La recuperaci¨®n de la Albufera de Valencia costar¨ªa 2.000 millones de pesetas y diez a?os de trabajos

La recuperaci¨®n del equilibrio del ecosistema del lago de la Albufera, situado a unos doce kil¨®metros al sur de Valencia, se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios del Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo. Recientemente este ministerio daba a conocer a las autoridades provinciales las conclusiones de un estudio, elaborado por acuerdo del Consejo de Ministros, que requiere un presupuesto de 2.000 millones de pesetas para su aplicaci¨®n durante la pr¨®xima d¨¦cada.

El proyecto del Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo para salvar la Albufera frenar¨¢ la contaminaci¨®n de las aguas y el aterramiento del lago, dos de los agentes externos que han determinado la muerte biol¨®gica del lago desde que en 1960 se acentu¨® el desarrollo industrial de la comarca. En la Albufera, por la falta de una infraestructura adecuada en los municipios que la rodean, se est¨¢n vertiendo aguas residuales de una poblaci¨®n de 30.000 habitantes, distribuidos en treinta localidades. A ello se a?ade el vertido industrial de 2.000 empresas, que afectan tanto al lago como a las 16.000 hect¨¢reas de marjal donde se cultiva el arroz.La publicidad de estas medidas a largo plazo coincide con la interesante exposici¨®n sobre La Albufera, el medio y el hombre, organizada en la sala de exposiciones del Ayuntamiento con la imprescindible participaci¨®n del centro excursionista de Valencia. La muestra ofrece una visi¨®n puntual de sus valores estrat¨¦gicos, tur¨ªsticos y etnol¨®gicos, al tiempo que crea conciencia del grave peligro destructivo que acecha al lago.

Patrimonio real

Desde la conquista de Valencia por Jaime I, en 1238, el lago form¨® parte del patrimonio real, situaci¨®n que se modific¨® a principios del siglo XVIII. La Albufera ir¨ªa finalmente, despu¨¦s de pertenecer a varias familias nobiliarias, al Estado. El Ayuntamiento de Valencia, por el escaso aprovechamiento que se hac¨ªa de su riqueza, acord¨® comprarlo en 1927. Esta operaci¨®n se cerr¨® por un importe de 1.060.000 pesetas. Desde entonces el municipio de Valencia ha administrado el ecosistema de la Albufera con enormes trabas para coordinar sus acciones con los numerosos municipios colindantes. En este sentido, la Administraci¨®n supraprovincial de la Diputaci¨®n ha sido decisiva para poner de acuerdo entre s¨ª a los ayuntamientos.La p¨¦rdida de superficie del lago es uno de los factores que analiza la exposici¨®n del Ayuntamiento. En efecto, en cuatrocientos a?os, entre 1579 y 1974, la Albufera ha pasado de tener 13.962 hect¨¢reas a s¨®lo ocupar entre 2.150 y 1.900 hect¨¢reas. Cuando el Ayuntamiento compr¨® el lago ten¨ªa mil hect¨¢reas m¨¢s que hoy. La reducci¨®n tiene su causa en la conquista de superficie por parte de los labradores que ampliaban, sus arrozales, que en la actualidad se extienden a lo largo y ancho de 30.000 hect¨¢reas, aunque algunos especialistas se?alan tambi¨¦n como causa la avalancha de materiales s¨®lidos que han llegado al lago por los barrancos.

El car¨¢cter de zona h¨²meda fundamental para la conservaci¨®n de poblaciones de determinadas especies de aves de Europa, reconocida por organismos internacionales, se encuentra tambi¨¦n en peligro. Los plaguicidas utilizados en los arrozales rompen el cielo de reproducci¨®n de las colonias y matan las plantas donde ¨¦stas se ubican. Por otro lado, la falta de transparencia de las aguas impide la b¨²squeda de alimentos. La caza de patos, pese a estar prohibida por el Ayuntamiento de Valencia desde 1976, a excepci¨®n de los d¨ªas de santa Catalina y san Mart¨ªn, en noviembre de cada a?o, sigue desarroll¨¢ndose en los municipios colindantes sin un plan de caza especial para controlar el mantenimiento de las especies.

La pesca ha experimentado una evoluci¨®n, ya que determinadas especies muy cotizadas en el mercado, como la anguila, han desaparecido por el desequilibrio introducido en, el ecosistema del lago por los agentes contaminantes. El Instituto para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (Icona) regul¨® en 1976 la pesca en la Albufera con una normativa que hoy es considerada anacr¨®nica por los t¨¦cnicos que trabajan en la recuperaci¨®n del lago.

La exposici¨®n del Ayuntamiento abarca tambi¨¦n las agresiones a la Dehesa del Saler, franja forestal de nueve kil¨®metros de longitud que separa el lago del mar y cuya privatizaci¨®n a?os atr¨¢s para levantar una urbanizaci¨®n inacabada ha supuesto uno de los errores pol¨ªticos m¨¢s graves de las corporaciones franquistas.