emprendido algunas tentativas para salir del atolladero.
En primer lugar, despu¨¦s de las pasadas hostilidades hacia los suaristas, barridos en los ¨²ltimos meses de la sede del partido en Arlab¨¢n, P¨ªo Cabanillas ha iniciado una maniobra de aproximaci¨®n a los colaboradores del ex presidente. Santaella, Rosa Posada, Jes¨²s Picatoste y hay quien a?ade al propio Josep Meli¨¢ han recibido propuestas diversas del ministro.
Un comentario de Su¨¢rez
Esta actitud se interpreta como parte de una estrategia m¨¢s amplia que aspira a recuperar el activo de Adolfo Su¨¢rez, cuya vigencia sorprendi¨® en Torremolinos al presidente Calvo Sotelo al advertir en las filas de la militancia centrista de Andaluc¨ªa numerosas pegatinas con la efigie de su antecesor.
Adolfo Su¨¢rez, que tom¨® buena nota de la virulencia y la orquesta ci¨®n de la ¨²ltima campa?a de Prensa desencadenada contra ¨¦l, no pudo contener un comentario de admiraci¨®n por gente tan vale rosa capaz de exhibirse de esa guisa, desafiando la opini¨®n de los actuales mandos del partido. Las pegatinas con la imagen de Leopoldo Calvo Sotelo todav¨ªa no han sido puestas en circulaci¨®n, y hay quien piensa que no llegar¨¢n a encargarse. Quienes conocen de cerca al actual presidente no descartan que, terminado el trayecto restan te hasta la convocatoria de elecciones generales, Leopoldo Calvo Sotelo se despida elegantemente por considerar cumplida su misi¨®n y se ahorre as¨ª los inciertos avatares electorales.
Para completar el panorama hay que sumar las anunciadas tensiones vascas y catalanas frente a la ley de Armonizaci¨®n del Proceso Auton¨®mico (LOAPA), el temido recrudecimiento de la actividad terrorista etarra, la creciente arrogancia de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE) y los p¨¦simos presagios para las elecciones andaluzas del 23 de mayo.
ETA y el 23-F
Los ¨¦xitos antiterroristas no han hecho perder la cabeza al titular de Interior, el hombre con m¨¢s poder aut¨®nomo dentro del actual Gobierno. Juan Jos¨¦ Ros¨®n conoce la fragilidad de esos logros y sabe en qu¨¦ proporci¨®n la propia direcci¨®n de ETA ha optado por reducir sus actividades desde un an¨¢lisis que con templaba como inevitable el golpe de Estado a corto plazo. Esa hubiera sido la se?al esperada para su relanzamiento una vez recuperado el apoyo de la poblaci¨®n.
Los observadores m¨¢s pesimistas estima * n que las hostilidades despertadas por la LOAPA pueden articular alguna reacci¨®n etarra, en cuyas acciones se ha querido ver por algunos una cierta funcionalidad de poderf¨¢ctico del Go bierno aut¨®nomo de Vitoria. En la medida en que las probabilidades de nuevas intentonas golpistas se desvanezcan hay que contar con un alza terrorista, seg¨²n ciertos analistas con probada experiencia de gobierno. Otro factor de primer orden a considerar es la arrogancia de la CEOE, especialmente visible en los proleg¨®menos de la campa?a electoral andaluza. El resultado de las presiones de la CEOE sobre UCD puede acabar por convertir a esta ¨²ltima en una plataforma clasista. Con esa configuraci¨®n, las siglas de UCD perder¨ªan su car¨¢cter interclasista y centrifugar¨ªan una fuerte proporci¨®n de su voto. Esos votantes y militantes expelidos del centrismo intentar¨ªan buscar acomodo en las filas del PSOE, cuya estructura podr¨ªan perturbar.
En cuanto a la cita con las urnas andaluzas, en los c¨ªrculos gubernamentales y centristas se espera poder contener las dimensiones del desastre que vaticinan los sondeos. Nadie aparecer como responsable del retroceso electoral que se da por inevitable. Despu¨¦s del escrutinio se precipitar¨¢n las decisiones.
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