Para qu¨¦ sirve un psic¨®logo
Frente a la visi¨®n un tanto simplista que se tiene del psic¨®logo, este art¨ªculo hace menci¨®n de las diferentes aplicaciones que la psicolog¨ªa encuentra en la sociedad contempor¨¢nea. Funciones -desde el dise?o a la educaci¨®n, desde la producci¨®n a la familia- para las que se requiere, seg¨²n el autor, no s¨®lo una ense?anza t¨¦cnica, sino una s¨®lida formaci¨®n te¨®rica acorde con las responsabilidades que crecientemente adquieren estos profesionales en la vida de las gentes.
Cuando el ciudadano medio oye hablar del psic¨®logo se imagina a alguien que conoce el alma humana, que puede ayudarnos a interpretar lo que queremos y lo que odiamos, alguien que nos ayuda a saber lo que nosotros mismos ignoramos, una persona inquietante porque puede saber m¨¢s sobre nosotros que nosotros mismos. En otros t¨¦rminos, se puede decir que el estereotipo popular del psic¨®logo le identifica con el psic¨®logo cl¨ªnico. Tan arraigada est¨¢ esta imagen que muchos estudiantes llegan a la universidad para cursar la carrera de Psicolog¨ªa con la esperanza de poder ayudar a sus semejantes o conocerse mejor a ellos mismos. S¨®lo algunos, que miran con desd¨¦n las cuidadas barbas de Freud y tienen preocupaciones cient¨ªficas m¨¢s altas, desprecian el inconsciente y desear¨ªan poder extasiarse mirando ratas recorrer laberintos o viendo caer bolitas de pienso compuesto cuando la ratita aprieta una palanca, siguiendo el tortuoso programa que ha dise?ado el duro experimentalista. Por desgracia para ellos, nuestras universidades no suelen tener dinero ni para comprar ratas ni bolsas de pienso compuesto, y el interventor de Hacienda, en todo caso, no aprobar¨ªa despilfarrar fondos p¨²blicos en esas cosas.Hay adem¨¢s otra idea popular de lo que es el psic¨®logo. A veces, cuando hemos solicitado un puesto de trabajo, nos han hecho un examen y hemos tenido que responder a algunas pruebas; el psic¨®logo es, en este caso, el que nos dice c¨®mo somos o para qu¨¦ valemos (una estudiante de EGB nos dec¨ªa, el otro d¨ªa, que el psic¨®logo es el que te dice lo que tienes que ser), o el que dictamina si nuestro ni?o es listo o tonto. En todo caso es, nuevamente, el que descubre lo que nosotros no sabemos.
La realidad es que la psicolog¨ªa es hoy algo muy distinto de esa imagen popular, aunque el trabajo de los psic¨®logos en este pa¨ªs no siempre lo sea. Tradicionalmente, los campos de trabajo del psic¨®logo han sido la psicolog¨ªa cl¨ªnica, la psicolog¨ªa escolar y la psicolog¨ªa industrial. Dentro de ellos, lo que se hac¨ªa era diagnosticar trastornos y medir.
Del dise?o a la ense?anza
Sin embargo, los avances de la psicolog¨ªa, disciplina que ha cambiado enormemente en los ¨²ltimos veinticinco a?os, hacen posible m¨²ltiples aplicaciones muy distintas y que tienen poco que ver con esas habilidades m¨¢gicas que se atribuyen a los psic¨®logos. La psicolog¨ªa, hoy, estudia no s¨®lo c¨®mo reacciona el individuo ante el ambiente (la rata ante la bola de comida), sino tambi¨¦n c¨®mo act¨²a sobre ¨¦l y c¨®mo se lo representa. As¨ª, los estudios sobre percepci¨®n y sobre elaboraci¨®n de la informaci¨®n permiten aplicaciones al dise?o de aparatos, haciendo que la informaci¨®n que recibe el que los controla le llegue de la manera m¨¢s adecuada posible. Imaginemos, por ejemplo, una persona que tiene que controlar el funcionamiento de un sistema complejo, como una f¨¢brica o el vuelo de un avi¨®n. Si los aparatos que le proporcionan la informaci¨®n de la situaci¨®n del sistema en cada momento no est¨¢n dispuestos de una forma adecuada, en determinados momentos se pueden producir acumulaciones de informaci¨®n que la persona no es capaz de recoger, lo cual puede tener consecuencias catastr¨®ficas. El problema del dise?o de aparatos se plantea en muchos terrenos, desde los autom¨®viles de uso individual a f¨¢bricas enteras automatizadas. Por otra parte, los estudios sobre estimulaci¨®n sensorial, sobre percepci¨®n o fatiga sirven tambi¨¦n para dise?ar el ambiente de trabajo o incluso el mobiliario. Los estudios sobre percepci¨®n pueden incluso aplicarse al dise?o de billetes o monedas, resaltando sus caracter¨ªsticas diferenciales para evitar confusiones. Como puede imaginarse, las aplicaciones en este campo son indefinidas. Incluso la se?alizaci¨®n de carreteras puede mejorarse considerando c¨®mo reciben los hombres la informaci¨®n. Si se hubiera tenido en cuenta este aspecto al dise?ar la M-30 de Madrid, no se hubieran cometido las aberraciones de esta v¨ªa de comunicaci¨®n que hacen que se produzcan continuamente errores en las salidas e incluso accidentes por esta misma causa.
