La expectaci¨®n volvi¨® al exterior del recinto militar en el aniversario del intento de golpe de Estado
Los familiares de los procesados por la causa de la intentona golpista del 23 de febrero de 1981 no pudieron ocultar ayer su euforia con la decisi¨®n del presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar de expulsar de la sala al director de Diario 16, Pedro J. Ram¨ªrez, y suspender la acreditaci¨®n a este medio de informaci¨®n.Tras conocerse la noticia de que el juicio podr¨ªa suspenderse temporalmente al negarse los abogados defensores de los procesados a reanudar la vista por considerar que un art¨ªculo publicado ayer por Diario 16 era una intromisi¨®n en el curso del proceso, fueron congreg¨¢ndose en las inmediaciones de las instalaciones militares numerosos curiosos, as¨ª como familiares y amigos de los procesados, que pretend¨ªan observar el desarrollo de este incidente desde el mismo lugar de los hechos. Asimismo, las fuerzas de orden p¨²blico incrementaron considerablemente su dispositivo de seguridad, ante la sospecha de que pudiera registrarse alguna concentraci¨®n en la zona o pudiera producirse alg¨²n incidente.
La expectaci¨®n volvi¨® a los exteriores del recinto militar, despu¨¦s de tres d¨ªas de una casi total ausencia de p¨²blico. En los corrillos formados por informadores, periodistas gr¨¢ficos, curiosos y amigos de los familiares de los procesados no se dejaba de hablar del incidente ocurrido, mientras exist¨ªa cierta confusi¨®n en torno a si se reanudaba la vista o no. Una hija del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, entraba al recinto sobre las 12 horas, tras enterarse por la radio de los sucedido, al igual que otros familiares de los acusados.
A la 1.30 horas se reanudaba la sesi¨®n y una hora despu¨¦s se levantaba durante dos horas para la comida. La mayor¨ªa de los familiares de los procesados, como de costumbre, subieron a dos autobuses que les trasladaron al club militar La Dehesa, donde suelen almorzar. En esos momentos, algunas mujeres, amigas de los familiares que iban saliendo de la sala, se acercaban a ¨¦stos para preguntarles c¨®mo hab¨ªa ido todo. La respuesta, entre abrazos y besos, era siempre la misma: "Fenomenal", "Todo ha ido estupendo".
Sonrientes, un hijo y una hija del teniente coronel Tejero fueron abordados por los periodistas y por un grupo de amigos cuando sub¨ªan al autob¨²s. Varios informadores intentaron entrar con ellos en el veh¨ªculo, pero el oficial de guardia no lo permiti¨®. Las c¨¢maras de los fot¨®grafos no paraban. de funcionar, mientras los hijos del teniente coronel y otras tres personas que se encontraban con ellos comentaban: "Hacernos algunas fotos m¨¢s, a ver si cuando se publiquen nos llaman para trabajar en alguna pel¨ªcula".
A las 2.45 horas el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Pedrol Rius, sal¨ªa del recinto militar y minutos despu¨¦s se proced¨ªa al relevo de las fuerzas de la Polic¨ªa Nacional que vigilan la zona. Poco a poco todos los espectadores que se hab¨ªan aglomerado en el exterior de las instalaciones iban desapareciendo, hasta que se reanud¨® la vista a las 4.15 horas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.