El incremento del contrabando hace reconsiderar la pena de prisi¨®n para estas actividades

Seg¨²n los datos que acaba de elaborar la Direcci¨®n General de Aduanas (v¨¦ase cuadro adjunto), el valor de las mercanc¨ªas de contrabando capturadas el a?o pasado ascendi¨® a 7.501 millones de pesetas, casi 2.000 millones m¨¢s que en 1980. El aumento del 35% que suponen estas cantidades sobre el a?o anterior se considera sin embargo, bastante inferior al crecimiento de las entradas fraudulentas. Algunos estiman que en los cinco ¨²ltimos a?os el contra bando de tabaco se ha duplicado de un ejercicio a otro.

Hacienda pierde

S¨®lo en tabaco, se estima que Hacienda dej¨® de ingresar por impuestos unos 14.000 millones de pesetas, a los que habr¨ªan de a?a dirse otros 3.000 o 4.000 millones por otros conceptos, pues los estupefacientes y las monedas no tributan. Otras fuentes, como los expertos del PSOE, calculan el fraude a Aduanas en unos 30.000 milllones de pesetas.Los perjuicios econ¨®micos, y por tanto los beneficios de los contrabandistas, son mayores. La cajetilla de Winston les cuesta en puerto franco unas 28 pesetas, cuando en los estancos se veade a 95 pesetas. La diferencia son ?mpuestos y m¨¢rgenes por transporte y venta. Es decir, que Tabacalera y los estancos dejan de ingresar por dicha marca otros 14.000 o 15.000 milllones de pesetas.

A juzgar por la proporci¨®n de las capturas, el Winston supone un 98,5% del contrabando total, seg¨²n Aduanas. El resto de las marcas objeto de esta actividad son por el orden indicado, LM, Camel, Marlboro, Players y algunos cigarrillos puro, como los Rosli.

Adem¨¢s de reforzar los servicios y equipos de vigilancia, formados principalmente por 400 agentes e inspectores terrestres y 300 mar¨ªtimos con 24 patrullleras, junto a los cuales colaboran otros 5.600 hombres de la Guardia Civil, los responsables de Hacienda acaban de constituir una comisi¨®n para el estudio de medidas contra el contrabando y han insistido sobre la urgencia de aprobar el proyecto de Ley de Contrabando.

Tras conseguir el pasado 14 de noviembre que el proyecto sea tramitado por v¨ªa de urgencia, el director general de Aduanas, Antonio R¨²a, se reuni¨® el jueves ¨²ltimo con la ponencia encargada de dictaminar el texto. Los datos aportados a la ponencia ilustran la magnitud del problema: actualmente son cobradas menos del 2% de las multas impuestas.

La Sala de Contrabando del Tribunal Econ¨®mico Administrativo impuso en 1977 multas por valor de 4.032 millones de pesetas, de los cuales fueron pagados 310 millones y se recuperaron otros 2.227 millones (hasta un 38%) por la v¨ªa de la prisi¨®n subsidiaria. Al a?o siguiente los multas se triplicaron, pero s¨®lo fueron pagados 311 millones; otros 9.315 (es decir, hasta el 70%) se recuperaron con prisi¨®n (un d¨ªa de c¨¢rcel vale un d¨ªa de salario m¨ªnimo intrerprof¨¦sional). A partir de entonces, como la Constituci¨®n impide a los tribunales administrativos castigar con c¨¢rcel, seg¨²n la citada fuente, s¨®lo se recuperaron un 5,43% de las multas, cifra que baj¨® en 1980 al 1,75% de los 15.086 millones de pesetas de multas. La explicaci¨®n es que los contrabandistas del ¨²lltimo escal¨®n son normalmente personas insolventes, que si no pagan no pueden ser castigadas.

La nueva Ley, que lleva un a?o en las Cortes y encontr¨® obst¨¢culos entre los penalistas, modifica el C¨®digo Penal y pasa a los tribunales ordinarios el contrabando por valor de un mill¨®n o m¨¢s de pesetas. Los responsables de Aduanas conf¨ªan que estar¨¢ en vigor en los pr¨®ximos meses. No obstante, aparte de las objeciones jur¨ªdicas, subsisten las que puedan hacerse al comparar dicho delito con el fiscal o al pensar si tendr¨¢ efectividad coactiva la modificaci¨®n entre los contrabandistas m¨¢s modestos.

Seg¨²n los datos oficiales, Espa?a es el segundo pa¨ªs europeo en contrabando de tabaco, despu¨¦s de Italia. Por ser zona de paso, ocupa un puesto similar en drogas blandas (primero en coca¨ªna, segundo en haschis y aceite de haschis), y el sexto en drogas duras. Sin embargo, las rutas y mercados son muy diferentes: las drogas llegan de Africa o Iberoam¨¦rica y Asia, respectivamente; el tabaco procede en su gran mayor¨ªa de los dep¨®sitos francos europeos, principalmente de Amberes, Amsterdam, Rotterdam y Hamburgo.