Los conocimientos sobre la psicolog¨ªa del desarrollo durante la infancia tienen aplicaciones en todo lo referente al crecimiento de los ninos y, en particular, en el campo escolar, en el que se ha visto que muchas de las dificultades que se producen en el aprendizaje son debidas a la inadecuaci¨®n de los programas escolares al nivel de desarrollo psicol¨®gico de los ni?os.
Otro extenso campo de aplicaciones de la psicolog¨ªa es el de la prevenci¨®n de los trastornos. La psicolog¨ªa ambiental y la psicolog¨ªa comunitaria pueden ser muy ¨²tiles en este sentido. Un problema grave, por ejemplo, lo constituye el del maltrato de ni?os, que en un n¨²mero grande de casos termina incluso con su muerte y, en todos ellos, con da?os psicol¨®gicos frecuentemente irreparables. Sin embargo, el riesgo de malos tratos puede determinarse con relativa facilidad y, en todo caso, el tratamiento precoz puede evitar males mayores.
Igualmente, los psic¨®logos pueden contribuir a un mejor dise?o de los espacios de juego y parques para ni?os, y tambi¨¦n del espacio para los adultos. Asociados con pediatras, pueden contribuir a evitar que los ni?os se enfrenten con riesgos innecesarios durante los primeros meses de su vida. Para que los pslc¨®logos puedan trabajar en todos esos terrenos, necesitan recibir una formaci¨®n te¨®rica s¨®lida, y te¨®rica quiere decir sobre los fundamentos de la disciplina, que necesariamente van asociados con un trabajo experimental y pr¨¢ctico. Precisamente porque la disciplina est¨¢ en pleno desarrollo y lasposibilidades de aplicaci¨®n aumentan d¨ªa a d¨ªa, es por lo que no debe darse una formaci¨®n pr¨¢ctica y rutinaria en las t¨¦cnicas m¨¢s in¨²tiles de la psicolog¨ªa, como pueden ser las pruebas y, en general, el diagn¨®stico. El conoc¨ªmiento de esto est¨¢ al alcance de cualquier persona en un plazo muy inferior al que dura una licenciatura aniversitarla. Si los psic¨®logos quieren que se abran nuevos campos de trabajo, es preciso mostrar que sus conocimientos son ¨²tiles en zonas de la actividad humana mucho m¨¢s extensas que aquellas en las que trabajan actualmente la mayor¨ªa de los que ejercen su profesi¨®n en nuestro pa¨ªs. La reforma de las ense?anzas de psicolog¨ªa es urgente, pero en un sentido opuesto al que, con una visi¨®n excesivamente miope, proponen incluso muchos psic¨®logos.
La aplicaci¨®n de los conocimientos de la psicolog¨ªa que tratan de lo que hacen los hombres y de c¨®mo lo hacen puede contribuir a mejorar la calidad de la vida humana y a prevenir las alteraciones que puedan producirse. Puede, en una palabra, contribuir a hacer a los hombres m¨¢s libres. Pero tambi¨¦n esos conocimientos pueden emplearse en sentido contrario, pueden emplearse para lavar el cerebro de los ciudadanos, para hacernos creer lo que resulte ¨²til a los que mandan o, como se hace en muchos pa¨ªses, para sustituir la tortura f¨ªsica por torturas psicol¨®gicas, que son mucho m¨¢s limpias, no dejan huella, y son mucho m¨¢s eficaces. O tambi¨¦n para poder detectar, como han pretendido algunos, a los individuos potencialmente conflictivos para el orden establecido y as¨ª tenerlos estrechamente controlados. Igual que la f¨ªsica puede servir para mejorar la vida humana o para fabricar armanento que la destruya, la psicolog¨ªa puede contribuir a hacernos m¨¢s libres o m¨¢s esclavos, el que se emplee de una forrna o de otra es algo que nos compete a todos, y sobre lo que deberrios permanecer vigilantes.
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