Juan T¨¦bar gano el Premio Uve para relatos de terror con 'La playa a la luz de la luna'

El escritor madrile?o Juan T¨¦bar obtuvo a medianoche de ayer, con un relato titulado La playa a la luz de la luna, el premio Uve de cuentos, dotado con un mill¨®n de pesetas, que concede, por primera vez, la Biblioteca Universal de Misterio y Terror. Veinticinco escritores se presentaron a este concurso y seis de ellos llegaron a la ronda final: Ra¨²l Ch¨¢varri, Jos¨¦ Le¨®n Cano, Pedro Montero, Jos¨¦ Luis Velasco, Manolo Marinero y Juan T¨¦bar. Quedaron finalistas los dos ¨²ltimos.El jurado, compuesto por los escritores y periodistas Rafael Conte, Francisco Garc¨ªa Pav¨®n, Rafael Llopis, Lola Salvador y Fernando Jim¨¦nez del Oso, se reuni¨® en los locales de El ¨²ltimo cupl¨¦, y tuvo que emplear dos sesiones de trabajo y ocho votaciones para tomar una decisi¨®n.

Juan T¨¦bar, que es colaborador de este peri¨®dico precisamente en temas de literatura fant¨¢stica, polic¨ªaca y de terror, present¨® dos relatos a este concurso. "No son los ¨²nicos que tengo escritos" -dice-. "En realidad, el que ha ganado el premio es un antiguo relato, revisado recientemente y forma parte de un conjunto de cuentos que componen un libro in¨¦dito".

"Dej¨¦ de escribir historias de este tipo hace alg¨²n tiempo, por dos razones: la dificultad del g¨¦nero como tal y la dificultad de publicaci¨®n con que se encuentra el escritor dedicado a esto. Por ello, volver, despu¨¦s de alg¨²n tiempo dedicado al ensayo, al nivel creativo, tiene para m¨ª cierta sensaci¨®n de reencuentro."

"El relato", prosigue T¨¦bar, "tiene un arranque aparentemente infantil. Trata de una ni?a muy peque?a que, paseando por una playa, encuentra unas estacas de colorines, parecidas a restos de sombrillas de veraneantes, que hubieran quedado all¨ª abandonadas desde el verano anterior. Junto al mar, la ni?a encuentra un cad¨¢ver, o al menos eso le parece a ella. Juega con crueldad con ¨¦l. Pero el cad¨¢ver, cuando se cierra la noche, despierta. Es, en realidad, un vampiro. Se inicia una persecuci¨®n. La ni?a, para defenderse, va sacando de la arena, donde est¨¢n pinchadas esas estaquillas de colores. Pero cada una que extrae de la arena equivale a otro vampiro que despierta...".